Asociación de amistad con Cuba de Sevilla "Bartolomé de las Casas" - Cubainformación.-  El pasado sábado falleció uno de nuestros socios fundadores, Leopoldo Iglesias, se reproducen a continuación varios artículos que hemos publicado en nuestro blog, entre ellos la entrevista publicada en “Casco antiguo” en febrero de 2007. Recomendamos su lectura a todos, especialmente a los más jóvenes, porque en no olvidar está la base para poder vencer. 


Fallece Leopoldo Iglesias MACARRO

Nuestro querido amigo Leopoldo Iglesias MACARRO ha fallecido esta mañana sábado 2 de marzo de 2013.

Obrero aeronáutico y naval, fue antiguo responsable de organización del Partido Comunista en la Provincia de Sevilla y cerebro del auxilio a los “maquis” en las Sierras de Sevilla, Cádiz y Málaga. Por sus “acciones subversivas y auxilio a la rebelión militar” fue condenado en Consejo de Guerra.

Defensor de la Revolución Cubana, fundó junto a otros las Asociaciones de Amistad con Cuba de Sevilla y Madrid. Guerrillero antifascista, estuvo a la vanguardia siempre de la lucha obrera, incansable, indomable, hasta sus últimos días.

Gracias por tu ejemplo, MACARRO.

Una vez más no hemos llegado a tiempo. El pasado sábado falleció Leopoldo Iglesias Macarro, otro de los 107 personajes del proyecto Vencidxs, que esperamos poder publicar en primavera, y alguien muy especial para nosotros, ya que fue a la primera persona que conocimos, allá en unas jornadas de memoria histórica en el año 2008. Su última llamada fue para avisarnos de que visionáramos la película Miel de naranjas, que había basado parte de su historia en su experiencia.

Leopoldo nació en Nerva, pero vivió siempre en Sevilla. En la ciudad fue testigo directo de la represión ejercida por las tropas de Queipo de Llano y los fascistas sevillanos. Tomó contacto con el Partido Comunista y se convirtió en un guerrillero urbano. Organizó huelgas, participó en redes de apoyo a los presos antifranquistas y abasteció a la organización político-militar. En 1949 fue detenido y sufrió un consejo de guerra. Permaneció dos años en la cárcel, donde sigue organizado económicamente y al salir continuó con la lucha. En la actualidad, luchaba siempre por reivindicar el proyecto cubano, “un referente de estado socialista y verdaderamente democrático.”

En representación de la Asociación de Amistad con Cuba Bartolomé de las Casas de Sevilla, quiero expresar nuestras condolencias a la familia y nuestro pesar por el fallecimiento de Leopoldo.

Hace ya cerca de 22 años, en 1991, cuando empezamos a organizar la Asociación de Amistad con Cuba de Sevilla, la persona que tuvo la iniciativa de crearla, Juan A. González Caraballo, solicitó asesoramiento a la que ya existía en Madrid. Ellos nos pusieron en contacto con el amigo Leopoldo. Él llevaba varios años asociado a la asociación de amistad con Cuba Bartolomé de las Casas de Madrid, que fue la primera Asociación de Solidaridad con Cuba que se creó en el Estado, allá por el año 1974 (hace cerca de 40 años) y a la que pertenecieron personas tan significativas como Marcelino Camacho, Paco Rabal, Antonio Gades, o el juez Vicente Chamorro, y también otros muchos de ejemplar trayectoria de lucha antifranquista y compromiso social.

Leopoldo se comprometió desde el principio en desarrollar con nosotros la Solidaridad con Cuba en Sevilla. Ha desempeñado tareas en la Junta Directiva y siempre ha estado presente en todas las actividades y manifestaciones que hemos organizado. En reconocimiento a su labor militante y a su entrega generosa, hace dos años la Asociación le hizo un homenaje, al que fue acompañado por toda su familia.

Recuerdo que en la última Asamblea de Socios/as que hemos celebrado se comprometió a hacer una excursión a las minas de Rio Tinto. Él estaba vinculado a este lugar de tantas luchas obreras porque nació en Nerva, y provenía de una familia trabajadora, la cual tuvo algunas víctimas del terrorismo franquista. En este pueblo de Nerva nacieron también muchos de los mineros que formaron parte de La Columna Minera que vino a Sevilla a defender la República y que fueron salvajemente masacrados en La Pañoleta o murieron en las barricadas de obreros del barrio de San Julián y Triana.

Eso fue en julio de 1936. Cuando la sublevación fascista Leopoldo tenía solo 9 años, pero esta tragedia marcó su vida para siempre. Conoció de niño la represión franquista y se rebeló contra ella arriesgándose al máximo.

Formó parte del movimiento guerrillero, del maquis, fue enlace de apoyo entre la ciudad y el monte. Asumió la responsabilidad de organización del Partido Comunista hasta que fue detenido, encarcelado, torturado y condenado  a 20 años de cárcel en un Consejo de Guerra. Estuvo a punto de ser condenado a muerte, como si lo fueron sus compañeros José Mayo, Manuel López Castro, y Luis Campos, que están enterrados muy cerquita de aquí, junto a la tumba de José Díaz.

Leopoldo estuvo cerca de 3 años encarcelado, entre 1949 y 1951, y a pesar de que estaba vigilado y controlado por la Brigada Político Social, continúo con la lucha obrera en donde conseguía trabajo hasta que lo despedían.

Yo lo conocí en la fábrica, fui su compañero en Construcciones Aeronáuticas. El se reincorporó en diciembre  de 1977 con la Amnistía Laboral. Ahora tengo que reconocer el gran privilegio que tuvimos los jóvenes que nos estrenábamos entonces en el sindicalismo legal al convivir con luchadores forjados en muchísimos años de movilizaciones reivindicativas, despidos, detenciones y cárcel.

Como protagonista directo de tantas vivencias, realizó una fructífera labor en la Asociación de Expresos Políticos, y en la Plataforma para la recuperación de la Memoria Histórica.

Hay un detalle digno de resaltar y es que siempre que le hacían entrevistas audiovisuales para grabar su testimonio, el siempre colocaba bien visible para la cámara aluna foto o detalle simbólico de la Revolución Cubana. Incluso en alguna ocasión fue grabado en el local de nuestra Asociación. Transmitía el mensaje claro de -yo he estado defendiendo causas legítimas y sigo defendiendo causas por las que hay que seguir luchando-. En todas las entrevistas se declaraba comunista y pro-cubano.

Para mí y para todos los que estamos aquí su muerte ha sido un mazazo inesperado porque sorprendía la vitalidad humana y la lucidez mental que demostraba siempre. Siempre lo comparábamos con su amigo el poeta Marcos Ana (él lo llamaba “su primo” porque el poeta se llama Fernando Macarro).

Hoy es un día muy triste para nosotros pero también tenemos que valorar el haberlo conocido y disfrutado de su Amistad. Su ejemplo de luchador incombustible y de hombre solidario permanecerá en nuestros corazones, y en la memoria colectiva será un referente que seguirá alentando a seguir andando el camino hacia un mundo mejor.

¡Hasta siempre compañero Leopoldo!

Manolo Raya

Adiós a Leopoldo Iglesias Macarro, un referente de la resistencia antifranquista

Leopoldo Iglesias Macarro, veterano militante comunista y un histórico de la lucha antifranquista, falleció el sábado pasado en Sevilla después de una intensa vida dedicada a la causa del movimiento obrero, la lucha antifranquista y a la recuperación de la Memoria Histórica. Nacido en Nerva el 3 de febrero de 1927, localidad desde donde se organizó la Columna Minera que intentó defender en Sevilla la República, fue uno de los responsables de organización del Partido Comunista de España en la provincia de Sevilla en los años más crueles de la postguerra.

Hijo de minero con inclinaciones anarquistas, Leopoldo, o Gabriel, o Bruno (algunos de sus alias en la clandestinidad), ingresó en el PCE a los 16 años. Con 22 años fue detenido, juzgado en Consejo de Guerra y condenado a más de veinte años por actividades subversivas y auxilio a la rebelión militar. El PCE le había encomendado la organización de las guerrillas y el auxilio a los maquis en las sierras de Sevilla, Cádiz y Málaga.

Sin embargo, un golpe de suerte le permitió salir prácticamente a los tres años de la cárcel de La Ranilla (Sevilla), donde ingresó en 1949, beneficiándose de un indulto que el régimen de Franco concedió a algunos presos por la celebración de un congreso eucarístico. Fue la única vez que se le vio comulgar con un asunto de la Iglesia.

En la cárcel coincidió con otros históricos presos comunistas que fueron fusilados, como José Mallo Fernández, Luis Campos, Manuel López Castro, José Rodríguez Corento… Muchos de estos corrieron la suerte del fusilamiento… A su salida siguió orquestando huelgas, custodiando arsenales, ideando sabotajes, organizando las redes de apoyo a los presos antifranquistas y abasteciendo a la organización político-militar. Dando guerra…

Convencido defensor de la República, marxista y leninista, cuando los vientos reformistas se instalaron en la dirección del PCE tras la llegada a España de Santiago Carrilllo, Leopoldo decidió dar un paso atrás y mantenerse en las bases a pesar de los ofrecimientos para seguir en la vanguardia del partido.

En sus domicilios de Sevilla, primero en el barrio de El Cerro del Águila y después en la barriada de Bami, dio cobijo a los diferentes miembros del Comité Central que iban llegando a Sevilla a medida que el régimen de Franco iba debilitándose, como en caso de Manuel Delicado, que recibió su hospitalidad y la de su familia durante dos años aproximadamente. A pesar de que la vigilancia de la policía secreta era habitual, a aquellas reuniones en su casa no faltaron los Soto, Saborido, Pérez Royo, Benítez Rufo…

Fue un luchador íntegro, incansable, coherente y meticuloso, que aguantó en clandestinidad los peores y más sangrientos años de la represión de Queipo de Llano y los fascistas sevillanos. Leopoldo Iglesias Macarro forma parte de la generación más olvidada por la Transición y la Democracia de este país, ésa que jamás se rindió y a la que muchos intentaron enterrar.

Vivió la persecución, la tortura, un Consejo de Guerra, la petición de la condena a muerte, el encarcelamiento, la clandestinidad y de nuevo la persecución… Tras su salida de la cárcel, no pudo acabar sus estudios en la Escuela de Ingenieros y fue despedido, reiteradamente, de los empleos que iba consiguiendo, en los Astilleros de Sevilla o en la fábrica de Construcciones Aeronáuticas de Tablada…

Pero no le temblaron las ideas, ni quebraron su fortaleza ni su compromiso, y junto otros veteranos como José Cordero, Sixto Angulo, Francisco Espínola, Manuel Segura o Gervasio Puerta fue uno de los impulsores de la Asociación de Expresos y Represaliados Políticos Antifranquistas, desde donde se fraguaron las primeras acciones reivindicativas para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Probó suerte en otros trabajos. Fue técnico mecánico, delineante, proyectista, representante de maquinaria agrícola, vendedor de libros… hasta que abrió en Bami el Puesto Verde, un conocido quiosco de prensa, destino de militantes comunistas y progresistas sevillanos que buscaban un ejemplar del Mundo Obrero bajo el envoltorio clandestino del ABC, Correo de Andalucía y Hojas del Lunes.

Cuentan que su historia inspiró en parte la película ‘Miel de naranjas’, con guión de Remedios Crespo y dirección de Imanol Uribe. Sus últimos años los dedicó, especialmente, a defender los logros de la Revolución Cubana y los derechos de los trabajadores. Jamás faltó a su cita el 14 de abril, ni a las continuas llamadas de los compañeros más jóvenes para que participase en los diferentes actos reivindicativos. Y cuando la enfermedad ya se había manifestado amargamente, se le volvió a ver activamente visitar las fosas comunes de los ejecutados por Franco.

El sábado 2 de marzo se fue, guardando múltiples secretos de la clandestinidad vivida, envuelto en su bandera morada, con la hoz y el martillo a cuestas, defendiendo la revolución cubana y con el puño levantado. Sin acritud, orgulloso del país que intentó dejar a sus hijos y nietos, pero con el pesar de que la lucha, su lucha por la vanguardia obrera, seguía vigente ante los ataques ultra neoliberales que pretenden acabar con todo aquello por lo él y muchos otros entregaron su vida. Por su puesto, en su funeral no hubo cruces, ni cristos, ni vírgenes… Y escuchó por última vez los cantos de La Internacional.

Pepe Iglesias

“Estoy satisfecho del país que dejo a mis nietos”

Antiguo responsable de organización del Partido Comunista en la provincia de Sevilla y uno de los ex–presos más antiguos de Ranilla que sigue vivo.

Sandra Salvador Real / Casco Antiguo

Entrevista a Leopoldo Iglesias Macarro

(Publicado en Casco Antiguo, Sevilla, febrero-marzo 2007)

El pasado 16 de febrero, tuvo lugar la última visita a la prisión Sevilla I, más conocida como La Ranilla, antes de que la piqueta ejerza su fuerza y haga desaparecer este edificio de gran importancia para la memoria histórica de Sevilla. Leopoldo Iglesias, como muchos otros, no ha querido perder la oportunidad de despedirse de estas inmediaciones a sus ochenta años y, acompañado por su mujer y nietos, ha hecho de guía por el lugar en que pasó casi tres años de su juventud en condiciones ínfimas.

¿Está contento de que este edificio, que tan malos recuerdos le trae, pase a la historia?

No, porque no se debería olvidar lo que allí sucedió. Este sitio recuerda nuestra lucha y el por qué estuvimos presos. Si esto no se derribó antes de mi detención, que hubiera sido lo mejor, ahora más que nunca no tiene sentido.

¿Cuál fue la causa por la que le apresaron?

En la sentencia que se me aplicó, según el testimonio de condena, se me acusaba de

"actividades subversivas y auxilio a la rebelión militar". Paradójicamente, los verdaderamente rebeldes fueron los que me tildaron a mí de rebelde. Yo pertenecía al Partido Comunista, que estaba luchando en la clandestinidad haciendo lo que se podía.

¿ Y qué se podía hacer en aquella época?

Demostrarle al régimen franquista que no había vencido totalmente: hacer pintadas en los muros contra la dictadura, colgar banderas republicanas en los cables de alta tensión, hacer octavillas y repartirlas de forma discreta en los vestuarios de las fábricas.

¿Qué edad tenía cuando empezó a formar parte del Partido Comunista?

Si fui detenido con 22 años, supongo que entre los 15 o 16 años ya estaba funcionando.

Fusilaron y detuvieron a familiares de mi madre y verla sufrir creó en mi una oposición y un odio que de alguna manera tenía que salir.

¿Y qué cargo tenía cuando le detuvieron tan joven?

A mi me acusaron de haber sido responsable de organización del PC Provincial de Sevilla. Y estaban en lo cierto. Yo controlaba a los militantes de la provincia y me pillaron porque alguien dio alguna pista sobre mí, Indagaron y comprobaron que había cambiado de nombre varias veces.

Como presos políticos en un régimen dictatorial, ¿en qué condiciones estuvieron en la cárcel?

La Ranilla tenía capacidad para 300 o 400 personas y yo te puedo asegurar que cuando entré en el año 1949 allí había más de 3000 personas. Para que te hagas una idea, en las celdas, que en principio eran individuales, podían llegar a haber 7 o 8 presos. Sin muebles, dormíamos en el suelo y sólo contábamos con un agujero en una esquina para hacer nuestras necesidades a la vista del resto.

¿Y cómo logró sobrevivir?

Gracias a la comida que nos enviaban de fuera y a la Organización Socorro Popular Antifranquista, que evitó por todos los medios que ninguno de los presos políticos muriéramos de hambre.

¿Cuál es su peor recuerdo que tiene de allí?

El día en que descubrí vacías las celdas 44, 45 y 46, donde estaban José Mayo, Manuel López Castro y Luis Campos. Habían sido compañeros míos en la calle, pero con más responsabilidad que yo. Participaron en la guerra civil, en la resistencia francesa contra los alemanes y habían sido maquis incluso. Para mí eran héroes, ya que podrían haber dado detalles míos que hubieran influido en mi condena y no lo hicieron.

¿Y cuál fue su condena?

La idea que tenían conmigo era aplicarme la pena de muerte, pero luego estimaron condenarme a veinte años y un día de prisión. Pero, finalmente, la condena del Consejo de Guerra fue de tres años. Casualmente, hubo un Congreso Eucarístico el último año que dictó una especie de indulto y esto me permitió salir antes de cumplir toda la condena.

Supongo que el volver a la realidad de la calle no fue nada fácil.

No, porque cuando salí de la cárcel no pude disfrutar de la libertad y hasta que Franco no se murió yo no pude vivir. La Brigada Político Social me tuvo completamente vigilado y me hizo la vida imposible. Cuando venía Franco a Sevilla, por ejemplo, me visitaban días antes para ver qué estaba haciendo. Ese cuerpo de policía me tenía bastante odio porque supongo que pensaban que me había burlado de ellos en la comisaría ocultando bastantes datos. Yo procuré que no se perjudicara a ningún militante ni al partido con mis declaraciones.

¿Y a qué se dedicó entonces?

Acabé o acabaron convenciéndome de que no podría trabajar por cuenta ajena o en una

empresa grande. Comencé en los astilleros de Sevilla, pero un día que llegó un barco en el que iban los embajadores de Colombia de visita, al descubrir mis antecedentes, me echaron por peligroso. Tampoco estaba autorizado a viajar. Así que la única solución fue trabajar con mi cuenta dando clases particulares o haciendo encargos desde casa como montar cajas de cambios de automóviles para una empresa importante.

¿Y debió desvincularse del Partido Comunista?

Si, al menos al principio. No estaba tan loco y sabía lo que no podía hacer. Aunque no perdí el contacto con el partido ni nunca he dejado de hacer cosas en contra de las injusticias, tanto del Franquismo como en la época democrática.

Actualmente, ¿está implicado en alguna asociación o partido político?

Sí, formo parte de la Asociación de Expresos políticos. Además, estoy en la Plataforma por la Recuperación de la Memoria Histórica y en la Comisión Ciudadana que se ha creado para negociar con el Ayuntamiento la conservación de parte de esta cárcel. Finalmente, sólo hemos conseguido que se conservara la portada de la prisión, y las dos alas continuas, que albergarán un museo y el archivo histórico.

¿Continúa considerándose comunista?

Pues sí, y no he encontrado todavía razón para arrepentirme de ello. Muchos de los que se llamaban comunistas en aquella época han cambiado de camisa, como por ejemplo Federico Jiménez Lo Santos, bien buscando un pesebre donde comer o un cargo de responsabilidad política. Son muchos los diputados que lo han hecho, pero seguramente yo duermo más tranquilo que ellos. Estoy viviendo a contracorriente y me siento orgulloso de ello. O sea, que sigo siendo comunista y además pro cubano.

¿Está de acuerdo con la política que está llevando a cabo Fidel Castro?

Pues sí, y como he viajado muchas veces a Cuba, sé de qué estoy hablando. Si vas sin una idea preconcebida, verás que el pueblo cubano está con Fidel porque lo ha liberado de la dependencia yanqui. Precisamente yo, que he estado en prisión por estar en contra de unas ideas fascistas, no podría defender la dictadura que aquí nos venden de Cuba. Los cargos políticos son elegidos y si no cumplen con sus funciones, a los seis meses los restituyen. A Fidel Castro se lo han intentado cargar muchas veces y si no han podido, no es porque esté forrado de acero, sino porque el pueblo lo quiere. Y por ello hay que respetarlo, lo mismo que a la bandera del Che.

Bueno, en España ahora tampoco se vive tan mal...

Naturalmente, pero uno de los que ha conseguido esta democracia que tenemos soy yo. Y estoy satisfecho del país que dejo a mis nietos.

Por lo tanto, es de los que opina que la democracia no se da sino que se construye.

Claro, y se construye gracias a las personas y a los movimientos sociales, escuelas, Sanidad, Seguridad Social... no creo que hayamos perdido el tiempo reivindicando todo esto con pequeñas acciones, incluso cuando estaba Franco en el poder.

¿Un ejemplo?

En una de las empresas en las que trabajé antes de ingresar en prisión, nos ponían un

panecillo minúsculo a la hora de comer. Yo organicé una insurrección en el comedor una mañana, que acabó convirtiéndose en una apedreada de pan, y al día siguiente ya teníamos en la mesa una ración más grande.

¿Y todo esto lo cuenta a sus nietos?

Si, porque me siento orgulloso al ver los resultados. La juventud de ahora no es como la antes, no saben lo que vale un peine, y tienen tanto que están alienados para reivindicar sus derechos.

(Publicado en Casco Antiguo, Sevilla, febrero-marzo 2007)

http://concubaensevilla.wordpress.com/2013/03/04/leopoldo-la-memoria-y-cuba/
http://concubaensevilla.wordpress.com/2013/03/04/a-leopoldo-iglesias-macarro/
http://concubaensevilla.wordpress.com/2013/03/06/adios-a-leopoldo-iglesias-macarro-un-referente-de-la-resistencia-antifranquista/
http://concubaensevilla.wordpress.com/2013/03/02/fallece-leopoldo-iglesias-macarro/

 

Solidaridad
Asiste Díaz-Canel a encuentro de solidaridad con Cuba en La Habana (+Fotos) La Habana, 2 may (Prensa Latina) El presidente, Miguel Díaz-Canel, asiste hoy en esta capital a la sesión de clausura del Encuentro Internacional de Sol...
Cubainformación.- En las marchas del Primero de mayo de localidades como Barcelona y Alicante fue visible la solidaridad con Cuba y la denuncia del bloqueo criminal de EEUU. También se repartió el periódico en papel de Cub...
Solidaridad con Cuba y Palestina en marcha del 1 de Mayo en Ecuador Quito, 1 may (Prensa Latina) Ecuatorianos solidarios con Cuba y Palestina manifestaron hoy, durante la marcha por el Día de los Trabajadores, su rechazo al bloqueo de Estados...
Lo último
La Columna
Cuba otra vez en la calle... desistan ya!
CUBA No Es Miami.- Tanto lo pidieron que se les hizo realidad... creo que es hora de desistir... los cubanos se tiraron a la calle! Aquí solo la evidencia de la capital cubana... pronto tenbremos más... Dale play #cubanoesmiami Suscr&ia...
La Revista