Es un nuevo mensaje de Fatma Galia Mohamed Salem Bahamad, periodista saharaui formada en Cuba y residente en el País Vasco, dirigido al Gobierno español y a las comunidades autónomas.
Ver este mismo video en YouTube (calidad HD)
Producción. Cubainformación y Euskadi-Cuba. Equipo: José Manzaneda, Jon Ojanguren.
Un Mensaje de Fatma Galia Mohamed Salem Bahamad, periodista saharaui
“Ahora o nunca”
Este es un mensaje al Gobierno español y a las comunidades autónomas.
Hoy vengo de Bubicheir, el pájaro saharaui que trae las buenas noticias y da buena suerte.
Quiero dirigirme al Gobierno Español y a las Comunidades autónomas.
Los Saharauis os necesitamos para evitar “la guerra”, las guerras nunca traen nada bueno, las guerras frenan el desarrollo y matan la amistad entre los pueblos, las guerras paralizan la economía y las guerras son el opio de nuestra civilización.
Me llamo Fatma Galia Mohamed Salem Bahamad, formo parte de la sociedad civil saharaui. Periodista licenciada por la Universidad del País Vasco desde hace 25 años, he vivido todo tipo de injusticias sociales por parte del Gobierno de España.
Primero me mutilaron la infancia, me arrancaron el cariño de mis abuelos y de mis padres siendo una niña de cuatro años, toda mi infancia refugiada en un campamento improvisado viviendo en jaimas y tiendas de lona, en un invierno congelador y un verano abrasador, sin agua potable ni luz eléctrica, ni calefacciones ni climatizaciones para mitigar las arduas condiciones climáticas del desierto.
A mis diez años tuve que estudiar a miles de kilómetros lejos de mi familia de mi gente de mi cultura para acceder a una educación digna en la solidaria República de Cuba, a la cual estoy eternamente agradecida por hacer de mi lo que soy ahora una mujer empoderada y una periodista profesional, que intenta dar voz a los sin voz, para hacer llegar nuestras reivindicaciones y reclamos, como la situación inaceptable de mi pueblo del Sahara Occidental, tras 45 años de exilio, de guerra y de olvido.
A los 20 años atraqué en el puerto de Bilbao (País Vasco), para culminar mis estudios de Periodismo, de Doctorado y del Máster de Cooperación Internacional al Desarrollo. Tras terminar la carrera, formé parte de los inmigrantes irregulares, siendo española de origen, nacida en 1971 bajo la administración del Gobierno de España en el antiguo Sahara Español, que era la provincia 53 del Estado Español.
Tras 28 años me considero una euskalduna mas, con raíces vascas que culminaron con el nacimiento de mis hijos en Bilbao, la mejor ciudad del mundo por el cariño de sus gentes.
Los últimos acontecimientos que están viviendo los saharauis por la vuelta a la guerra que declaró el Frente Polisario hace unas semanas, nos dicen que los ánimos están caldeados y que la población civil refugiada en los Campamentos de Tinduf, así como la población en los territorios saharauis ocupados por Marruecos, están deseando, de una vez por todas, la paz y la estabilidad. Todas y todos los saharauis queremos dar fin a esta guerra que lleva 50 años, encendida por culpa del Estado Español, por no cumplir con la legalidad internacional, por hacer una mala colonización y una pésima descolonización. Y, tras medio siglo, aún las y los saharauis estamos pendientes de España y de que cumpla con los Acuerdos dictados por las Naciones Unidas.
Los Gobiernos democráticos de España no han escatimado esfuerzos a la hora de criticar los cuarenta años del franquismo. Pero nunca han sido capaces de denunciar el último acuerdo firmado por el Gobierno de Arias Navarro: LOS MAL LLAMADOS “ACUERDOS DE MADRID”, EL ORIGEN DEL DRAMA HUMANITARIO SAHARAUI del 14 de Noviembre de 1975.
Vientos de guerra para esconder su comienzo extraoficial el 17 de junio de 1970, con la detención y desaparición del líder pacifico saharaui Mohamed Sid Brahim Basiri, encarcelado, torturado y asesinado bajo órdenes directas de Madrid.
España es la principal responsable de la no solución de este conflicto, por el flagrante incumplimiento de sus responsabilidades ante la Comunidad Internacional, como potencia administradora del territorio no autónomo del Sahara Occidental. Hay que recordar el Art. 73 del Capítulo XI de la Carta de Naciones Unidas, que dice que “la potencia administradora tiene el sagrado deber de defender y preservar los recursos naturales y encauzarle en la vía política como potencia administradora de dicho territorio no autónomo”.
España permitió la guerra. Hoy puede saldar su responsabilidad. Más vale tarde… que nunca.