Mario Hubert Garrido - Prensa Latina.- Una tensa calma y los “surazos” (vientos fríos del sur) signan hoy a esta oriental ciudad de Bolivia, 24 horas antes de una consulta autonómica, considerada ilegal y secesionista por el gobierno de Evo Morales.

Fermín, un taxista, señala que nada cambiará, los ricos seguirán siendo ricos y los pobres, quizás más pobres.

En las casas y varios autos se observan banderas verdes y blancas -colores de la región- y algunos grafitti muestran las posiciones a favor y en contra de la consulta.

Así de encontradas son las opiniones de los moradores de una de las zonas más ricas en recursos naturales de Bolivia, que acumula casi el 30 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

El estatuto, de tendencia liberal, cuyo contenido desconoce un 80 por ciento de la población local, según encuestas, atrajo la víspera manifestaciones contrarias en sus posturas.

En la vieja Terminal de ómnibus y por céntricas calles de la ciudad capital, se concentraron campesinos que llamaron a no acudir a las urnas, mañana domingo.

Fidel Surco, presidente de la Confederación de Colonizadores de Bolivia, un sindicato que agrupa a campesinos de escasos recursos, declaró que se declaraban en emergencia y que no permitirían el sondeo.

Por su parte, integrantes de la Unión Juvenil Cruceñista, de corte radical, afirmaron que no permitirán que “gente de afuera”, venga a impedir el viejo reclamo de independencia.

Varios volantes y octavillas que quedaron por toda la ciudad alertan además sobre el fraude que podría constituir ese plebiscito, revocado por el Congreso y la máxima instancia comicial.

De acuerdo con el propio jefe de Estado, “el domingo será un día más, como cualquier otro. El Gobierno no va a tomar ninguna acción represiva como Estado de Sitio, militarización, absolutamente nada".

En declaraciones la víspera a la cadena estadounidense de televisión CNN, Morales señaló que en vez de presionar desde el Gobierno confiaba en que "la conciencia de pueblo" sea suficiente para identificar a los intereses detrás del referendo. También negó que haya buscado influir en esa consulta con la nacionalización de cuatro empresas petroleras y la mayor telefónica del país que dispuso el jueves, asegurando que simplemente quiso dar un "regalo a los trabajadores" con motivo del 1 de Mayo.

Por su parte, las autoridades de Santa Cruz, como Mario Parada, presidente de la Corte Departamental Electoral, estiman que todo está listo para el referendo del domingo y precisó que padrón es de 935 mil 527 votantes.

Este sábado en Santa Cruz, ciudad de 1,2 millones de habitantes, y capital del departamento, se vive tranquilidad, según comprobó Prensa Latina.

En contraste, el clima que existe en áreas rurales, principalmente en las comunidades de San Julián, Yapacaní, Cuatro Cañadas, y comunidades citadinas como Plan Tres Mil, puede presagiar algunos desórdenes.

Santa Cruz encabeza un movimiento autonomista que secundarán en junio y julio, respectivamente, los departamentos de Pando y Beni (noreste) y Tarija (sur).