Pregunta: ¿Cuáles han sido los resultados de las relaciones entre Venezuela y Cuba?

Respuesta: “Dentro del contexto de los países suramericanos Cuba tiene para nosotros la primera prioridad. Cuba es un ejemplo a seguir no solamente porque es la primera revolución victoriosa en el continente suramericano y hablamos de suramericano porque nos gusta más Suramérica que Iberoamérica, es decir, preferimos hablar de Indoamérica que de Iberoamérica. Nos sentimos más indoamericanos, afroamericanos que latinoamericanos o iberoamericanos. En este contexto la Revolución Bolivariana ha tomado muchísimos ejemplos de lo que ha sido la Revolución Cubana en el tránsito hacia un destino socialista y buena parte de los proyectos que se están poniendo en marcha en Venezuela tienen mucho que ver con el proceso revolucionario que se ha vivido en Cuba: las misiones educativas, médicas, el programa de alfabetización realizado en Venezuela se han hecho siempre con la colaboración y la ayuda del pueblo cubano. Los proyectos Barrio Adentro, la misión Rivas y tantos otros en el campo de la cultura y el deporte las hemos hecho a partir de la exitosa experiencia de la Revolución Cubana”.

Pregunta: ¿Cree usted que estas relaciones e intercambios han sido un punto de partida para las propuestas del ALBA como una evidencia de que otro tipo de integración es posible?

Respuesta: “Para hablar de integración debemos referirnos a las experiencias anteriores. Ha habido muchos intentos de integración en América Latina. Darcy Riveiro*, brasileño, decía que la integración tenía que ser operativa, que se concretara. Por lo general los proyectos de integración que se han hecho no pasaron de ser acuerdos de cartas de intención en diferentes ámbitos iberoamericanos pero que no se llevaron a la práctica. Yo creo que en este caso la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) es una alternativa diferente que se esta concretando por la vía operativa. Cuando decimos que nos vamos a integrar con proyectos de empresas gran-nacionales es irle poniendo los puntos y seguido a cada uno de los temas integracionistas con el trasfondo histórico de la Gran Nación Suramericana, la Gran Colombia fundada en 1819 por el Libertador Simón Bolívar.

* Darcy Ribeiro (1922-1991) nació en Minas de Gerais fue antropólogo, sociólogo y político. En el exilio escribió sus Estudios de Antropología El Proceso Civilizatorio(1968), Las Américas y la Civilización (1969), El Dilema de Nuestra América (1971), Configuraciones (1972) y  Los Brasileños (1975).

Cuando decimos que nos vamos a integrar financieramente, decimos que nos vamos a integrar en un gran banco del ALBA que ya esta funcionando.

Cuando decimos que nos vamos a integrar en materia de telecomunicaciones y acordamos crear una televisora y nace Tele Sur, es algo que estamos palpando…es decir, es una integración que se concreta en acciones que permiten ver los resultados de esa colaboración.

Además existía otro problema: siempre estaba la prominencia de la economía, siempre se ha hablado de la integración económica y es que nosotros, los pueblos del continente, no podemos ver la integración como un tema estrictamente económico. La integración debe ser también a nivel cultural, a nivel deportivo, a nivel educativo. Debemos integrarnos en muchos sentidos como verdaderos hermanos.

En materia económica lo que se ha planteado es la complementariedad, no la competitividad. No se trata de que compitamos entre unos países y otros, sino que nos complementemos los unos con los otros.

También, en cuanto a integración nosotros aspiramos a que todos los pueblos de latinoamérica, indoamérica, iberoamérica tengan el mismo nivel de acceso a la educación. Estaremos realmente integrados cuando en nuestro continente todos los pueblos tengan el mismo nivel de alfabetización que tiene, por ejemplo, el pueblo cubano; cuando todos los pueblos de América tengan el mismo acceso a los servicios médicos. Esa es otra manera de ver la integración porque no es solo la integración económica como en otro momento se concibió desde el punto de vista del neoliberalismo o del capitalismo. Hay ahora una complementariedad entre los pueblos en función de que juntos avancemos hacia un desarrollo integral de nuestra América”.

Pregunta: ¿Es ese el concepto para hacer ciudadanía creciendo desde abajo como le escuché decir recientemente a usted y al embajador venezolano en España Alfredo Toro Hardy?

Respuesta: “Sí, es nuestra opción para producir economía, educación… digamos producir dignidad. Porque la dignidad hay que cultivarla. La autoestima de los pueblos es un producto que no es medible, a lo mejor con las tasas o con los índices que manejan algunos investigadores sociales pero es un producto que necesita la sociedad. Una sociedad instruida, culta, que conoce sus leyes, que conoce sus derechos y defiende sus valores, su cultura, su patrimonio histórico es una sociedad digna y eso también se produce. Dentro de nuestro proceso es una de las metas más importantes: convertir a hombres y mujeres en ciudadanos”.

Pregunta: ¿Lo que ha cosechado Venezuela en lo económico y lo social durante los últimos años irradia hacia otros países de la región?

Respuesta: “En ese sentido tengo que hacer una reflexión sobre lo que ha sido el desarrollo económico. El modelo económico no lo decidió la América del Sur, es un modelo de desarrollo que se nos impuso desde el norte con un esquema de centro y periferia. Un centro unipolar que lo decidía todo y una periferia subordinada a los intereses del centro. Dentro de nuestros propios países también se reprodujo el mismo esquema de centro y periferia. En el caso de Venezuela tenemos una capital, Caracas, macrocefalica con millones de personas hacinadas viviendo en la ciudad en favelas y chabolas… y un campo abandonado en cuanto a servicios e infraestructuras. El mismo fenómeno se puede ver en Brasil, México, Colombia… en prácticamente toda la América donde condenaron a nuestros países a ser simplemente exportadores de materias primas. De la industrialización se encargaba el norte y eso generó un esquema perverso donde cada vez nuestros países se endeudaron más, cada vez fueron más dependientes, cada vez tuvieron que entregar más sus recursos naturales y terminaron en grandes procesos de privatizaciones para poder asumir nuevos endeudamientos.

Hoy se está tratando de transitar un camino distinto. En Venezuela lo hemos llamado desarrollo endógeno para comenzar a producir lo que antes importamos. Un desarrollo que parta desde adentro y que rompa con el esquema perverso del centro que decide y la periferia que obedece. Ello implica crear nuevos polos de desarrollo y lograr esa nueva complementariedad.  Y además superar los egoísmos nacionales. Venezuela viene proponiendo que se cree una gran petrolera del sur junto a Ecuador, Brasil y conformar entre todos PETROSUR porque el sur también existe. En todos nuestros países hay catedráticos, excelentes docentes… y ¿por qué no fundar una gran universidad del sur? Ahora lo estamos haciendo en materia de comunicaciones con Tele Sur.

Uno de los temas con los que ataca la oposición interna en Venezuela y acusa al gobierno del presidente Chávez es precisamente que el país esta regalando petróleo al Caribe y a los países firmantes del Pacto de San José. Eso forma parte de una visión mezquina. Los Estados Unidos tienen reservas de unos 10 mil millones de barriles de petróleo y Venezuela, en la faja petrolífera del Orinoco, tiene más de cien mil millones de barriles de petróleo de reserva. Lo que ha propuesto Venezuela es que 10 mil millones de esos barriles de petróleo, equivalentes a todo lo que tiene de reserva Estados Unidos, sean utilizados exclusivamente para impulsar el proyecto del ALBA. Es a lo que llamamos superar los egoísmos nacionales. Chávez no esta regalando a Venezuela sino practicando operativamente la solidaridad. La solidaridad no puede expresarse simplemente con retórica, la solidaridad tiene que expresarse con hechos y apuntamos en esa dirección. Recientemente se puso en órbita el satélite Simón Bolívar que es un importante avance en comunicaciones para toda América Latina y se está haciendo el cableado submarino entre Cuba y Venezuela para mejorar el funcionamiento de la banda ancha y romper con ese bloqueo de Estados Unidos. Desde España llamar a Cuba es más caro que llamar a cualquier parte del mundo por el bloqueo norteamericano. Con el satélite y el cableado submarino estamos ayudando al hermano pueblo cubano que tanto ha contribuido en materia de educación, de salud y de ejemplo a la Revolución Bolivariana”.