Programa: La Noche se Mueve
Director Edmundo García.
Fecha: 13 de noviembre de 2008.
EG: Edmundo García.
JG: Joe García.

El programa La Noche se Mueve se puede escuchar en internet, en la siguiente dirección electrónica: http://www.lanochesemueve.us/


 EG: Amigos, muy buenas noches, les saluda Edmundo García, hoy jueves 13 de noviembre del año 2008. Un programa alternativo, un programa independiente. Como habíamos estado anunciando desde  el martes, hoy tenemos con nosotros a Joe García, en lo que él sabe y ustedes esperan que sea una entrevista profunda, sobre temas e ideas. García, como ustedes conocen, se postuló para representante estatal por el Distrito 25, cargo que no alcanzó en las elecciones. Sin embargo, es una figura bien conocida y relevante en esta comunidad.  Muchas gracias Joe por estar aquí para esta entrevista.

JG: Un placer estar contigo Edmundo, y compartir con tu audiencia. Y no te metas muy profundo, porque no sé, si vengo yo con mucha profundidad. Pero siempre trataré de complacer a los oyentes y por lo menos responder a tus preguntas con la máxima capacidad que me permite el momento. Ante todo, gracias por la invitación y gracias por tu apoyo. Una de las cosas por las que se ha caracterizado tu programa, y se puso de manifiesto durante las pasadas elecciones, es el hecho de que tú invitas a todo el mundo. Yo sé que hay mucha gente no viene aquí. Sin embargo, a mi me invitaste y  yo vine en varias ocasiones y te lo agradezco. Eso es algo de lo que carece mucha radio en Miami. Por ejemplo, aquí hay una estación de radio, que es de noticias, y en los 9 meses de la campaña yo salí en el New York Times, en las revistas Time y Neesweek, en el periódico (local, The Miami Herald y El Nuevo Herald), en toda la radio, en la televisión. Y sin embargo, la voz mía nunca se oyó por esa emisora.

EG: Todo el mundo sabe que es Radio Mambí.

JG: No se trata de nombres. Lo que te digo, y es importante, se refiere al debate, la discusión. Por ejemplo, tú y yo. Tú eres de una  formación cultural muy diferente a la mía. En términos de lo que es la cultura de mis padres, que es Cuba, tú tienes una formación que no es la mía. Y honestamente, tú y yo discrepamos en muchas cosas. Pero si me dijeran: vamos a salir a comer con alguien, con la cual estoy de acuerdo con todo, o vamos a salir a comer con Edmundo para fajarnos 2 o 3 horas, como siempre lo hacemos, prefiero ir contigo. Fajarnos de una manera positiva, es decir, debatir, discutir. Porque eso estimula la mente, estimula el pensamiento, y yo siempre lo digo. En una cola, durante la elección, le di la mano a alguien y me dijo: Mira, yo iba a votar por ti, pero tú eres amigo de Edmundo, así que yo no puedo votar por ti. Y yo le dije: No votes por mi. Pero si esa es la explicación por la cual tú no puedes votar por mi, agregué, Edmundo y yo discrepamos en cuanto a política, pero yo disfruto del pensamiento de Edmundo, disfruto de sus posiciones, que a veces no son las mías, pero me hacen pensar. Y ahora agrego también que es posible que, en algunas ocasiones, la discusión con personas como tú me han ayudado mucho a refinar mi pensamiento, en lo que se refiere al tema de Cuba. Algunos pensarán que es una involución, pero yo pienso que es evolucionar y es favorable. Personas como tú conocen de la temática que ha ocupado una gran parte de mi vida, de forma mucho más directa. De acuerdo a mi criterio de toda la vida, es inteligente compartir con personas que tienen un conocimiento más profundo. Posiblemente lleguemos a un lugar diferente, pero el proceso de la discusión nunca es negativo. Y eso es algo que estimo mucho en la amistad que tenemos, aunque seguimos discrepando. A mi me preocupa cuando tú y yo estamos de acuerdo. Cuando tú y yo terminamos una conversación y me dices estamos de acuerdo, pues yo me preocupo, porque no sé  en qué hemos quedado (risas), y eso es  importante y algo que disfruto. Así que, te repito: gracias por la amistad, gracias por la invitación y gracias por apoyar, en un sentido profesional, como periodista, la gestión de los demócratas aquí. Edmundo, si yo te hubiera dicho, 2 años antes de estas elecciones: vamos a poner 3 campañas aquí, vamos a poner a esta gente a gozar, va a venir el Presidente varias veces, van a venir senadores, miembros del gabinete, se van a fajar, voto por voto, en la calle. Yo un día estaba en una cola. El secretario Cisneros al lado mío; Manny Díaz, el alcalde; el congresista Becerra y la congresista Loretta Sánchez. Todos en un espacio de 200 pies. Esa es una cosa que aquí, no pasaba antes. Aquí tú te presentabas como demócrata, te pasaba el bus por arriba y nadie se enteraba. La pobre Annie Betancourt, que cuando aspiró nadie le dio la más mínima oportunidad. Yo me incluyo entre esas personas que le dijo a Annie que no tenía ninguna posibilidad, y es verdad que no la tenía, porque no contaba con el apoyo del partido. Sin embargo, vimos a un titán de la política demócrata de esta comunidad, y a un hombre que estimo mucho, Raúl Martínez, meterse de lleno en este proceso. Y lo que le hicieron a Raúl fue muy desafortunado. Yo te digo que siento una gran admiración por Raúl, por el servicio que le ha dado a esta comunidad y el servicio que le va a dar a Cuba. Y esto lo digo muy claramente. A Raúl Martínez no se le ha reconocido su papel en la edificación de una ciudad, y su labor a la hora de construir una ciudad moderna, respecto a lo que puede ser, en un sentido general, todo lo que se conoce de política en el condado Miami-Dade. Y Annette Tadeo, a la cual yo caracterizo como la mujer de más coraje en el condado Miami-Dade. La gente sabe que yo soy un tipo muy audaz en la política. Que a veces no me resulta afortunado, pero tengo coraje, por lo menos político. Y yo no me atrevería contra Ileana. No quiero usar la caracterización de Cuba, pero es una mujer feroz, política y agresiva, y sabe su negocio. Y eso hay que estimarlo. Annette se lanzó, y puso no solamente, su persona y su dinero, y se colocó en una posición difícil. Porque el partido no le dio el apoyo que yo pienso le debía haber dado. Y ella hizo un buen papel y se presentó como una buena alternativa, contra una congresista de 16 años que tiene una gran experiencia política.

EG: 19 años.

JG: 19, perdón.

EG: Joe, me alegra. Gracias por lo que me toca. Precisamente, yo iba a comenzar esta entrevista recordándote a ti y a la audiencia que dentro de un tiempo yo llevaré una década en esta ciudad. Y tú eres una de esas personas con la cual, como tú decías, mantengo diferencias de enfoques de matices, de visiones y de perspectivas políticas. Sin embargo, nunca eso ha significado que surja un distanciamiento entre nosotros, que disminuya nuestra cercanía y que se limite la posibilidad de confrontación que mantenemos. Eso es algo muy distinto a lo que me ha pasado con muchas personas. Incluso con personas que han venido de Cuba recientemente, que se distancian de mi precisamente por mis posiciones, y he pagado por eso. Pero contigo, que has nacido aquí, que eres producto de otra visión de las cosas, no ha pasado. Y siempre hemos mantenido el diálogo. Entonces, porque todavía no he hecho la primera pregunta, (risas de Joe). Mi primera pregunta sería la siguiente: ¿Crees tú que realmente, en la vida, el único camino es el diálogo? Y cuando hablo de diálogo incluyo el diálogo entre Cuba y Estados Unidos.

JG: Déjame decirlo así: el diálogo es importante y en una democracia es realmente muy importante. Mario Díaz Balart y yo nos conocemos desde hace casi 20 años. Conozco a Mario hace muchísimo tiempo. Aspiramos ambos y competimos uno contra el otro. Tenemos visiones políticas muy diferentes, y discrepo con él en cuanto a la política. El último día de la elección, los dos trabajamos casi 9 horas en el mismo colegio electoral. El estaba a 10 pasos atrás de mi, y yo le dejé el espacio mejor, ya que él era el titular. Porque lo respeto y estaba ahí con su esposa, y yo no me iba a poner a tirar codazos ni nada. Y cuando acabamos la cola, fui a donde él estaba, le di la mano, lo abracé y le dije: oye, toda la suerte del mundo. Gracias por una campaña tan bonita. Creo que fue anteayer cuando lo llamé y hablé con él. Lo felicité. Le dije que había llevado a cabo una campaña muy eficaz, y que obviamente le tiré carnada muchas veces. Y él y su equipo de campaña nunca mordieron, nunca se equivocaron y ganaron. Se lo dije a Curbelo, que algunas veces le quería meter un cocotazo, porque es un muchacho más joven que yo y lo conozco hace muchos años. Pero es un tipo que se pasó bastante tiempo atacándome a mi y yo atacándolo a él, pero todo dentro de un matiz político. Ahora voy a  la parte más concreta de tu pregunta, que es la que me hace entrar en aguas profundas. A mi me parece que el diálogo que tiene que existir no es con nosotros, es con el pueblo de Cuba y su gobierno. Tiene que haber un diálogo. Que Cuba se siente y hable con Joe García me parece que no tiene impacto, y que yo hable con Cuba también tiene poco impacto. Es decir, no es un diálogo que va a  cambiar nada, aunque tampoco disminuye a Joe García. Me imagino que Cuba lo vería como un bajar del perfil por parte de ellos, posiblemente. Pero el concepto de la palabra diálogo es muy importante. Hay varias palabras a la que el exilio, o debido a la experiencia del exilio, se les ha cambiado el significado. Diálogo es una de ellas. Diálogo es una palabra civilizada, una palabra que implica cultura, capacidad, inteligencia, la habilidad de no llegar a una situación difícil, sino de encontrar soluciones. Eso es lo que significa la democracia, en la cual tiene que producirse un diálogo. Y te digo la otra palabra, que en muchos sentidos aquí se pierde su verdadero significado en el idioma inglés. La palabra intransigencia. Con la excepción de Miami, es una palabra que se aplica con un carácter peyorativo.

EG: Es una palabra negativa. Un concepto retrogrado.

JG: Exacto. Si tú y yo estamos en Los Angeles, y trabajamos en un restaurante y yo te digo: Tú lo que eres es un intransigente, eso es un insulto. Te estoy ofendiendo. Es igual que decirte bruto o que te falta de capacidad, te estoy llamando extremista. Y, sin embargo, aquí por mucho tiempo se le ha cambiado el significado con el cual se aplica en el resto de Estados Unidos, No se considera una palabra peyorativa, sino que se utiliza como si caracterizara algo bueno.

EG: Como si fuera una exaltación. Un sinónimo de virtud

JG: Ahí mismo, ya lo dijiste. Una exaltación. Un elogio. Y eso es algo incorrecto. Y regresando a tu pregunta. No tenemos un ejército. El ejército es una de las pocas cosas que posibilita el prescindir de un diálogo. Pero si yo no tengo un ejército la situación es otra. Me imagino que Pérez Roura debe de tener una tropa de cerca de 100.000 mil hombres armados, (risas). El problema es que si tiran un fusil, muchos no pueden ni alcanzarlo. Es decir, que si tuviéramos 100.000 hombres aquí, listos para la guerra con Cuba, no tendríamos que tener diálogo. Y si yo gano la guerra, en teoría, entonces yo no tengo que dialogar con mi enemigo. Pero es que hasta en las circunstancias más salvajes, en las guerras más destructivas de la historia, eso no ha ocurrido. Ahora sabemos que los japoneses y los norteamericanos estaban hablando hacía el final. No era un diálogo típico, pero era una conversación. Los mismos alemanes. Había generales que se querían entregar, y no los dejaron que se rindieran a los americanos. Se tuvieron que rendir a los rusos, para humillarlos aún más. Fue parte de lo que ocurrió. Entonces, yo pienso que eventualmente el diálogo se tendrá que producir. Pero será un diálogo con la nación cubana.

EG: Tú no crees que para empezar a transitar ese camino hay que hablar del diferendo entre Estados Unidos y Cuba. Entre el gobierno de los Estados Unidos con un presidente, llámese Barack Obama, se podría haber llamado John McCain, y el gobierno cubano. ¿Tú no crees que es legítimo, que en el mundo moderno, en el siglo XXI, que el gobierno de los Estados Unidos y el gobierno de Cuba, en un marco de legítimo respeto, se sienten a hablar sobre sus diferencias y sobre sus coincidencias?         

JG: La razón por la cual no tenemos que tener diálogo, es porque no nos cuesta nada no tenerlo. Y eso es parte del problema. Para uno tener una conversación que tenga sentido, ambas partes se tienen que sentir presionadas. Quiero que tú entiendas esto, porque este es uno de los grandes errores. Han habido errores de ambos lados. Indudablemente que si fuera el año 60, y yo estoy sentado con John F. Kennedy y él me pregunta: ¿Debemos poner un embargo? Yo le diría, no, por favor, no. No hagas eso, no hagas eso. Va a resultar un error. Pero tristemente, el error ha seguido y no hemos encontrado una solución. Porque el embargo, tú y yo lo sabemos, no es una cosa seria. Yo lo he dicho. Lo dije en la entrevista de Cuba Encuentro, que me imagino tú has leído. El embargo tiene más similitud a una religión que a una política. Una política es algo que yo pongo en práctica para lograr algo, para que ocurra algo, tanto por parte de mi como gobierno como del de mi opositor o aliado. Por ejemplo, se ha puesto en práctica una política para ayudar a Colombia. Se trata de El Plan Colombia. Se le brinda recursos a Colombia, y a cambio de ello ese gobierno lleva a cabo determinadas acciones. Pero la política hacía Cuba carece de efectividad.

EG: Joe, la pregunta es simple. Estados Unidos habla con Corea del Norte. Estados Unidos habla con Siria. Estados Unidos se sienta a conversar con Libia. Estados Unidos tiene relaciones plenas con Vietnam, donde murieron 58 mil norteamericanos, Estados Unidos no le impone a China comunista ni un grupo de transición para la democracia, ni un Caleb McKerry para que fiscalice. Ni le impone un embargo a China. Cuba, no es una amenaza terrorista para los Estados Unidos. Todas éstas no son opiniones mías. Son opiniones de las Naciones Unidas, son opiniones de importantes militares y académicos norteamericanos. Cuba no es una amenaza para Estados Unidos. Existen muchas materias en las cuales avanzar. ¿No es legítimo un diálogo entre el gobierno de la primera potencia mundial con un gobierno de un país, en que ambos están obligados a ser vecinos? ¿No es legítimo políticamente?

JG: Me imagino Edmundo, que si tu punto es que es si es legítimo, te digo que sí, que es legítimo pero no es necesario.  

EG: Pero, ¿para quién no es necesario? ¿Para los intereses de la comunidad cubanoamericana?

JG: No. Para el gobierno norteamericano.

EG: Déjame, redefinir la pregunta. ¿El gobierno norteamericano está integrado, por una cantidad de intereses del pueblo y de la sociedad norteamericana.

JG: Correcto.

EG: Más del 60%, y ésas son cifras que tú conoces, de los norteamericanos consideran que sería bueno un restablecimiento de relaciones.

JG: Más del 60% de las personas del estado de la Florida le quitaron el derecho de matrimonio a los homosexuales, en una enmienda constitucional. Vamos estar claros. No asumas una posición, particularmente tú, que representas a una minoría. No asumes la posición de que donde existe mayoría existe razón. Dame una mayoría, para yo enseñarte un grupo equivocado. Vamos a dejar eso.

EG: Vamos a los intereses. No. Hay una cosa que es muy importante y tú eres un hombre inteligente. Eres una persona con un capital político. El hecho de que hayas perdido esta elección frente a Mario Díaz Balart, en nada, en mi criterio, disminuye tu talento ni tu capacidad ni tu camino político en el futuro. Por eso, es importante ante un político con  futuro, y yo sé que a lo mejor, precisamente, por saber que tienes futuro, te tienes que morder la lengua.

JG: Y precisamente, porque soy político, correcto. Seguimos.

EG: ¿Te has tenido que morder la lengua ya?

JG: No.

EG: ¿Pellizcártela?

JG: Edmundo, tú estás brindando un argumento filosófico, y yo estoy brindando un argumento práctico. Los norteamericanos no tienen necesidad de dialogar con Cuba. Y políticamente hay un costo por hacer eso. Y ellos tienen una posición y una trayectoria, que ya está ahí, que no les cuesta ni fu, ni fa. Porque a fin de cuentas, qué. Tú eres el que describiste a Cuba como un país pequeño, que es poco importante, ¿qué necesidad tienen los norteamericanos? y así y todo se habla.  

EG: Entonces, ¿qué haría falta para que hubiera un diálogo?, ¿qué Cuba tuviera armas nucleares?

JG: Obviamente, ese argumento es el que se presta para esta administración. Indudablemente que esta administración vive convencida de que no hay nada serio. Porque al terminar este mes, durante la administración de Bush, se habrán llevado a cabo negocios con Cuba por valor de más de 2 mil millones de dólares. Negocios hechos por norteamericanos, por empresas norteamericanas, con el gobierno actual. Durante los ocho años de esta administración se han hecho más negocios con Cuba que en toda la historia, Más que de lo que se pudo haber hecho en toda la república o antes de la república. Tú te preguntas entonces: ¿Qué embargo? Estamos hablando, y es lo que te iba a decir: ¿Qué embargo? Y de nuevo, cuando tú y yo estamos hablando del embargo, fíjate la respuesta típica. Vamos a quitarte a ti de esto, porque tú no participas de esa política. Pero, si yo le pregunto a alguien: ¿Y qué tú piensas del embargo? La respuesta típica es: Yo creo en el embargo. Como si fuera una religión. Es un acto de fe, igual que yo creo en la Virgen María y los santos. Eso es parte de mi religión. Yo creo en eso. Es algo muy similar. El embargo, tú no puedes creer que funciona. Pero los norteamericanos están haciendo más negocios que nunca. Por ejemplo, la canasta básica, en cada casa, que se recibe en Cuba. La mayoría de lo que está en la canasta básica lo provee Estados Unidos. Lo proveen compañías norteamericanas que le venden a Cuba. Trigo, pollo. Como todo eso viene de los Estados Unidos y de proveedores norteamericanos, la pregunta más elemental es: ¿Qué embargo? Pero una vez formulado en estos términos por el poder norteamericano, ese diálogo exigido es innecesario. Yo estoy de acuerdo contigo. Si esta administración de George W. Bush, le quedaran 2 años o le quedara 1 año, y existiera la impresión de que Fidel Castro tiene armas nucleares, o mañana se anunciara que sí hay reservas de petróleo, valoradas en trillones de dólares, en las costas de Cuba, yo te aseguro que en una semana, eso se resuelve. Porque fíjate que es precisamente, el panorama que pusiste. Hablamos con naciones como Libia, que son países petroleros y peligrosos.

EG: Pero, además, apoyamos a países que realmente están implicados en actos terroristas contra los Estados Unidos y contra la humanidad.

JG: Correcto. Pero así es la política, la política internacional. Espero que no te sorprenda a ti, ni a ningún oyente.

EG: Pero tú, personalmente, no crees que aquí el único camino, después de 50 años, es sentarse alrededor de una mesa, sin precondiciones.

JG: No. Yo sí te digo, que hay cosas que se pueden hacer. Pero también se puede decir: todo esto no ha funcionado, vamos a tirarlo por la borda. Me parece que uno empieza con pasos calibrados. Es lo que la administración de Obama ha anunciado. Es la política mía, y cuando digo mía te digo que es una política que hemos tomado en el Partido Demócrata.

EG: ¿Eso es lo que tú vas a aconsejarle, a la nueva administración?

JG: Es lo que ya le aconsejamos a la nueva administración.

EG: ¿Ya tú le hablas al oído? ¿Le sigues hablando al oído a la nueva administración, sobre la política hacía Cuba?

JG: No. Di ese consejo, cuando el dio él (el presidente electo Barack Obama) dio el primer discurso sobre la temática de Cuba. Lo hizo en un evento que organicé aquí, en agosto de año pasado. Allí vino Obama, como aspirante a la nominación demócrata a la presidencia, y anunció su política hacia Cuba, que la reiteró en el evento de la Fundación Cubano Americana este último año, y que en varias ocasiones la ha repetido. Porque es lo que él piensa, y me parece tremendo paso. Porque es un paso a la lógica, a la cordura y eventualmente nos llevará a algún otro lugar. Pero vamos a empezar por ahí. Tirar todo por la borda y sentarnos sin precondiciones, con el régimen de Cuba, a mi no me representa nada. Creo que a Cuba no le representa nada.

EG: Pero, lo que sí está claro es que es una ofensa a la soberanía de cualquier país del mundo exigirle precondiciones para conversar. Cuando tú te sientas a conversar es cuando tú estableces las diferencias.

JG: Hay un montón de razones por las cuales sentarse, y los países se sientan todos los días. Y esas precondiciones existen en cada conversación.

EG: ¿Cuáles serían las precondiciones, las mismas que viene pidiendo la administración Bush?

JG: No, no. Esas son excusas. Y me parece que aquí, y quiero decirlo porque es amigo mío, hay que hablar de lo expresado por Jorge Mas Santos. La caracterización de Jorge Mas Santos, en el evento de la Fundación Nacional Cubano Americana, cuando él habló de las famosas precondiciones para no hacer nada en Cuba, como la liberación de todos los presos políticos, la libertad de partidos políticos y elecciones democráticas, como preámbulos antes de que se pueda hacer nada, y entonces quedarse cruzado de brazos, eso no es victoria, es rendirse ante el mal. Y esa es la política que aquí propugnan algunos grupos, los guapos de La Calle 8. No, nada hasta que Cuba no haga esto, esto, esto y esto. Es como dijo Julia Sweig, con la cual discrepo mucho, pero ella utilizó una frase adecuada: “Ningún país coge una pistola y se suicida.” Y tú no le puedes pedir a ningún país que se suicide. Porque obviamente ningún país hace eso. Dicho esto, dentro de lo que estamos hablando, llevarlo a donde tú lo quieres llevar, puedo entenderlo, pero eso no quiere decir que estamos listos para eso tampoco. Hay un diferendo bastante amplio. Lo que debemos empezar es a tomar una serie de pasos, los cuales espero que ocurran. Por ejemplo, con todo el deseo del mundo lo digo, porque no espero la buena fe pero soy optimista. Espero que si Cuba ve lo que va a hacer el gobierno norteamericano, que si en algún momento del año que viene vamos a liberar, vamos a abrir las visitas familiares y vamos a abrir las remesas, el gobierno de Cuba. por su propio interés, no ponga restricciones. En el  pasado, cuando ha ocurrido eso, el gobierno de Cuba ha dicho: Vamos a subir el precio de la visa o vamos a hacer más difícil el proceso por acá o vamos a hacerlo más difícil por allá. Soy de la opinión, que si el paso que toma el gobierno norteamericano es liberar las visitas familiares y liberar las remesas, el gobierno de Cuba actúe por su propio interés, no de acuerdo al interés norteamericano. Sin dejar que esto tenga un efecto positivo, y entonces yo seré uno de los que abogue para que se tomen otros pasos.

EG: Vamos a algo que tú has mencionado, que tiene que ver con Jorge Mas Santos y la Fundación Nacional Cubano Americana. Jorge Mas Santos escribió antes de las elecciones, y yo precisamente lo discutí, algunas posiciones de él al respecto. Y cuando él las da, asumo que es la posición de la Fundación. ¿Tú sigues siendo parte de la Fundación?

JG: No me he reincorporado a la Junta Directiva, pero sí: me considero parte de ella.

EG: De alguna manera, quiero referirme a la visión de Jorge Mas Santos, y la que enfoca la Fundación, respecto a un grupo de temas alrededor de Cuba. Por ejemplo, cuando habla de los suministros de dinero federal a la disidencia interna, dentro de Cuba, que éstos ya no estén a cargo de ciertas manos. Pero cuando habla de la liberación de los viajes de los cubanoamericanos, y lo dice muy claro, pues que esto contribuiría para que los cubanoamericanos sean quienes llevemos también financiación y llevemos cosas para que la disidencia las reciba más directamente. O sea, Jorge Mas Santos, de alguna manera dice: Conviértanse ahora en mulas del dinero federal para la disidencia. ¿A ti eso te parece bien?

JG: A mi me parece bien. La Fundación fue creada básicamente para promover la libertad y la democracia en Cuba.

EG: ¿Cuál libertad? La que entiende un grupo de directores de esa organización, que asumen que lo que ellos proponen va a ser libertad y democracia en Cuba.

JG: Yo te aseguro que el criterio de libertad que ellos tienen se aproxima mucho al mío.

EG: Unas personas que incluso llegan a tomar una agenda tan legítima, como es la agenda familiar, para inmiscuirla en sus planes de desestabilización política.

JG: Igual que uno ve la práctica de Cuba y lo que hacen en Cuba, que es el único lugar en el mundo que te renta a tu propio familiar.

EG: Yo estoy en contra de eso.

JG: Hablamos del gobierno de Cuba también y de sus errores. Lo que yo te digo es que lo que hace la Fundación Nacional Cubano Americana, es promover la democracia y la libertad en Cuba. Eso, dentro del marco en que se hecho, a veces nos hemos ido por una tangente, y esa tangente se corrige. Tú viste que cuando el Presidente hizo las declaraciones del 2004, el único grupo o el primer grupo que se opuso a eso fue la Fundación. El mismo día que se estaban anunciando.

EG: Pero habría que decir también, respecto a eso Joe, que la Fundación, había perdido todo el capital político en Washington, y si no pasaba a una posición activa, quedaba sin escenario.

JG: Ahí discrepo contigo. El problema es que aquí la gente no entiende cómo funciona la democracia. Hay que distinguir entre el grupo que tiene el poder y el grupo que se retrata. ¿Cuáles son los logros luego de tantos retratos? Muchas fotos con Bush, muchas botellas políticas y continuar la destrucción de Radio y TV Martí. Después de ocho años, ¿cuáles son sus logros? No han logrado nada. A diferencia, el día que se anunciaron las medidas del 2004, esas medidas que no se implementaron como quiso la Fundación. Pero está la abrumadora mayoría de las cosas que se encontraban y ahora se olvidan: micropréstamos para la sociedad civil, ayudar a la disidencia más directamente. Todas esas cosas fueron escritas en parte por la Fundación Nacional Cubano Americana, y hay párrafos enteros, y a ese documento, que era el Plan de Transición para una Cuba Democrática, le añadieron estas dos cosas, que eran adversas, y la Fundación, aunque dándole las gracias al Presidente por lo aspectos internos, se opuso desde el primer momento, porque pensamos que, primero de todo, no perseguían la agenda de promover una sociedad civil más fuerte dentro de Cuba, y eran contraproducentes dentro de lo que estaba tratando el gobierno norteamericano de promover, y además resultaban negativas para los intereses de la familia cubana.    

EG: Con respecto a la plataforma que está ofreciendo la Fundación, que ha alcanzado cierto protagonismo, te voy a decir algo, aunque te moleste un poco. Lo que propone Jorge Mas Santos, que se publica en el Washington Post, que está en la página en internet de la Fundación Nacional Cubano Americana, en inglés y en español, es una actitud plattista.

JG: Pero es que ante la realidad que está viviendo la nación cubana, y es una realidad ante cuya visión tú y yo tenemos una distancia enorme, pero vamos a dejar esto fuera, el interés de la Fundación no es ser plattista.

EG: Sin embargo, eso precisamente es lo que está haciendo: le está pidiendo al gobierno de Estados Unidos que con dinero norteamericano promueva una política. Ahora no serán Frank Calzón y no será Orlandito Gutiérrez, pero de nuevo la Fundación busca ese papel. Ninguno de estos dos están bajo la éjida de la Fundación, pero sí lo están bajo la del CLC.       

JG: La Fundación lo que busca es promover una sociedad civil en Cuba, pero nunca será la propia Fundación la receptora de ese dinero. Cuando se crearon esos fondos, la Fundación, que pudo haber recibido muchos de esos fondos, nunca cogió un centavo. Ahora bien, respecto a Frank Calzón, él tiene su trayectoria  y su servicio a la causa de una Cuba libre. Yo y él discrepamos en los métodos que él ha asumido a veces. Pero Frank ha sido muy exitoso en algunas cosas que ha hecho. Yo nunca abogaría porque no le dieran fondos a Frank Calzón. Por lo que yo abogo es porque los fondos que se dan a Cuba no sean botellas políticas. Me parece que lo que la Fundación siempre evitó fue colocarse en una posición como la ofrecida por Frank Calzón, cuando uno lo ve en un programa de televisión defendiendo a George W. Bush como si fuera el nuevo Martí o el Titán de Bronce. La Fundación se fajó con Reagan, con Bush padre, con Clinton y con este Bush. Esa es la labor de la Fundación.

EG: Bueno, en realidad la Fundación tiene mucha historia, y en esta historia hay cuestiones delictivas. Pero de eso no quiero hablar contigo ahora.

JG: Bueno, tú conocerás estos “esqueletos” (ocultamientos). Yo no los conozco. Respecto a las acusaciones que se hacen a la Fundación Nacional Cubano Americana, yo he estado ahí bastante.

EG: ¿Tú estabas en el 97?

JG: En el 97 yo estaba en la Comisión de Servicio Público en Tallahassee.

EG: ¿Pero tú eras cercano a la Fundación en el 97?

JG: Sí, yo era cercano. Yo, por ejemplo, hablaba con Pepe Hernández.

EG: ¿Tú desconoces que directores de esa Fundación ahora están incluidos en una investigación por financiar actos terroristas, por mandar dinero con ese objetivo. Directores. Miembros de la Junta Directiva de esa Fundación?

JG: Yo sé que hay acusaciones de ese tipo. Y, de nuevo, yo nunca he participado en ninguna de esas cuestiones, en ninguna de mis etapas en la Fundación, y mira que tuve bastantes etapas. Y aunque me han criticado por tener un papel protagónico en las organizaciones en que participo, a mi me parece que jugué un papel bastante destacado en la Fundación, por ejemplo en el proyecto Exodo, y nunca vi nada de eso.

EG: Vamos a no meternos más en el pasado e ir al presente. Respecto a la posición de la Fundación, de cara al nuevo gobierno norteamericano, yo te garantizo que tiene un trasfondo plattista y anexionista en sus planteamientos. Está dicho por las palabras de Mas Santos, no por mi.

JG: Edmundo, no. Primero de todo, Mas Santos nunca usó la palabra plattista.

EG: ¿Tú me ayudarías a que Mas Santos venga aquí a plantear su discurso?

JG: Es que yo no soy mensajero de Mas Santos. Si tú quieres hablar con Mas Santos, yo te doy el número de su oficina. Yo no soy mensajero, ni tuyo ni de Mas Santos. Yo soy amigo de Jorge Mas Santos y me considero amigo tuyo, pero mensajitos no. Yo no soy paloma mensajera ni nada de eso. Lo que sí te digo es que entiendo tu caracterización de la posición de Jorge Mas Santos, igual que yo me pudiera sentar aquí y caracterizar una serie de posiciones que toma el gobierno de Cuba, que son absurdas, contraproducentes, y le hacen daño al país y a sus gentes. Y en esto podríamos pasarnos la noche entera, discutiendo las discrepancias que tenemos. La posición de la Fundación, y el papel que quiere jugar la Fundación, y la razón por la cual se creó la Fundación, es para promover democracia y libertad en Cuba. Posiblemente tú no compartas ese concepto, esa forma de definir a la democracia y la libertad, posiblemente Cuba tampoco, pero yo sí, yo sí comparto esa idea de que el pueblo de Cuba debe tener democracia y libertad, y debe poder participar en su futuro. Fíjate, te lo está diciendo alguien que acaba de perder un proceso político. Y esto no lo  digo para insultar a mi contrincante. Yo me siento, todavía, más capaz y más hábil. Y considero que hubiera podido representar a las personas de mi distrito mucho mejor. Sin embargo, un proceso electoral decidió mantener, o la mayoría de los que votaron en la elección decidieron mantener, a mi contrincante. En este caso particular, el proceso electoral no tuvo el resultado que yo quería, pero, sin embargo, defiendo ese proceso, me parece que es un buen proceso. No es perfecto, si fuera perfecto Joe García estuviera en el Congreso en unas cuantas semanas. Ese no es el caso. Pero lo defiendo. Y eso sí es libertad y democracia, con los fallos que tú sabes que existen en este pueblo. Pero con todas las limitaciones que existen en este pueblo, no son las limitaciones a las que se enfrenta una persona en Cuba, si hace lo que yo estaba buscando llevar a cabo.

EG: Joe hay una gran presión, y no sé si en verdad tú eres ajeno a ella, una presión que si realmente cambiara, desde una perspectiva similar a la que se emplea en el resto del mundo para hacer la política moderna, si se atendiera la opinión de las Naciones Unidas y de los organismos internacionales, los pedidos que hacen las instituciones mundiales, ¿tú no crees que incluso pudiera beneficiar y que realmente pudiera haber una mejor vida para los cubanos que viven en la isla y para los que vivimos aquí?

JG: Yo te aseguro que si tú metes a una cotorra en una jaula, va a vivir más tiempo que una cotorra libre. Pero el punto de la cotorra es que no nació para vivir dentro de una jaula. Y la realidad es que dentro de los famosos logros de la revolución también la sociedad cubana ha pagado un precio enorme.

EG: ¿Qué logros tú le reconoces a la revolución cubana?

JG: Mira, indudablemente que han creado un sistema de educación que han mantenido e incrementado. Me parece que uno tiene que reconocer eso. También, en términos de medicina latinoamericana, han hecho algo que no he visto en ningún otro lugar en Latinoamérica, que es un servicio de atención médica para todos, que aunque no sea el mejor del mundo, indudablemente que es mejor que en la abrumadora mayoría de los países de Latinoamérica, al menos hasta donde yo conozco, y brinda una cobertura al ciudadano de la A a la Z. Pero eso me parece que ha tenido un precio enorme para la sociedad cubana, y eso es algo que me parece que se puedo haber balanceado mucho mejor.

EG: ¿Qué opinión tienes respecto a que, dentro de los proyectos de esta administración, existe un programa específico para que profesionales de la medicina cubana deserten si están en el exterior y entonces vengan a los Estados Unidos? Un plan que incluso cuenta con el apoyo de la Fundación Nacional Cubano Americana. Ayer mismo veía a Omar López Montenegro alrededor de uno de esos casos.

JG: A mi parece que en una sociedad libre, como la de Estados Unidos, si alguien quiere desertar a Cuba lo dejan. Nadie le dice: No te puedes ir. Uno se puede ir para Cuba mañana, simplemente tiene que ir al aeropuerto. Un médico, en los Estados Unidos, puede hacer eso. Cuba es la única nación donde sus ciudadanos actúan en contra del país. Hay un fracaso enorme en tratar de forjar una relación a largo plazo. El diálogo del 80 fue un clásico ejemplo, donde se destruyó cualquier intento en este sentido.

EG: ¿Qué te hace pensar que no se está creando una relación entre los cubanos que viven fuera y los que están dentro de la nación cubana, y que se está forjando al margen de cualquier influencia política, en base a la identidad de la familia y de la nación?

JG: Bueno, podemos permanecer en este juego otros 50 años. Yo creo que es lo que ocurre si llevamos esto al diferendo de los últimos 50 años, donde Cuba es víctima de la agresión norteamericana. Por Dios, vamos a dejar la bobería. El pueblo de Cuba es víctima del gobierno de Cuba y los norteamericanos son víctimas en algún sentido de la política que ha imperado en los últimos cuatro años. Pero vamos a llegar a donde estamos hoy. Y yo estoy de acuerdo contigo en que si la política de Barack Obama, lo que ha prometido hasta ahora , se implementa, y el gobierno de Cuba actúa racionalmente a sus intereses, en vez de lanzar argumentos sobre si es plattista, si Mas Santos esto, si Joe García lo otro, si en su lugar mira lo que está haciendo el gobierno norteamericano, y permite el desarrollo de esa vía, entonces se puede dar lo que tú dijiste: que a largo plazo la cultura cubana, los nexos que nos unen, pueden ser un factor muy grande para bajar la tensión y encontrar una solución a un diferendo que me parece que por ambas partes no ha resultado fructífero.

EG: Déjame decirte, a lo mejor no entendiste algo. Cuando yo me refería a Mas Santos y a la Fundación Nacional Cubano Americana, me refería sobre todo en base a ti, y al vínculo que tú mantienes con la organización, y en base al vínculo de determinadas personas, que en esta comunidad atienden esas voces. Yo personalmente no tengo la menor duda, y estoy completamente convencido, antes dudo de la paternidad de mi padre, de que ni Mas Santos ni la Fundación Cubano Americana jugarán papel alguno en el futuro político cubano.

JG: Precisamente Edmundo, ese es el problema. Eso es totalitarismo completo. En la sociedad norteamericana, hasta los retrasados mentales, que pueden crear sus asociaciones, tienen el derecho a participar. Ese totalitarismo y arrogancia del poder, y no eres el primero en decirme eso, es el que otorga la misma retórica del gobierno de Cuba. Mira cual es la razón por la cual el sistema norteamericano tiene muchas virtudes, y yo pienso que por eso es superior a la del gobierno que impera en tu país. Vamos a considerar a Joe García como un norteamericano. Lo grande de este país es que un Edmundo García puede venir aquí y discrepar. Puede burlarse del presidente de los Estados Unidos, puede hacer chistes sobre él y nada pasa. Tendrá su precio. Si no eres lo suficientemente gracioso te quitan el programa, y te van a hacer guerra, indudablemente. Pero lo que sé es que no terminas en un calabozo, no eres víctima de una represión organizada por el gobierno. Y eso es clave. Entonces, dentro de eso, está el hecho de que, como en todas las sociedades, uno tiene que tratar de lograr el éxito. Igual que yo no lo he conseguido cuando he aspirado al gobierno. Si esto fuera otro lugar, en otro momento de la república, estaría metido en la Sierra, tirando tiros y buscando una solución porque no me la dejó el proceso político de Cuba. Yo me opongo al gobierno de Cuba, yo le he tratado de hacer daño al gobierno de Cuba con mis acciones, pero el punto mío es que yo no quiero descartarme del futuro de Cuba y de que nadie se vea excluido de la posibilidad de hacer eso. Con la excepción de que digan: Tú no eres cubano, no naciste aquí. Como ha dicho Fidel Castro: Joe García, “el americano”.

EG: ¿Te produjo satisfacción el que Fidel te mencionara? ¿No te sentiste reconocido?

JG: No, era cuando había cogido el cargo de la Fundación Nacional Cubano Americana, y él hizo un comentario: “Vamos a ver que hace este americano nuevo que tienen”.

EG: ¿Hacia dónde va tu vida política? ¿Ya te han hecho algún ofrecimiento? Tú eres una persona a la que se le debe de hacer ese tipo de ofrecimiento, además de por determinadas circunstancias por el hecho de que eres quien le abre la puerta a Barack Obama en Miami  

JG: No me han ofrecido nada. Ni he pedido nada. Es posible que me dedique a trabajar como abogado. Es posible que tenga que hacer algo en este sentido. Siempre lo he tratado de evitar, cuando es posible, para no hacer mucho daño en la sociedad (risas). Lo que sí te puedo decir es que si el presidente de los Estados Unidos me llama, y me dice que necesita que yo sea el barrendero de la Casa Blanca por los próximos seis meses, porque carecemos de alguien que ocupe ese cargo y la nación me necesita, sea Barack Obama o cualquier presidente norteamericano, me parece que es una obligación de todo buen ciudadano el tratar de servir su nación, y más cuando se vive un momento de crisis como éste. Yo me sintiera honrado de que esta oferta se me hiciera, pero hasta ahora no se me ha hecho.

EG: ¿Dónde tú consideras que serías más útil a la administración de Barack Obama, en qué tipo de función, en qué tipo de departamento?

JG: Tú sabes que yo tengo un gran conocimiento sobre el tema de la energía, porque trabajé en la Comisión de Servicio Público. También sé mucho de telecomunicaciones y también tengo conocimientos de política exterior. Posiblemente no el conocimiento que uno quisiera, pero es un buen conocimiento sobre este tema. Son áreas en la que pudiera participar, así como en la administración. El gobierno norteamericano es enorme y hay muchas áreas. También es muy posible que el gobierno norteamericano, o que el presidente no tenga interés en ofrecerme nada. Te repito que yo no le he pedido nada.

EG: Has mencionado dos temas que son sensibles: política exterior y radio comunicaciones. ¿A ti realmente te interesa ser director de Radio y TV Martí? ¿Te gustaría ese trabajo? ¿Tú crees en Radio y TV Martí, aunque no se oye y nadie la oye en Cuba?

JG: La palabra que tú usaste me parece la correcta. Yo creo en el propósito de Radio y TV Martí. Me parece que lo han destruido. Cuando Radio Martí empezó tuvo un gran impacto en Cuba. Me parece que estamos muy lejos de ese día. Me parece que han destruido el proyecto culturalmente y es bochornosa la administración, no los empleados, que muchos de ellos han sido víctimas de una mala administración, de la falta de visión y de la incompetencia que han demostrado muchas administraciones. En la dirección de estas personas, han creado una atmósfera que es casi perversa.

EG: Deduzco que para ti no se trata de un proyecto injerencista a la soberanía cubana.

JG: No, no lo es. La BBC de Londres yo la miro todo los días en la televisión y no salgo a llevar a cabo una labor de conquista en favor de los británicos.

EG: Pero tú debes saber que la BBC no tiene entre sus propósitos desestabilizar a ningún gobierno y ser parte de una maquinaria de propaganda.  

EG: Mira, los británicos, Radio Netherlands, ese tipo de emisoras de radio que propagan su información alrededor del mundo tienen sus propósitos. No lo dirán de forma tan directa como una estación que está creada con el propósito de propaganda. Mi interés en Radio y TV Martí es que le brinden al pueblo de Cuba una opción de noticias e información.

EG: ¿Y que sirva para desestabilizar al gobierno cubano?

JG: Me parece que ese objetivo es poco serio.

EG: ¿Por parte de quién es poco serio? ¿Tú no crees que detrás de Radio y TV Martí está la intención del cambio de gobierno?

JG: Puede ser que esté la intención, pero me parece que el interés, y al menos como yo la vi operar, al menos mientras Jorge Mas Canosa vivía y mantenía su participación en  Radio y TV Martí, era la de brindar información al pueblo de Cuba para que éste se formara criterios y llevara a cabo decisiones, para que pudiera participar de una información más balanceada sobre la realidad. Estoy de acuerdo contigo en que eso se ha perdido.

EG: ¿Pero el hecho en sí no es injerencista?

JG: ¿Y Radio Rebelde cuando transmite para acá? ¿Cuál es el argumento en este sentido, que los americanos tienen que ser más puros que nadie?

EG: Entonces, ¿para Joe García es legítimo que Estados Unidos influya, determine e instrumente una posición política dentro de la isla de Cuba, para desestabilizar al gobierno cubano, le guste o no le guste? ¿Eso no es injerencia, eso no es plattismo, eso no es una agresión a la soberanía de un país, que tiene el derecho y que está reconocido como independiente?

JG: Entonces hay que atacar a la BBC de Londres y cancelarla. La BBC se oye en Cuba, está dando su posición, tiene sus intereses, que son los intereses británicos y los está trasmitiendo dentro de Cuba. Aunque es cierto que en Radio y TV esto está decidido y dicho más claramente que en el caso de los ingleses, que tienen una capacidad mucho más sofisticada de la comunicación que posiblemente la nación norteamericana. En cualquier país, donde unos individuos hablando desde una estación puedan desestabilizar al país, esto habla mucho sobre el país y no sobre la emisora.

EG: Venga acá Joe, tú que eres del Partido Demócrata, ¿por qué el senador Bob Menéndez, de New Jersey, se ha pronunciado permanentemente en favor de una línea de política dura hacia Cuba y sin embargo, descubro hoy que está en contra de sanciones a Sudán?

JG: Edmundo, de nuevo: si tú quieres yo te doy el número de Bob Menéndez y tú lo llamas para conversar con él sobre la política de Bob Menéndez. Es amigo mío, y el tendrá su política respecto a Sudán y tendrá otra respecto a China.

EG: Yo lo único que quiero saber es si tú no percibes la incoherencia.

JG: No, pero la de Cuba sí, que tiene una “soberanía perfecta”, y sin embargo en la Constitución cubana hasta hace poco eran los rusos lo que determinaban en cualquier conflicto interno. En un momento jugaron ese papel.

EG: Joe, ¿tú realmente crees eso? Yo creo que ese es un programa que podemos hacer y discutir, no tú y yo sino personas que realmente sepan mucho de eso.

JG: Estoy de acuerdo. Lo que pasa es que tú lo que quieres es argumentar sobre la pureza o no de la política norteamericana. Yo no he llegado aquí para ser más puro que nadie. La política exterior de un país tiene sus buenas y sus malas, y pocas veces yo he encontrado a una nación que tenga una política que uno pueda pasar por el prisma de la lógica, de la A a la Z, y eso pasa con los Estados Unidos, que es un país que tiene tantos intereses.

EG: Te lo voy a simplificar Joe. En La Habana hay un hospital que se llama el William Soler. Ese hospital tiene un cardiocentro infantil, que atiende a niños con problemas cardíacos de una forma totalmente gratuita. Hay unos medicamentos nuevos que hacen falta para el tratamiento a esos niños que tienen patente norteamericana. Hay una empresa canadiense que tiene la posibilidad de comercializarlos. Se los estaban enviando a Cuba. La han sancionado y se lo han prohibido. La acusación viene no de parte de Cuba, la acusación viene de la empresa canadiense que ha dicho que ha sido multada y que las autoridades norteamericanas están tratando de impedir que llegue a Cuba ese medicamento o ese instrumental, que  es necesario para ese cardiocentro que atiende gratuitamente a los niños. ¿A ti no te parece que esa es una política cruel y criminal del gobierno norteamericano?

JG: Mira Edmundo, no sé las condiciones. Tú me has descrito un caso que yo no sé. Me parece que es contraproducente, pero a lo mejor los norteamericanos tienen sus razones, a lo mejor se trata de un robo de patentes. Mira, los chinos quieren ciertas tecnologías norteamericanas, y no se deja que los chinos se lleven ciertas tecnologías porque se apropian de ellas. Yo no sé las razón de esto, y en la descripción tuya, indudablemente, luce como un pecado. Igual que me parece que es un pecado que hay cientos de niños que tienen su padre aquí y el gobierno de Cuba no los deja salir, y eso tú y yo lo sabemos. Me parece que es absurdo, cruel, da pena que un gobierno haga eso, y sin embargo tú y yo sabemos que eso ocurre. Entonces, ¿qué tú quieres que te diga?

EG: Joe, con qué capital político van a poder trabajar los congresistas cubanoamericanos del sur de la Florida, y esto ya no es nada partidista, porque la elección se acabó. ¿Qué van a poder hacer en el nuevo Congreso, en Washington, qué papel pueden jugar, sobre todo después que han tenido posiciones muy partidistas todo este tiempo, qué van a poder influir Ileana, Mario y Lincoln en este Congreso, en este Senado, en este Washington, en esta administración? ¿Qué papel van a poder jugar?

JG: Yo me imagino que siguen siendo políticos electos en el sur de la Florida, y que como éste es un gobierno democrático y amplio, ellos van a tener sus opiniones y van a tratar de expresar sus opiniones.

EG: ¿Y tú crees que van a lograr capital político en el nuevo Congreso?

JG: Mira, el poder de ellos ha disminuido mucho desde que el Congreso cuenta con una mayoría demócrata. Y me parece que en este próximo Congreso se va a ver aún más disminuido ese poder. Pero también hay muchos problemas en el gobierno norteamericano, hay muchos proyectos que se tienen que resolver. Ellos van a tener capital político, van a tener voz, pero no serán la voz cantante. Me parece que tenemos a muchas otras personas y en particular el apoyo que recibió Obama fue bastante fuerte en la comunidad cubanoamericana y la comunidad hispana, pero tampoco uno tiene que descartarlos. Yo soy de la opinión que vamos a ser sorprendidos. De nuevo, si el gobierno cubano sigue los pasos de cordura que va a tomar la administración Obama respecto a lo que son las visitas familiares y lo que son las remesas, puede ser que tú veas que hasta los mismos congresistas, que en estos momentos los vemos asumiendo una posición, puede ser que ellos evolucionen también, puede ser que esto traiga algo en que tú y yo sí creemos, que el contacto, y que la expansión de los contactos entre los cubanoamericanos y los cubanos de la isla va a ser favorable para crear un marco más amplio. Yo soy alguien que ha evolucionado en ese tema, y espero que los viajes creen un cambio en esa posición.

EG: Joe, por fin: ¿Departamento de Estado o Radio y TV Martí? ¿Hacia dónde te ves más cerca?

JG: ¿Quién? ¿Yo? De nuevo: no he pedido ninguna de las dos cosas. No me veo cerca de ninguno de ellos. De quien depende esto es de la administración, y de quienes rodean al Presidente: sus consejeros.

EG: ¿Tú crees que el futuro, a partir de la derrota, tanto de Raúl como tuya, fundamentalmente en las elecciones, el futuro de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos va a ser más directamente ahora entre los grupos que tienen diferentes posiciones en Washington, y están junto al gobierno norteamericano, directamente, junto con el gobierno cubano? ¿Tú no crees que Miami ha salido bastante del juego, con respecto a la influencia de la política hacia Cuba?

JG: No. El sur de la Florida fue centro del debate nacional y de nuevo va a jugar un papel, porque aquí las elecciones ocurren cada dos años y las presidenciales cada cuatro. Las cifras de los votos que ganó Obama en el condado Miami-Dade no las ha recibido otro candidato a la presidencia.

EG: ¿Qué te parece el hecho de que los disidentes volvieron a votar en la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) y Obama perdió allí, en la SINA?

JG: Tú y yo sabemos que yo siempre he pensado que esa elección es una cosa absurda. Resulta absurdo y patético que el gobierno norteamericano permita que se haga eso.

EG: Joe, muchas gracias por tu participación.

JG: Un placer estar contigo y lo hemos disfrutado mucho.

Programa: La Noche se Mueve
Director Edmundo García.
Fecha: 13 de noviembre de 2008.
EG: Edmundo García.
JG: Joe García.
 El programa La Noche se Mueve se puede escuchar en internet, en la siguiente dirección electrónica: http://www.lanochesemueve.us/
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