No dijeron estos medios nada o casi nada de los asesinatos perpetrados por el ejército y los paramilitares hondureños antes y después de las elecciones fraudulentas con las que la oligarquía latifundista pretende legitimar un poder usurpado al pueblo. Tampoco se explayan demasiado con la eliminación física de campesinos perpetrada a diario por los paramilitares y el ejército colombianos, con el respaldo del presidente Uribe, gobernante sanguinario donde los haya, ni con las masacres de indígenas cometidas por las fuerzas represivas peruanas a cuenta de los intereses de la minería transnacional.
Esta tergiversación permanente de los hechos que demuestra que hay una doble vara de medir, es extensible también a la historia del personaje fallecido, ya que contrasta su conversión en héroe de la libertad del pueblo cubano, por obra y gracia de los mismos medios, con el silencio que mantienen sobre la trayectoria de lucha popular de los sindicalistas asesinados en Colombia, por poner ejemplos sangrantes. Y ya que hablamos de contradicciones de lesa humanidad también tenemos el caso de lo Cinco luchadores antiterroristas cubanos, que los medios de comunicación capitalistas casi nunca mencionan y a los que el gobierno de Estados Unidos mantiene injustamente encerrados por más de diez años ya, por prevenir atentados contra Cuba, mientras pide insistentemente la liberación de sus mercenarios a sueldo a los que llama luchadores por la libertad. Está claro que no es muy de recibo extenderse demasiado sobre los desafueros cometidos por los difuntos en vida, pero nos vemos obligados a realizar una aclaración de los hechos, habida cuenta de la manipulación que de los mismos han llevado a cabo sin escrúpulos los grandes grupos mediáticos del capitalismo.
CESC-Madrid 27 de Febrero de 2010