Néstor García Iturbe - Cuba Socialista.-
Objetivos del MPAC
El objetivo de este Centro para el Análisis Médico y Psicológico de la CIA (MPAC) es el monitoreo constante de la salud de las principales figuras políticas extranjeras con el fin de poder diagnosticar enfermedades que estos padezcan o que pudieran padecer en un futuro.
El conocimiento de estas situaciones debe ser tomado en consideración por los analistas y formuladores de política, quienes deben valorar cómo eso pudiera afectar las relaciones o los intereses de Estados Unidos en dicho país.
Prensa Latina - Beijing.- El presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, reiteró hoy que mientras no se haga justicia en el caso del terrorista Posada Carriles, Cuba seguirá denunciando a la administración de George W. Bush. Nuestra denuncia seguirá persiguiendo a Bush padre, a Bush hijo y a toda su descendencia de patrocinadores del terrorismo como una maldición gitana, hasta que permitan que la justicia se abra paso, subrayó el dirigente cubano en rueda de prensa en Beijing.
Prensa Latina - Washington.- El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó hoy los actos de terrorismo y exhortó a los países a castigar a sus perpetradores. La organización concluyó este lunes una sesión extraordinaria en Washington y emitió una Declaración sobre el Fortalecimiento de la Cooperación en la Lucha contra el Terrorismo y la Impunidad de sus Perpetradores, en respuesta a una iniciativa de Venezuela.
Prensa Latina.- La Sociedad de Amigos de Cuba en Sudáfrica acusó al gobierno de Estados Unidos de apoyar el terrorismo de manera material y moral, informó hoy el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos. En un comunicado divulgado en esta capital el secretario de la organización surafricana, Che Matlhako instó a Washington a que se abstenga de respaldar ese flagelo en el campo diplomático y político.
Michel Porcheron - Granma Internacional.- A primera vista, no hay relación alguna entre los dos casos. No tienen nada que ver. A primera vista. Por un lado, un individuo poco recomendable, a quien se le ofreció vivir un retiro tranquilo en algún lugar seguro de la Florida, bajo la protección de la policía norteamericana y de compinches de siempre, más bien armados, claro está. Por el otro, un hombre más bien joven, un escocés de 41 años, que tuvo un puesto de cuadro en el sector informático, que da vueltas en un modesto apartamento en algún lugar del Reino Unido, vigilado de cerca por policías enviados por Tony Blair, listo para ir a la carga, haciendo imposible cualquier retirada.