Prensa Latina.- Francisco Antonio "El Panzón" Chávez Abarca, el principal cómplice del terrorista internacional Luis Posada Carriles en El Salvador, está libre. Nunca acusado de terrorismo por las autoridades salvadoreñas, a pesar de ser responsable de varios atentados en Cuba entre los cuales el que le costó la vida a Fabio Di Celmo, el delincuente ha sido liberado, entre otros pretextos, por haberse pasado más de dos años en la cárcel sin haber ido a juicio.

Detenido por ser jefe de una red de "robacarros", El Panzón logró mantenerse fuera de los procedimientos, con la evidente complicidad de la Fiscalía, al hacer separar su caso del conjunto del dossier de su pandilla y posponer su juicio hasta ser exonerado definitivamente de cargos por el Tribunal Primero de Sentencia.

Cubadebate.- La Corte de Apelaciones del Quinto Circuito en Nueva Orleáns (Louisiana) emitió una orden en la que acepta concederle al gobierno de EEUU. otros 30 días más para que presente sus argumentos en la apelación de la decisión de una jueza de El Paso (Texas), que dejó en libertad al terrorista Luis Posada Carriles, después de un proceso por un delito menor de carácter migratorio.

Según el aviso de la Corte de Apelaciones que apareció este miércoles en el archivo electrónico del sistema de cortes federales (conocido por sus siglas en inglés PACER), ahora el gobierno tiene hasta el 24 de octubre para apelar la decisión de la jueza Katlheen Cardone. No se advierte cuánto tiempo tendrían los abogados del terrorista para responder al informe de la fiscalía.

David Brooks - La Jornada.- Uno de los abogados más destacados de Estados Unidos cuenta la historia de las íntimas relaciones entre la familia Bush, el nieto de un ex dictador, dos personajes considerados los peores terroristas del hemisferio occidental, la contra nicaragüense, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y cómo lograron convertir a cinco antiterroristas en una amenaza a la seguridad nacional estadunidense.

Es una historia que, aun si fuera ficción, una novela, un guión de una película de Hollywood, se consideraría poco probable. Pero es una historia increíblemente veraz. Sólo se necesita contar una pequeña anécdota para comprobarlo.

• Para salvar a Bush y a Posada, un show interminable, cuyos principales protagonistas ya están muertos y enterrados

JEAN-GUY ALLARD - Granma Internacional.- SEMANAS después que el Miami Herald haya asegurado que un Gran Jurado de Newark ya había terminado su investigación sobre patrocinadores de Luis Posada Carriles y que la Fiscalía ya manejaba el caso a favor del terrorista, el Star-Ledger, el diario más grande de Nueva Jersey, revela que el tribunal de instrucción sigue investigando a "comerciantes del exilio cubano". Mientras el terrorista se encuentra libre en Miami, mafiando con su red de asesinos, el aparato judicial de Bush continúa en su estrategia de ganar tiempo a favor del viejo agente CIA.

Tanto es así que los dos principales protagonistas de lo que fue la operación de financiamiento de Posada en múltiples acciones terroristas realizadas a partir de El Salvador, los negociantes Abel Hernández, residente de Cliffside Park y propietario del supermercado "Mi Bandera" de Union City, y Arnaldo Monzón Plasencia dueño de las tiendas "Arnold Stores", en esta misma localidad, ya descansan en paz.

Esteban Morales Domínguez - Cubadebate.- El conflicto entre Cuba y Estados Unidos se nos presenta con diferentes facetas. Sobre todo si tomamos en consideración el interés de la política norteamericana por subvertir a la sociedad revolucionaria cubana. Tratándose de un fenómeno que va desde las intenciones de liderar los procesos sociales en Cuba, pasando por arrebatar de manos de su dirección política el liderazgo de los cambios internos, hasta llegar a producir la subversión del régimen socialista.

Los llamados "documentos de la transición", del 2004 y el 2006, se han propuesto una crítica sin límites de todos los procesos que tienen lugar en la Isla, con el objetivo de ofrecer la peor imagen de Cuba en todos los aspectos de la vida nacional.

Félix López - Granma.- Giustino Di Celmo ya no tiene más lágrimas para llorar. Dice haberlas perdido después del 4 de septiembre de 1997, cuando la explosión de una bomba en el lobby bar del hotel Copacabana le llevó a su muchacho Fabio —joven italiano de 32 años—, apasionado por Cuba, con el sueño de ver jugar en la Isla a su equipo genovés de fútbol, y obsesionado con la idea de que su padre descansara y ocupar su puesto.

Con todos esos planes andaba Fabio entre las manos, ajeno a odios y peligros, aquella tarde fatal en que el mercenario salvadoreño Ernesto Cruz León sembró el pánico y la muerte, con menos de 30 minutos de intervalo, por los hoteles Tritón, Chateau Miramar y Copacabana. Casi un año después del crimen, en una entrevista publicada por The New York Times, el terrorista Luis Posada Carriles admitió que era él quien había puesto precio a aquellas bombas.

Roberto Pérez Betancourt - Servicio Especial de la AIN.- El joven turista italiano Fabio Di Celmo fue la víctima mortal del atentado terrorista que, organizado y financiado por criminales de largo expediente al servicio de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana, tuvo lugar el cuatro de septiembre de 1997.

Una década ha transcurrido desde que el más pequeño de los hijos del empresario Giustino Di Celmo muriera al estallar una bomba en el lobby del hotel Copacabana, en ciudad de La Habana.