Enero a Diciembre de 2009
Un acercamiento a la afiliación desde diferentes centros, provincias y puntos de vista
José Luis Martínez Alejo, Eduardo Palomares Calderón y Ramón Barreras Ferrán - Trabajadores.- En las áreas de la planta eléctrica, instrumentación y maquinado del central azucarero Enrique Varona, del municipio de Chambas, en la provincia de Ciego de Ávila, un grupo de trabajadores no está afiliado a la sección sindical; algo similar ocurre en la granja agropecuaria Punta San Juan y en la unidad empresarial de base El Asiento, en ese propio territorio. ¿Por qué?.
Dicsi Rosa Álvarez, organizadora del comité del sindicato azucarero en esa localidad avileña, considera que la causa fundamental radica en la apatía ante las actividades sindicales. Sin embargo, Felino Rodríguez Gutiérrez, miembro del secretariado provincial de la CTC, al razonar sobre ese comportamiento menciona otros motivos: poca preparación de algunos dirigentes, estructuras incompletas e irregularidades en el funcionamiento de la organización de base.
La afiliación no resulta un problema agudo en Ciego de Ávila, según reconoció Trifina Fernández Mora, secretaria general de la CTC en ese territorio. Al comenzar el presente año, el 99,98% de la fuerza laboral activa, los jubilados y los trabajadores por cuenta propia están incorporados a la organización. Pero existe un principio: mientras haya uno solo que no pertenezca, hay que preocuparse, y en esa provincia la cifra asciende a 27.
“Todavía persisten procedimientos erróneos —consideró Trifina. No se trata solamente de afiliar de inmediato a un trabajador nuevo para cobrarle enseguida la cuota sindical. Hay que presentarlo ante el colectivo del centro, explicarle las características de su puesto de labor, ponerle el brazo por encima y convencerlo del significado que tiene su integración al sindicato. Él debe sentir que lo enseñan, lo atienden y lo protegen, y esto no siempre ocurre en todos los lugares”.
Atención personal
Los favorables resultados que presenta la provincia de Santiago de Cuba en cuanto a la afiliación, mucho tiene que ver con la materialización de métodos que garantizan una atención personal al trabajador, como parte de la labor política-ideológica del movimiento sindical.
En el 2008 ese territorio experimentó un crecimiento de 7 mil 58 nuevos afiliados, entre quienes figuran 5 mil 534 empleados estatales, 16 cuentapropistas y mil 508 jubilados.
Sin embargo, Rosa Lidia Torres León, secretaria general de la CTC en esa provincia, planteó que aunque esté afiliado el ciento por ciento del personal posible, tan importante aspecto de la labor sindical no puede descuidarse.
Hay ejemplos elocuentes. El hospital provincial Saturnino Lora, de la Ciudad Héroe, es uno de ellos. Sus 3 mil 149 trabajadores están incorporados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud. “Hemos logrado que participen en las tareas de la organización, a pesar de que de las 49 secciones sindicales, seis están fuera del centro, y en sentido general las funciones son muy diversas”, señaló Roberto Gómez Velásquez, secretario general del buró sindical.
“Es el resultado de lo que podemos llamar cultura sindical, formada
a través de los años con un consecuente trabajo de las secciones sindicales en la base, que motiva al recién llegado al hospital y también a quienes por diferentes razones deben rotar por otros centros”, precisó.
En el Saturnino Lora laboran 211 enfermeras, más de mil jóvenes con menos de 30 años de edad, y 202 trabajadores cumplen misiones internacionalistas. “Con frecuencia vamos a las casas de quienes están en el extranjero cumpliendo misiones —explicó Roberto—, no para cobrar la cotización únicamente, sino para saber de ellos y sus familiares.
“No hemos tenido ni un solo afiliado que haya solicitado la baja y eso se debe al respeto, la autoridad y la confianza ganada por el sindicato en el colectivo laboral, porque analizamos los problemas de cada quien y tratamos de apoyarlos, y estimulamos oportunamente a los más destacados”, argumentó.
Comunicación franca y abierta
Al comenzar el 2009, la provincia de Cienfuegos tenía afiliados 901 trabajadores más que la cantidad más alta registrada durante el pasado año, la cual correspondió al mes de junio con 133 mil 995.
“Aunque esa tarea constituye la razón de ser de nuestra organización y se ha trabajado con intencionalidad en ese sentido, aún tenemos insatisfacciones al no interpretarla adecuadamente ni actuar en consecuencia, acentuó Carlos de Dios Oquendo, secretario general de la CTC en ese territorio.
“Estamos conscientes —agregó— que aún hay reservas en el actuar oportuno y ágil de las organizaciones de base de modo tal que permita tener una sistemática actualización de la afiliación y la atención diferenciada e integral a cada trabajador, ya sea contratado por tiempo indeterminado o determinado.
“Existen cuadros profesionales que no tienen en cuenta comprobar mensualmente la incorporación de los trabajadores a partir de la última nómina de pago, ni analizar con profundidad el tema en los activos de secretarios generales.
“La principal misión del movimiento sindical es trabajar con los hombres y mujeres a partir de una comunicación viva, franca y abierta. Podemos preguntarnos: ¿lo hacemos siempre de esa manera?”, subrayó.
Armando Delgado Reyes, miembro del secretariado nacional de la CTC, afirmó en la plenaria de balance anual en Cienfuegos, que en la afiliación hay que tomar como referencia el empleo. “Mientras exista un trabajador sin ingresar en un centro, la labor sindical no ha concluido. Lo que nos ocurre —expresó— es que en muchos lugares siguen aplicando viejos conceptos y esquemas”.
Al concluir el 2008 el total de afiliados en el país era de 3 millones 416 mil 69 trabajadores, jubilados y cuentapropistas, superior en 61 mil 658 al año anterior. Aunque se considera un resultado positivo, todavía quedan muchos en los colectivos laborales sin incorporar. En el 83 Pleno del Consejo Nacional de la CTC, realizado a finales de enero, se informó que entre los meses de junio y octubre, los sindicatos realizaron un estudio para conocer la cantidad de trabajadores que por diferentes causas no se habían afiliado. El resultado fue que 112 mil 615 no se han incorporado todavía, sin incluir a los pertenecientes a Agropecuarios y Forestales, Administración Pública y Civiles de la Defensa. En correspondencia con la labor realizada, tienen la mayor cifra pendiente los de Comercio y Gastronomía, Cultura, Azucarero, Educación, Salud y Construcción. Esos registran el 82,6% de los que no se han integrado.
Al razonar sobre el tema, Salvador Valdés Mesa, secretario general de la CTC, expresó que las dos principales tareas del movimiento sindical en el socialismo son agrupar a los trabajadores y representarlos. “Pero en ocasiones faltan sensibilidad y atención, y desempeñar con eficacia el papel de contrapartida en los centros.
“Pedimos reiteradamente —manifestó—, elevar la producción, la productividad, la eficiencia, el grado de consagración…, porque es necesario, pues entonces tenemos el derecho de exigir también que se atienda adecuadamente a los trabajadores para que crean en el sindicato, para que se sientan bien representados”.
Afiliar, evidentemente, no es una simple sumatoria, es la razón de ser de la CTC y los sindicatos.
La afiliación no resulta un problema agudo en Ciego de Ávila, según reconoció Trifina Fernández Mora, secretaria general de la CTC en ese territorio. Al comenzar el presente año, el 99,98% de la fuerza laboral activa, los jubilados y los trabajadores por cuenta propia están incorporados a la organización. Pero existe un principio: mientras haya uno solo que no pertenezca, hay que preocuparse, y en esa provincia la cifra asciende a 27.
“Todavía persisten procedimientos erróneos —consideró Trifina. No se trata solamente de afiliar de inmediato a un trabajador nuevo para cobrarle enseguida la cuota sindical. Hay que presentarlo ante el colectivo del centro, explicarle las características de su puesto de labor, ponerle el brazo por encima y convencerlo del significado que tiene su integración al sindicato. Él debe sentir que lo enseñan, lo atienden y lo protegen, y esto no siempre ocurre en todos los lugares”.
Atención personal
Los favorables resultados que presenta la provincia de Santiago de Cuba en cuanto a la afiliación, mucho tiene que ver con la materialización de métodos que garantizan una atención personal al trabajador, como parte de la labor política-ideológica del movimiento sindical.
En el 2008 ese territorio experimentó un crecimiento de 7 mil 58 nuevos afiliados, entre quienes figuran 5 mil 534 empleados estatales, 16 cuentapropistas y mil 508 jubilados.
Sin embargo, Rosa Lidia Torres León, secretaria general de la CTC en esa provincia, planteó que aunque esté afiliado el ciento por ciento del personal posible, tan importante aspecto de la labor sindical no puede descuidarse.
Hay ejemplos elocuentes. El hospital provincial Saturnino Lora, de la Ciudad Héroe, es uno de ellos. Sus 3 mil 149 trabajadores están incorporados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud. “Hemos logrado que participen en las tareas de la organización, a pesar de que de las 49 secciones sindicales, seis están fuera del centro, y en sentido general las funciones son muy diversas”, señaló Roberto Gómez Velásquez, secretario general del buró sindical.
“Es el resultado de lo que podemos llamar cultura sindical, formada
a través de los años con un consecuente trabajo de las secciones sindicales en la base, que motiva al recién llegado al hospital y también a quienes por diferentes razones deben rotar por otros centros”, precisó.
En el Saturnino Lora laboran 211 enfermeras, más de mil jóvenes con menos de 30 años de edad, y 202 trabajadores cumplen misiones internacionalistas. “Con frecuencia vamos a las casas de quienes están en el extranjero cumpliendo misiones —explicó Roberto—, no para cobrar la cotización únicamente, sino para saber de ellos y sus familiares.
“No hemos tenido ni un solo afiliado que haya solicitado la baja y eso se debe al respeto, la autoridad y la confianza ganada por el sindicato en el colectivo laboral, porque analizamos los problemas de cada quien y tratamos de apoyarlos, y estimulamos oportunamente a los más destacados”, argumentó.
Comunicación franca y abierta
Al comenzar el 2009, la provincia de Cienfuegos tenía afiliados 901 trabajadores más que la cantidad más alta registrada durante el pasado año, la cual correspondió al mes de junio con 133 mil 995.
“Aunque esa tarea constituye la razón de ser de nuestra organización y se ha trabajado con intencionalidad en ese sentido, aún tenemos insatisfacciones al no interpretarla adecuadamente ni actuar en consecuencia, acentuó Carlos de Dios Oquendo, secretario general de la CTC en ese territorio.
“Estamos conscientes —agregó— que aún hay reservas en el actuar oportuno y ágil de las organizaciones de base de modo tal que permita tener una sistemática actualización de la afiliación y la atención diferenciada e integral a cada trabajador, ya sea contratado por tiempo indeterminado o determinado.
“Existen cuadros profesionales que no tienen en cuenta comprobar mensualmente la incorporación de los trabajadores a partir de la última nómina de pago, ni analizar con profundidad el tema en los activos de secretarios generales.
“La principal misión del movimiento sindical es trabajar con los hombres y mujeres a partir de una comunicación viva, franca y abierta. Podemos preguntarnos: ¿lo hacemos siempre de esa manera?”, subrayó.
Armando Delgado Reyes, miembro del secretariado nacional de la CTC, afirmó en la plenaria de balance anual en Cienfuegos, que en la afiliación hay que tomar como referencia el empleo. “Mientras exista un trabajador sin ingresar en un centro, la labor sindical no ha concluido. Lo que nos ocurre —expresó— es que en muchos lugares siguen aplicando viejos conceptos y esquemas”.
Al concluir el 2008 el total de afiliados en el país era de 3 millones 416 mil 69 trabajadores, jubilados y cuentapropistas, superior en 61 mil 658 al año anterior. Aunque se considera un resultado positivo, todavía quedan muchos en los colectivos laborales sin incorporar. En el 83 Pleno del Consejo Nacional de la CTC, realizado a finales de enero, se informó que entre los meses de junio y octubre, los sindicatos realizaron un estudio para conocer la cantidad de trabajadores que por diferentes causas no se habían afiliado. El resultado fue que 112 mil 615 no se han incorporado todavía, sin incluir a los pertenecientes a Agropecuarios y Forestales, Administración Pública y Civiles de la Defensa. En correspondencia con la labor realizada, tienen la mayor cifra pendiente los de Comercio y Gastronomía, Cultura, Azucarero, Educación, Salud y Construcción. Esos registran el 82,6% de los que no se han integrado.
Al razonar sobre el tema, Salvador Valdés Mesa, secretario general de la CTC, expresó que las dos principales tareas del movimiento sindical en el socialismo son agrupar a los trabajadores y representarlos. “Pero en ocasiones faltan sensibilidad y atención, y desempeñar con eficacia el papel de contrapartida en los centros.
“Pedimos reiteradamente —manifestó—, elevar la producción, la productividad, la eficiencia, el grado de consagración…, porque es necesario, pues entonces tenemos el derecho de exigir también que se atienda adecuadamente a los trabajadores para que crean en el sindicato, para que se sientan bien representados”.
Afiliar, evidentemente, no es una simple sumatoria, es la razón de ser de la CTC y los sindicatos.
