Tras un recorrido por la evolución de la neurología restaurativa, desde los aportes de Don Santiago Ramón y Cajal, padre de las neurociencias modernas y Premio Nobel de Medicina en 1905, el Doctor Álvarez esbozó el camino transitado y construido por el CIREN sobre esas huellas, en veinte años de labor clínica e investigativa.

“Cuando el Comandante Fidel Castro inauguró este centro en 1989, pretendía que avanzáramos en la aplicación de los principios de plasticidad de las células nerviosas, evidenciados por varios científicos en el mundo, para desarrollar investigaciones y estrategias capaces de mejorar la calidad de vida de miles de pacientes con daño cerebral”, destacó el neurólogo.

Esta institución cuenta en la actualidad con un prestigio a nivel internacional del que dan fe los más de 40 mil pacientes, de 85 naciones, incluida Cuba, atendidos en consultas internas y externas, y la participación en los eventos que convoca de importantes especialistas y estudiosos de las funciones y estructuras del cerebro humano a nivel mundial.

El Doctor Álvarez resaltó la complejidad conceptual de los programas de rehabilitación multifactorial, transdisciplinaria y personalizada que emprende la institución en sus cuatro clínicas especializadas, así como sus resultados investigativos y clínicos para el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, la epilepsia, diversas secuelas de lesiones cerebrales y demás trastornos neurodegenerativos.

Álvarez también esbozó los potenciales que perfilan hoy día la terapia celular, la nanotecnología, las neuroimágenes, el estímulo magnético y las células madre en la búsqueda de metodologías que favorezcan, activen o recuperen las conexiones entre neuronas, para detener, revertir o impedir el deterioro de las capacidades motoras y cognitivas del organismo.