El historiador Eduardo Torres Cuevas, Premio Nacional de Ciencias Sociales, destacó que este era un libro de obligada consulta, de esos que se incorporan a la selección personal de cada lector, que se convertirá en un clásico y ya se incorpora a lo mejor de la literatura latinoamericana.

Agregó que es de esos textos que acompañan a cualquier etapa de la vida, una obra extraordinaria que confirma a Galeano como uno de los más notables escritores de América.

Recordó que algo similar sucedió con su otro famoso título, Las venas abiertas de América Latina, que ha tenido más de 70 traducciones, y se edita constantemente.

Acerca de El mundo patas arriba, señaló que está escrito con gracia, profundidad y esa ironía tan propia de Galeano, que obligan a que una vez comenzada la lectura no pueda abandonarse hasta el final.

Mencionó como otro aspecto de interés el estar concebido desde una perspectiva latinoamericana, en la cual Galeano ofrece una gran escuela desde la que se estudia la realidad desde las muchas variantes cotidianas de los problemas, contradicciones y el engaño en que se vive.

Calificó al tratamiento de los temas como un gran fresco, un rompecabezas acerca de la realidad capitalista en Latinoamérica, como un obligado ejercicio de pensamiento profundo y la posibilidad de disfrutar de una lectura apasionante.

Calificó a la obra de optimista, que invita a vivir la aventura de ver la realidad sin perder la capacidad de soñar con cambiarla.

Eduardo Heras León, director del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso, recordó la entrañable amistad de Galeano hacia Cuba y dijo que el libro es un recorrido profundo, crítico, agudo e irónico, por los caminos de un mundo que el autor nos revela "patas arriba".