Alina M. Lotti - Trabajadores.cu.- Cuba se abre paso con un proyecto social que aspira al pleno desarrollo del ser humano, destacó este martes la Ministra de Educación Ena Elsa Velásquez Cobiella en la primera sesión plenaria del 7mo. Congreso Internacional Universidad 2010.

En la conferencia titulada La educación en Cuba y los retos del personal docente, la titular explicó las características principales del sistema educativo cubano y aseguró que el reto principal tiene que ver con el carácter formativo y con la aspiración de que todas las personas tengan igualdad de oportunidades.

Destacó que esta pequeña Isla del Caribe ha demostrado con su obra el extraordinario significado de la educación como inversión social.

Entre algunos de los indicadores principales, dijo que la Revolución en sus casi 50 años erradicó el analfabetismo, ha graduado a casi un millón de profesionales; atiende a todos los niños en las edades comprendidas entre de 0 a 5 años en el programa Educa a tu Hijo; el 95 % de los pequeños que ingresan a la enseñanza primaria la culminan y un 5 % lo hace en la educación especial.

Señaló que la educación cubana está lejos de ser perfecta, entre otras razones porque en la actualidad la sociedad es más exigente con la enseñanza que reciben los hijos.

Algunos de los desafíos actuales más importantes están relacionados con el acceso masivo y la calidad del aprendizaje, “pero sin duda lo fundamental es contar con los profesores necesarios, adecuadamente preparados”, precisó.

Mencionó algunas aspiraciones, entre las cuales se encuentran alcanzar niveles de aprendizaje superiores, atender de manera diferenciada a las necesidades de cada educando y  formar integralmente la personalidad de los alumnos.

Explicó que el sistema nacional de educación tiene la columna vertebral en los textos de José Martí, de Fidel y de Raúl Castro, cuyos contenidos trazan pautas en la formación patriótica y antiimperialista.

Al caracterizar la escuela cubana de hoy hizo un breve recorrido por todos sus niveles de enseñanza, y resaltó lo fundamental de una educación que base sus principios y estrategias pensando en una sociedad donde se fomente el trabajo y no los bienes de consumo,  como ocurre en una gran mayoría de naciones en el planeta.