Chevige González Marcó - Patria Grande.- Manuela Sáenz, la libertadora del Libertador, regresa a descansar junto a su compañero de amor y luchas. Los restos simbólicos de la heroína, llegan al Panteón Nacional en Caracas y serán dos representantes de las nuevas gestas libertarias de América del Sur, los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa quienes lideren el acto por el regreso de Manuela al lado de Simón.
Durante décadas la historia “oficial” forjada por los mismos que traicionaron la causa patriota, se había encargado de dibujarnos a Manuela Sáenz simplemente con la “amante” de Bolívar. El machismo y el afán de ocultar las verdaderas gestas de nuestros pueblos, trató de borrar que Sáenz fue destacada combatiente por la libertad y la independencia.
Manuelita quedó impactada a lo 15 años, cuando le tocó observar en Quito, como los realistas españoles asesinaron salvajemente, cortaron sus cabezas y las expusieron en sitios públicos para “escarmentar” a la población. Desde entonces, Sáenz no dejó de militar en la causa patriota.
En 1822, en Pichincha, Manuela y dos de sus empleadas, participaron en labores de inteligencia para conocer las posiciones y estrategias a usar por las fuerzas realistas. Sánez se hace amiga de Sucre, el líder de la gesta de la Batalla de Pichincha. En Quito, esperó la llegada de Bolívar a quien ansiaba conocer.
Manuela se hizo parte del ejército de Sucre y gana con méritos, en el campo de batalla de Ayacucho, el grado de Coronela del Ejército Colombiano (Patriota); este hecho pareció enfadar mucho a quienes llevaban dentro de si, el germen de la traición y del pensamiento reaccionario, como Santander, quien exigió a Bolívar que degradara de rango a Manuelita.
Batallas, amores y cartas unieron por siempre a Manuela con Simón. Durante siglos los santanderistas quisieron borrar a ella y a él de nuestra historia. Nunca pudieron, incluso escondieron durante más de un siglo documentos y cartas intercambiados por la pareja de patriotas.
Hoy los restos de Simón y Manuelita descansarán juntos en el Panteón de los héroes y heroínas de Venezuela, pero su pensamiento seguirá indómito en los caminos del Sur.
