Yinett Polanco - La Jiribilla.- Afinidades, una de las más recientes producciones del cine cubano, es la ópera prima de un dúo de actores que se dieron a conocer al mundo a principios de los 90 con la reconocida película Fresa y chocolate: Jorge Perugorría y Vladimir Cruz.
Presentada en el más reciente Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, el filme se ubicó en el tercer lugar de la preferencia del público. Por estos días, la cinta se exhibe en el circuito de cines de estreno de La Habana.
Una conversación electrónica con Jorge Perugorría (Lista de espera, Roble de olor, El cuerno de la abundancia…) nos permite acercarnos al proceso de nacimiento de este filme, cuyo guion, escrito por Vladimir Cruz, está basado en la novela de Reinaldo Montero, Música de cámara.
“Vladimir venía trabajando en el guion de Afinidades hace unos años, con la idea de rodarlo primero en España y después en Italia. En un encuentro que tuvimos en La Habana, surgió la idea de hacerlo en Cuba, el escenario real de la novela, y de realizar la película juntos.
“Desde Fresa y chocolate, Vladimir y yo llevamos muchos años de relación profesional y de amistad, hemos vivido experiencias que nos han enriquecido y han establecido entre nosotros una gran complicidad; como actores hemos trabajado juntos en cinco películas y empezamos a dar nuestros primeros pasos por separado en la dirección. Vladimir dirigió un cortometraje y llevaba varios años trabajando en el guion de Afinidades, yo por mi parte había dirigido varios documentales y videoclips, así que decidimos unir fuerzas para dirigir nuestra primera película. Nosotros nacimos en el cine en Fresa y chocolate, una codirección de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, por eso este filme está dedicado a ellos.”
Asumir a la vez los roles de actor y director implica un extrañamiento consigo mismo y el personaje interpretado. Para Jorge Perugorría, “actuar y dirigir a la vez fue de una gran complejidad, a pesar de la experiencia que tenemos como actores, sobre todo en este caso, donde el peso de la película descansa en cuatro personajes de los cuales dos lo interpretamos nosotros. Ante este reto, hicimos un trabajo de mesa intenso y riguroso, le dedicamos mucho tiempo a dibujar cada uno de los personajes, los que íbamos a interpretar nosotros y los que iban a interpretar las actrices, y nos pusimos de acuerdo en la película que queríamos hacer y de la manera que la queríamos contar, para defender, aunque éramos dos directores, una sola idea”.
La crítica especializada ha destacado como elementos meritorios de Afinidades la banda sonora y los aciertos del trabajo con la dirección de arte y la fotografía. Un equipo de profesionales consagrados acompañó a Vladimir Cruz y Jorge Perugorría en su primera experiencia de dirección de largometrajes. “En esta película tuvimos la gran suerte de contar con un buen equipo de profesionales. Ha sido un privilegio que Silvio Rodríguez nos haya hecho toda la banda sonora y que Omara Portuondo nos haya interpretado una de las canciones de Silvio. Contamos también con el talento y la experiencia de Diana y Derubín en el vestuario y la dirección de Arte, y en la fotografía con Luis Najmías, que creo que con el trabajo realizado se consolida, actualmente, como uno de los fotógrafos más importantes del cine cubano. No queremos pasar por alto a todo el equipo técnico y de producción que nos acompañó y nos arropó durante todo el rodaje”.
Luego de su estreno en Cuba, los directores de Afinidades poseen varios planes de presentación en festivales y espacios internacionales. “Hasta ahora están confirmadas las invitaciones a los festivales de New York, Chicago y Los Ángeles”, explica Perugorría.
A pesar del intenso camino para la exhibición internacional que espera para esta película, el director de documentales como Habana Abierta se encuentra ya terminando un nuevo audiovisual. “En estos momentos me encuentro trabajando en la posproducción de Amor crónico, una película “doco-mental”, realizada el año pasado durante la gira por Cuba de Cucu Diamantes, cantante cubana que vive en New York”.
Una de las críticas que se le han hecho a Afinidades es que “parece europea”, o sea, que se desmarca de lo que tradicionalmente se ha entendido como “cine cubano”. Partiendo de la paradoja de que aun así la película se ubicara dentro de las obras de mayor popularidad en el pasado Festival de Cine, Jorge Perugorría define lo que para él es hoy el cine nacional.
“No comparto la idea de que Afinidades se desmarque del cine cubano, Afinidades es una película cubana, lo que en varios aspectos se aleja de los tópicos abordados en nuestro cine. En primer lugar la historia no ocurre en La Habana, que es el escenario más común del cine cubano; lo segundo es que transcurre en un lugar ideal, donde la fotografía es irónicamente bella, sensual, casi edulcorada. Quisimos que la decadencia estuviera en los personajes y que el drama no estuviera en lo visual, sino en lo psicológico.
“El cine cubano de hoy sigue estando comprometido con la realidad cubana, abocado a cambios, como el país, para encontrar nuevas formas de producción que lo mantengan vivo.”
