El hecho de que más de seis millones de cubanas y cubanos se pronuncien francamente en los barrios y en los centros laborales y estudiantiles en el examen del Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, en pos de la sostenibilidad del socialismo como garantía irrevocable de nuestra independencia y soberanía, demuestra que seguimos siendo como somos y queremos ser: perseverantes y optimistas, pero también realistas.
Un buen ejemplo de ese realismo cubano, lo vemos en esas discusiones, lejos de formulismos y medias tintas, en que la gente habla y reflexiona, a sabiendas de que cada capitulo de los Lineamientos debe ser dominado y debatido hasta la saciedad, con conciencia de que lo que está en juego es el futuro de nuestro desarrollo socioeconómico.
Los trabajadores que inciden en el quehacer de sus centros laborales, los estudiantes, los hombres y mujeres del campo, empeñados en hacer retoñar la sal de la tierra y producir alimentos para la mesa familiar, la sociedad cubana en pleno, ha hecho suyo este congreso del pueblo en que ha devenido el estudio y debate de los Lineamientos, como ya se le conoce.
Un buen número de colectivos laborales y entidades estudiantiles y sociales a lo largo del país han analizado y discutido el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Uno por uno se han desmenuzados los capítulos del documento. Dudas, aclaraciones, proposiciones, adiciones y hasta enmiendas, supresiones o modificaciones han pasado por los ojos aptos de las masas, conscientes de la importancia de su participación.
“La economía es vital para nuestro desarrollo y si esta no avanza como debe, no podemos aspirar a encaminar nuestro socialismo por un rumbo certero y prospero”, argumentan algunos. “La ineficiencia en muchos procesos productivos ha costado cara al país”, alegan otros, con convencimiento de que si importantes son los criterios reveladores de consenso, se recibe con igual interés los juicios que reclaman modificar o adicionar determinado lineamiento.
Hasta el momento, los capítulos que más opiniones y proposiciones han generado son el VI, consagrado a la Política social; el II, (Políticas macroeconómicas); el I (Modelo de gestión económica); el XI (Política para las construcciones, viviendas y recursos hidráulicos) y el X (Política para el transporte).
Los lineamientos 61 y 63, (Política de precios), el 162 (tocante a la eliminación ordenada de la libreta de abastecimientos; el 133, sobre la calidad y rigor del proceso docente educativo y el 278, aplicación de formulas flexibles para la permuta, compra, venta y arriendo de viviendas, a fin de facilitar la solución de las demandas habitacionales de la población, así como el 54, concerniente al proceso de unificación monetaria, figuran entre los que mas apreciaciones han provocado.
Como expresara Raúl en la cuarta legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, “es preciso caminar hacia el futuro con paso firme y seguro, porque sencillamente no tenemos derecho a equivocarnos”.
Por eso, el pueblo discute, aporta, critica, plantea, profundiza y valoriza en todos y cada uno de los apartados y lineamientos del documento en estudio, confiado en su protagonismo y en el liderazgo de Fidel y Raúl y en los que, en adelante, tendrán la responsabilidad de continuar la obra revolucionaria.
