La directora del Centro Nacional de Educación Sexual, CENESEX, se refirió al desarrollo integral de la educación sexual en Cuba, en los 50 años de Revolución.

Aloyma Ravelo - Revista Mujeres.- Hizo un recorrido desde aquellos primeros momentos de los 60s, donde  teníamos altas tazas de muertes maternas por embarazo y aborto, y como el hecho de crear las condiciones para la atención al embarazo, el parto institucional, legalizar los servicios de aborto, de manera gratuita y segura,  posibilitó llevar esas cifras a estándares aceptables. 

Históricamente, la Federación de Mujeres Cubana ha jugado un rol trascendente en todos estos logros, precisó Castro Espín. 

Habló también de cómo la isla ha logrado políticas públicas que benefician de manera particular a quienes viven con VIH/sida, al ofrecerles una atención gratuita, asimismo el ingreso hospitalario y el tratamiento con retrovirales a los enfermos necesitados de ellos.

En este Taller, que tuvo como centro de atención la prevención del VIH/sida  desde la perspectiva sociocultural, la doctora Castro Espín se refirió a la existencia de machismo aún presente en nuestra sociedad, no obstante haberse debilitado los cimientos de la cultura patriarcal, pero no su desaparición, y esto sigue estigmatizando particularmente a quienes son diferentes, desde el ejercicio de la sexualidad, y tienen otra opción sexual, que no es la tradicional.

“Contra la homofobia, desde hace algún tiempo, en el país se lleva una estrategia educativa permanente para promover el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género”.

Explicó que los avances se aprecian en el desarrollo de programas que tratan la sexualidad no solo desde el aspecto biologicista, sino desde la cultura, los mitos, prejuicios, dogmas. Es importante el conocimiento para poder seguir avanzando en una sociedad más justa en que todas y todos hallen su espacio, y la diversidad sea la norma.

El Programa de Educación Sexual impartido en las escuelas ha propiciado un comportamiento sexual mucho más responsable y los resultados se reflejan en menor número de embarazo en la adolescencia, deserción escolar por matrimonio, y maternidad, así como la disminución de la violencia de género, recordó.

“Este proyecto ha facilitado igualmente que entre la juventud especialmente, se lleve una conducta sexual más responsable y esto ha permitido reducir los contagios por infecciones de transmisión sexual y VIH/sida en esas edades”.

La experta hizo hincapié en que la educación sexual tiene el privilegio de educar desde la libertad y la responsabilidad. No somos verdaderamente independientes y libres si no somos capaces de ser responsables con nuestro cuerpo, si no nos protegemos adecuadamente, dijo. 

“La independencia es una gran responsabilidad que se adquiere a través de los procesos educativos. Hay que tratar de establecerlo como política y crear los grupos multidisciplinarios e intersectoriales que se responsabilicen con desarrollar estos programas”, reconoció ante un nutrido grupo de funcionarios de organismos de las Naciones Unidas y especialistas cubanos, así como de más de 150 talleristas cubanos y de otras naciones latinoamericanas, que durante tres días, recibieron información actualizada, así como se promovió  el intercambio de experiencias y saberes.
 
La doctora Castro, puntualizó acerca de estos proyectos sobre la necesaria cultura sexual que “hemos conseguido unir diferentes organizaciones e instituciones y cada vez se suman más, aparecen personalidades e instituciones interesadas e colaborar con nosotros.”

Precisó que para el próximo año, algunas iglesias participarán en la jornada dedicada a tal fin, y en ella se incorporarán artistas, grupos de teatro, tendrán lugar cine debates, algo que ha sido fundamental en estas campañas, no solamente para las personas con prejuicios, sino también para las mismas personas que son discriminadas por su orientación sexual.

A una pregunta de  un participante extranjero, Mariela Castro se refirió que estas iniciativas se han trabajado paralelamente con la búsqueda de soluciones en el campo legislativo, que todavía hay camino por andar, pero cuando se instrumentan leyes, eso ayuda y facilita los demás procesos de salud, en la prevención del VIH, la atención a la violencia de género, contra el abuso sexual infantil y otros.

“Estamos promoviendo que en nuestra Asamblea Nacional se aprueben algunas modificaciones al código de familia. Esto es una iniciativa de la Federación de Mujeres Cubanas en la que ha participado el CENESEX. Debemos estar acorde con los nuevos tiempos y la legislación es un arma eficaz”.

El CENESEX en particular aportó la moción para que se introdujera un nuevo articulado con relación a legitimar los derechos de los homosexuales, y un proyecto de derecho a su unión legal. Expresó que estamos también hablando de la posibilidad de adopción de las personas homosexuales.

Programa Nacional de Educación Sexual, con carácter multidisciplinario, perspectiva de género y referente científico, tiene como supremo objetivo promover la formación integral del individuo, como elemento fundamental en la calidad de vida de las personas y en el adiestramiento necesario de las más jóvenes generaciones.

Cuba, sin duda, es un país de referencia en cuanto a los índices logrados en salud en general y salud materno infantil. Pero aún quedan desafíos en materia de educación sexual, particularmente en el espacio de las subjetividades  y las conductas de las personas.

Este aspecto, coinciden los expertos en el tema, es uno de los más difíciles de cambiar.

El Taller Latinoamericano y Caribeño SIDACULT, es un proyecto de la UNESCO y otros organismos de las Naciones Unidas, en colaboración con el Centro Nacional de  ITS, VIH/SIDA y el CENESEX, y otras instituciones, con el propósito de desarrollar mediante la cultura, los saberes y la responsabilidad, prácticas sanas en la población.

Con este fin, también se llevó a cabo durante el Taller que sesionó por tres días, uno específico con periodistas y comunicadores, donde se debatieron las especificidades del sector, tanto en Latinoamérica como en Cuba, y la necesidad de mejor preparación para realizar una labor de mayor eficacia, en tanto que hubo consenso acerca de que el periodismo es un arma importante y necesaria en la lucha contra la pandemia.