Mariela Pérez Valenzuela - Revista Mujeres.- En más de una ocasión, el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, afirmó que la Revolución Bolivariana era feminista. Dijo más: Cristo debía llamarse Crista, en un reconocido homenaje a los tributos humanísticos que priman en las mujeres de manera universal.


Las venezolanas, y él lo sabía muy bien, fueron víctimas de los gobiernos neoliberales y aliados del capitalismo que azotaron Venezuela durante décadas. Madres, esposas, abuelas, hijas… humildes y preteridas en un sistema en que les tocaron los roles más fuertes para llevar adelante su existencia y la de sus familias.

De ahí que, en su llamado Socialismo del siglo XXI, los programas sociales (misiones) tenían y tienen –en la continuidad de su legado político luego de su muerte el pasado 5 de marzo– un lugar fundamental en el desarrollo personal y colectivo de las venezolanas, que ahora disfrutan de una mayor calidad de vida, independencia económica y participación ciudadana.

Durante 14 años el gobierno presidido por Chávez puso en marcha más de 35 misiones sociales, y con cada una de ellas –con independencia de las dirigidas a las venezolanas en especial– las mujeres resultaron beneficiadas.

Estos programas, inéditos en la nación suramericana, crearon vínculos de amor y de entendimiento entre Chávez y su pueblo, estableciendo entre ambos una empatía material y espiritual sin parangón en América Latina y el Caribe, lo que convirtió su temprana muerte en una bandera para continuar su legado político.

En la gran mayoría de ellos estuvo y está presente la solidaridad y la presencia del personal cubano, tanto en el terreno como en el asesoramiento de importantes programas sociales.

Muestra de ellos son la Campaña de Alfabetización, en la que un millón 756 mil 250 personas dejaron atrás la ignorancia, y cientos de miles de ellas continuaron estudios para alcanzar el sexto grado (misión Robinson), el bachillerato (Ribas) hasta llegar a la Universidad (Sucre). La masa femenina en pleno se volcó a las aulas.

En Barrio Adentro, uno de los proyectos priorizados por la Revolución Bolivariana, las mujeres pobres desempeñaron un rol decisivo, al darle albergue en los barrios más humildes de Caracas, por donde comenzó, a los profesionales de la salud cubanos que de manera desinteresada viajaron a ese país, y atrayendo hacia los consultorios a una población que desconocía la presencia de un galeno en los empinados cerros de la ciudad.

Así surgió después, por iniciativa de los presidentes Chávez y Fidel la misión Milagro, gracias a la cual sin pagar un centavo millares de individuos incluso de diferentes países, fueron operados de cataratas o de otras enfermedades oculares, recuperando o mejorando su visión.

Eran muchos y de variada tendencia los problemas socioeconómicos que encontró la Revolución Bolivariana cuando Chávez asumió el gobierno en 1999. Uno de los más terribles era el alto nivel de pobreza, ascendente a 49,4 por ciento de 18 millones de habitantes. La cifra bajó en poco más de una década a 24,5 por ciento, gracias a la equitativa distribución de la riqueza nacional, antes inexistente en una nación que es la quinta exportadora de petróleo a nivel mundial.

En el proceso de transformación social que vive Venezuela, las Misiones abarcan, además de la salud y la educación, la alimentación, deporte, empleo, vivienda, agricultura y seguridad, todas de gran repercusión en el pueblo, con especial énfasis en las mujeres, que además de la superación personal –lo cual les permite ahora ocupar puestos de dirección– les posibilita alcanzar empleos de calidad y buena remuneración económica.

Este sistema de integración popular para solucionar situaciones inherentes al capitalismo se convirtieron –dijo Chávez– en el corazón de la Revolución Bolivariana.

En su opinión, «son un gran esfuerzo histórico. Las misiones sociales, socialistas, se convirtieron prácticamente en el corazón del proceso bolivariano», y expresó en un mitin que dos tercios de los venezolanos y venezolanas se beneficiaron de alguna de ellas.

En los últimos 14 años en el país suramericano se generaron más de 880 mil millones de dólares, de los cuales 551 mil millones fueron destinados a programas y misiones sociales. Entre las misiones destinadas, en especial, a favorecer la vida de las mujeres venezolanas, se encuentra Madres del Barrio, dirigida a garantizar el bienestar de las amas de casa necesitadas para que logren, junto con sus fami lias, superar la situación de pobreza extrema.

Esta ha beneficiado a 82 mil 557 mujeres y aprobado mil 219 proyectos socio productivos.

Mediante la Gran Misión Hijos e Hijas de Venezuela, 323 mil 690 familias son apoyadas a través de asignaciones económicas, según el número de hijos.

Respecto al programa en Amor Mayor, 521 mil 618 adultos y adultas mayores reciben pensiones.

En los dos últimos años –según cifras extraoficiales– el Gobierno bolivariano destinó unos 23 mil millones de dólares a las cinco grandes misiones que se potencian actualmente –dado que el resto ya están afianzadas– para la construcción de viviendas (tres millones hasta el 2019), reducción del desempleo, subsidios y madres y ancianos pobres, y reactivación de la producción agrícola, según indicó Chávez durante la campaña por la reelección ganada con más de ocho millones de votos el pasado octubre.

Hoy, cuando millones de mujeres y hombres de todas las edades apoyan el proyecto socialista de su líder histórico, el pueblo está consciente que «… de no existir la Revolución la educación estaría transnacionalizada, la economía devorada por poderes foráneos, la agricultura borrada del mapa, el petróleo alejado de la OPEP y el país incorporado al libre comercio con Estados Unidos».

Por todos esos logros alcanzados en los catorce años de Revolución Bolivarina, es que venezolanos y venezolanas dieron su voto a Nicolás Maduro Moro.

A pocos días de su elección, comenzó su gobierno de calle. Al cierre de esta edición, el mandatario había recorrido cuatro estados. En cada uno de ellos intercambió con pobladores, recorrió centros económicos estratégicos y allí, en el terreno, se adoptaron acuerdos destinados a profundizar el desarrollo de esos territorios, como parte fundamental del objetivo mayor conocido como nación potencia. Trazó estrategias para aumentar la producción, combatir el contrabando de combustible y el acaparamiento de productos alimenticios y de primera necesidad…

Durante su discurso de toma de posesión, Maduro dijo: Estoy creando el gobierno de calle, yo me voy con mi autobús y todos los ministros a recorrer todo el país, a ver los problemas allí, a combatir al ineficiente, al que se burle del pueblo.

Ahora con más fuerza, con el impulso inmenso del pensamiento y ejemplo de Chávez, Venezuela avanza en la construcción del socialismo del siglo XXI.

De la Ley de leyes

La Constitución Bolivariana proclama la igualdad entre hombres y mujeres y las venezolanas están visibilizadas a través del lenguaje no sexista.

En esa ley de leyes se consagra el derecho de las mujeres a decidir el número de hijos e hijas que deseen tener, pero lo más importante, e incluso, lo más revolucionario: se reconoce que el trabajo doméstico genera valor agregado y crea riqueza y bienestar social.

La mujer y el trabajo doméstico han sido considerados improductivos por siglos. El artículo 88 reconoce el aporte económico del ama de casa que, según estudios, se ha demostrado que ha llegado al 80 por ciento del valor que tiene el petróleo.

Ese artículo, pionero en el mundo, es un aporte para nuestra América, para la humanidad.

Mujeres con importantes responsabilidades en el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y Gestión: Almiranta Carmen Meléndez

Ministerio del Poder Popular para la Educación: Maryann Hanson

Ministerio del Poder Popular para la Salud: Isabel Iturria

Ministerio del Poder Popular para el Trabajo: María Cristina Iglesias

Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas: Aloha Núñez

Ministerio del Poder Popular para el Deporte: Alejandra Benítez

Ministerio del Poder Popular para la Mujer: Andreína Tarazón

Ministerio del Poder Popular para los Asuntos Penitenciarios: María Iris Varela

Jefa de Gobierno de Distrito Capital: Jacqueline Farías

Presidenta del Banco Central de Venezuela: Edmée Betancourt

En las Regiones de Desarrollo integral

Isis Ochoa, responsable en la zona de Occidente

Nancy Pérez, responsable de la región del Llano

Maypili Hernández, responsable en los estados orientales (Anzoátegi, Sucre, Nueva Esparta y Monagas)

Otros Poderes:

Luisa Estela Morales, presidenta del Tribunal Supremo de Justicia

Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral

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