Las cifras son cada día más alarmantes, los crímenes contra las mujeres han alcanzado niveles extremos, y según organismos defensores de derechos humanos, este flagelo es fortalecido por la falta de investigación y la impunidad, denunció el diario El Heraldo.
El periódico precisó que esos números de los seis primeros meses del año son preliminares, manejados por organizaciones feministas, ya que les hace falta conocer las cifras oficiales de la Policía Nacional y de la Fiscalía.
Datos obtenidos a través del monitoreo de publicaciones en medios de comunicación social por el Centro de Derecho de Mujeres (CDM) indican que solo en enero la violencia cobró la vida de 39 mujeres.
Al mes siguiente la cantidad se redujo en dos casos, cuando se reportaron 37 asesinadas, mientras en marzo se contabilizaron 38 femicidios.
Esa cifra subió en abril a 42 mujeres asesinadas, al tiempo que mayo registró la menor cantidad muertas en forma violenta, con 25 casos, pero nuevamente los números aumentaron en junio, hasta llegar a 44 fallecimientos de ese tipo.
Tanto el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras como el CDM están a la espera de las estadísticas de la Policía Nacional para conocer el número real de mujeres que murieron durante el primer semestre para darlos a conocer a la opinión pública.
Pero a partir de los datos preliminares, los organismos que velan por los derechos humanos de las mujeres consideran que la situación es alarmante, al mismo tiempo que lamentan la indiferencia de las autoridades.
Aunque los datos abarcan hasta junio, la situación de violencia contra la mujer sigue siendo grave, pues en el mes de julio solo en Tegucigalpa se reportaron unos 11 femicidios.
Lamentablemente vivimos en un país donde la muerte es un negocio, el que mata recibe su tajada y la persona que vende las armas recibe otra parte del negocio, señaló Neesa Medina, del CDM.
Medina hizo un llamado a los operadores de justicia, como Ministerio Público, Corte Suprema y Policía Nacional para que cumplan con su deber y con la función que se les ha encomendado para no dejar los crímenes en la impunidad.
En un país donde la impunidad de crímenes contra mujeres supera el 90 por ciento, no se puede decir con seguridad la razón por la cual estas mujeres están muriendo, señaló.
