Problemática que, a decir de la miembro del secretariado municipal de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Bárbara Sánchez León, crece a nivel de provincia y país, y de la que por supuesto Minas no está exenta.
“Esta situación va más allá del maltrato físico y psicológico, manifestándose incluso a través de expresiones discriminatorias hacia la mujer -aún presentes en la sociedad cubana de hoy- y que no solo afecta a las mujeres sino además tiene repercusiones para el resto de la familia”, argumentó Sánchez León.
El trabajo de las COMF no se limita solamente a la mujer, también hombres, jóvenes y adolescentes de ambos sexos pueden encontrar ayuda en estos espacios, cuyo accionar se sale del marco institucional para llegar hasta las más apartadas comunidades.
En ello desempeñan un papel fundamental los especialistas de las diferentes disciplinas vinculados a labor de la Casa, quienes mediante la realización de talleres y charlas educativas o la atención individual contribuyen a mejorar la calidad de vida de estos grupos poblacionales.
“Igualmente -apuntó la fuente- el tema de género es prioritario para nosotras, ya que en algunos centros laborales persisten conductas que menosprecian y flagelan a la mujer, sobre todo en lo referido a ocupar cargos de dirección.”
Este es un aspecto en el que nuestro municipio muestra avances: “Cada vez es mayor el número de féminas que dirigen, lo que por supuesto es algo positivo; pero aún queda mucho por hacer”, subrayó.
Por último, la miembro del secretariado de la FMC enfatizó en la necesidad de “darle un poco más de divulgación a la Casa de orientación a la mujer y la familia; que las personas se sientan más identificadas y tengan confianza en el trabajo que allí se realiza, siempre encaminado a lograr que hombres y mujeres disfruten de iguales derechos, sin que medie prejuicio o maltrato alguno”.
