Cambiar esa cultura machista por una que haga realidad el respeto a los derechos de las mujeres y supere el mito de la naturaleza violenta de los hombres son principios que unen a proyectos, esfuerzos y organizaciones que trabajan a favor de la igualdad de género en nuestro país.
Por este motivo, entre otros, la prevención de la violencia género ha sido un espacio privilegiado en el contexto cubano. Talleres, debates, campañas de bien público y proyectos socioculturales contribuyen a hacer más visible el impacto social de esta problemática en la sociedad cubana.
El coloquio Eres más: reflexiones sobre la violencia de género en Cuba celebrado el pasado 25 de noviembre ofreció un espacio para debatir sobre desafíos y resultados de proyectos sociales y experiencias en desarrollo.
En el evento, organizado por el Grupo de reflexión y solidaridad Oscar Arnulfo Romero (OAR), se expusieron líneas de trabajo de la organización encaminadas a prevenir la violencia machista.
“OAR ha privilegiado el escenario comunitario porque es en la comunidad donde se constituye la vida de las personas”, dijo en el encuentro Zulema Hidalgo, coordinadora del Programa de Género y Violencia de OAR.
Hidalgo dio a conocer las diferentes líneas de trabajo de la organización que incluyen la formación y sensibilización de líderes comunitarios, artistas y deportistas; el desarrollo de campañas de bien público con la realización de video debates y eventos culturales; además del acompañamiento metodológico a proyectos locales.
“Hoy las víctimas de violencia identifican a los líderes que hemos formado y varias comunidades cuentan con registros de mujeres sobrevivientes de la violencia”, comentó la especialista.
Buros de información y consultoría para mujeres víctimas, así como proyectos para fortalecer el empoderamiento de las mujeres forman parte de del programa de OAR.
Para Zulema Hidalgo los retos del presente son múltiples e incluyen “elaborar un protocolo para un modelo integral de atención en el escenario comunitario; potenciar las redes de apoyo a las víctimas de violencia machista; fortalecer el trabajo y el servicio en otras instituciones; extender y evaluar el impacto de los Tribunales Familia; establecer estrategias de comunicación comunitarios; apoyar la educación positiva en edades tempranas”, entre otras acciones.
Ellos también tienen algo que decir…
OAR promueve desde hace varios años el trabajo con las masculinidades. La psicóloga María Teresa Díaz Álvarez expuso durante el coloquio el proceso y principales resultados de un proyecto de prevención de violencia sexual en varones que trabajó con grupos de hombres en las provincias Pinar de Río, La Habana y Matanzas.
“¿Por qué trabajar con hombres? Porque son los principales perpetradores de la violencia, constituyen figuras claves en las relaciones de poder en sociedades como la nuestra donde todavía la cultura patriarcal potencia la superioridad de los varones sobre las mujeres y también porque se les ha prestado menor atención dentro de las políticas y estrategias de influencia”, dijo Díaz Álvarez.
A partir de la Plataforma de Hombres Cubanos por la no Violencia y la Equidad de Género se convocaron a hombres a participar en varios talleres. El programa de sensibilización y formación incluyó temas relacionados con la violencia de género y la cultura patriarcal, masculinidades, mitos y falsas creencias sobre la violencia sexual, recursos para la multiplicación y el desarrollo de iniciativas locales, entre otros.
“Todos sabemos que es muy difícil medir los cambios en el comportamiento. Pero nos pareció una ganancia considerable el hecho de que los participantes hayan verbalizado que se sentían en condiciones de denunciar situaciones de violencia sexual y ayudar a las mujeres y a otros hombres que pudieran encontrarse en esta situación”, expuso la especialista en masculinidades.
Prevenir desde una cultura de derechos…
Continuamente las miradas se tornan sobre el Derecho como una de las disciplinas y ámbitos sociales que más se necesitan para dar una respuesta efectiva a la violencia machista.
Para la jurista Yamila González Ferrer “una de nuestras fortalezas son las alianzas entre las instituciones y organizaciones a lo largo de más de 18 años” dedicados a enfrentar la violencia machista.
La coordinadora nacional del Proyecto Género y Derecho de la Unión Nacional de Juristas de Cuba (UNJC) reconoció los avances en la formación de pregrado en la Universidad de La Habana con la creación de asignaturas como Género y Derecho, Género y Derecho Penal, y la inclusión de la violencia de género en la asignatura optativa Criminología.
El Proyecto Género y Derecho de la UNJC ha promovido de manera sistemática talleres y espacios de formación y sensibilización.
“En las capacitaciones que realizamos nos hemos percatado que los profesionales del derecho y otras profesiones tienen problemas para visualizar las expresiones de discriminación indirecta, esas manifestaciones de violencia que muchos consideran forman parte de la norma” reflexionó la experta.
Además de la actualización del marco jurídico González Ferrer reconoce la importancia de “incorporar el tema de la violencia de género, el género y la cultura de derechos a la formación de pregrado para que los futuros profesionales los asuman como cualquier materia técnica”.
“Pero para lograrlo tenemos que tener esa coordinación nacional, efectiva e institucional con poder de decisión. De esto depende el salto cualitativo que hoy necesitamos”, alertó la jurista durante el debate.
