Granma.- El voto en el referendo constitucional demostró que esta sociedad es mucho más avanzada de lo que realmente pensamos o al menos hay un número importante de la población que sí entendió los nuevos elementos que se aportaron, eso es como para celebrarlo, afirmó Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), durante su reciente comparecencia en la Mesa Redonda.
«Ha sido duro el trabajo que hemos desarrollado para tratar de aportar conocimiento científico a la población en un lenguaje comunicacional y que comprenda por qué desarrolla esta política el Estado cubano, por qué se necesita cambiar tantas cosas que se consideran inamovibles, como decir que no existe el género masculino o femenino, sino seres humanos», añadió la también diputada al Parlamento cubano en el espacio televisivo, dedicado a la 12 ma. edición de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia.
«El ejercicio de dominación que genera desigualdad desde el patriarcado ha sido erosionado poco a poco por el proceso revolucionario. Seguimos en un proceso emancipador, luchando por las libertades, por los derechos humanos. Esas son herramientas de una sociedad en Revolución que está generando mecanismos de democracia socialista. La educación de la sexualidad es parte de ello, la lucha por los derechos LGBTI es parte de nuestros aportes al proceso revolucionario.
La Directora del Cenesex expuso que la campaña que conduce las Jornadas, así como las acciones comunicativas, académicas, comunitarias, comunicacionales, recreativas y artísticas, se realizarán para trabajar con el pueblo en los temas que se van a presentar en el nuevo Código de Familias.
«La población necesita de referentes científicos y habrá que hacer muchos espacios de diálogo, de comunicación, de información, para ayudar a que tenga las herramientas del conocimiento y pueda, libremente, opinar y dar su voto», dijo.
Manuel Vázquez Seijido, subdirector del Cenesex, ofreció información sobre la marcha convocada en el Parque Central para reivindicar los derechos LGBTI y como alternativa a la suspensión por este año de la tradicional conga por la avenida 23.
Según explicó, un grupo de personas que no sobrepasaba los 150 se reunió en el Parque Central para realizar una marcha no autorizada, lo cual es un requerimiento legal en todo el mundo. Hicieron la caminata, relató, hasta un punto cívicamente posible, que no interfería con el desarrollo ordenado de la ciudad.
Pero un grupo que no ha ido nunca a las congas y en cuyas agendas personales no han ocupado un espacio los derechos de las personas LGBTI, comenzó a resistirse y responder de forma no cívica. Varios fueron conducidos fuera del lugar, pero a ninguno se le procesó jurídicamente ni se le privó de libertad, aclaró Vázquez Seijido. Se refirió a la gran cantidad de prensa extranjera que se reunió para reportar el hecho y a la manipulación mediática de lo sucedido.