Lirians Gordillo Piña - Revista Mujeres / Fotos de la autora.- Las vivencias de las 13 cubanas que combatieron en la Sierra Maestra como integrantes del pelotón Mariana Grajales hablan de una estirpe de guerreras que las trasciende y que, a la vez, ellas también han forjado.


Sus nombres son Isabel Luisa Rielo Rodríguez (jefa de Pelotón), Delsa Esther Puebla Viltres (Teté, segunda jefa), Olga Esther Guevara Pérez (Olguita), Ángela Antolín Escalona (Angelina), Edemis Tamayo Núñez (la Gallega), Orosia Soto SardinaFlor Celeste Pérez ChávezEva Rodríguez PalmaLilia Rielo Rodríguez, Rita García ReyesJuana Bautista Peña PeñaAda Bella Acosta Pompa y Norma Rosa Ferrer Benítez.

Decir sus nombres en voz alta es una manera de honrarlas y resguardar en la memoria su arrojo, la autonomía expresa en la voluntad de luchar, de poner el cuerpo a una causa por la que sentían valía la pena darlo todo.

Cuando Orosia Soto Sardina llegó a la Sierra y conoció a Fidel Castro Ruz, era muy jovencita. Como quien pone a prueba su decisión de luchar, el Comandante guerrillero le preguntó a qué había subido, y ella le respondió inmediatamente: “A luchar”.

“Pero aquí las mujeres no pelean”, ripostó Fidel. Cuenta Orosia que fue entonces cuando vio a Teté Puebla pasando con un revolver a la cintura. Al instante le respondió a Fidel “Cómo que las mujeres no pelean, y qué hace aquella muchacha”. Dice que él le sonrió y dijo “Tú y yo seguiremos conversando”. Orosia Soto Sardina no bajó de la Sierra, fue de las 13 integrantes del Pelotón Las Marianas.

Soto Sardina y la general Delsa Esther Puebla Viltres (Teté Puebla) rememoraron varias de sus experiencias durante la gesta guerrillera en un encuentro convocado por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) para rememorar su creación el 4 de septiembre de 1958.

En el conversatorio se presentó el documental Guerrilleras con Fidel realizado por el periodista Wilmer Rodríguez Fernández en 2019.

“Luego de siete horas explicando el por qué de su propuesta el Comandante en Jefe dio por creado el Pelotón Las Marianas·, rememoró Teté.

Ellas participarían en varios combates y serían su primera escolta personal. Aquella decisión demostró ser estratégica y dejaba entrever una visión mayor, que con el triunfo de la Revolución tomó forma en políticas y un impulso sísmico a favor de la igualdad de género.

Delsa Esther Puebla Viltres (Teté) llegó con 16 años a la Sierra Maestra, cuenta en el documental que ella quería pelear, harta de las atrocidades del ejército de Batista.

“Lo mismo mataban a un campesino que violaban a las mujeres”, cuenta en el documental.

Las Marianas estuvieron a la altura de la gesta: resistían como sus compañeros los rigores de la guerra, se hacían parte del monte cuando la metralla de los aviones “se enterraba” en la tierra y además de hacer frente al ejército enemigo lucharon contra el machismo rancio que imperaba entre sus propios compañeros.

 “Nosotras llegamos a La Habana como parte de la escolta del Comandante, luego, en la construcción de la Revolución todas nos involucramos”, recordó la general y actual jefa de la Oficina de Atención a Combatientes.

“Escuchándolas hemos pensado mucho en las mujeres que estuvieron en la guerra contra el apartheid en Angola, las que estuvieron en el enfrentamiento al incendio en Matanzas, las que han estado salvando vidas en tantas partes del mundo, las que están hoy en la agricultura, en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, las maestras, todas las cubanas que hoy están enfrentando la adversidad y buscando soluciones a los problemas”, dijo en el encuentro Teresa Amarelle Boué, Secretaria General de la FMC.

“En tiempos en los que Las Marianas se han multiplicado tanto en Cuba, no podíamos dejar de rendir homenaje a estas mujeres que fueron antecedente de esa vocación de igualdad que la Revolución siempre ha tenido, esa vocación humanista. Esto tiene mucho que ver con que aquel primero de enero de 1959 uno de los problemas que el Comandante mencionó y dijo que sería más difícil de resolver, fue la discriminación hacia la mujer; él como nadie tenía esa vivencia y esa vocación humanista, esa vocación por la igualdad y la visión de que la lucha por la discriminación sería una lucha larga”, agregó Amarelle Boué.

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