Luis Ernesto Ruiz Martínez - Blog Visión desde Cuba - Cuando la conexión me lo permite, aunque cuando NO también lo intento, me dispongo a darle lectura a algunos sitios amigos y a escudriñar en lo que están divulgando las agencias de prensa que asumen la importantísima misión de “informarnos” a todos los seres humanos.
Haciendo una parada en el blog Cambios en Cuba, del amigo Lagarde, conocí que EFE se hacía eco de las palabras de Mariela Castro Espín, la hija del presidente cubano Raúl Castro, al asegurar este martes en Nueva York que se considera una “disidente” del poder hegemónico global que sueña con una Cuba soberana, pero que mira “críticamente” la realidad de la isla y cree que el proceso electoral podría ser “más democrático todavía”.
Las citas que siguen coinciden 100% con la línea de pensamiento que he sostenido en mi blog desde su creación hace ya más de un año:
“Yo me considero una disidente y no me gusta que nos quiten ese adjetivo quienes responden a posiciones oficiales del poder hegemónico global”, dijo durante una conferencia en la Biblioteca Pública de Nueva York, para agregar poco después: “Los revolucionarios somos disidentes, somos incómodos y sufrimos la discriminación por nuestro proyecto histórico por una ideología que intenta experimentar la emancipación plena del ser humano”
Y tiene toda la razón. Con mi amigo Raúl Capote, el mismo que estuvo supuestamente trabajando para la CIA y ha denunciado las verdaderas intenciones de la SINA, la CIA y el gobierno de Estados Unidos en Cuba, he coincidido en que ese término ha querido ser empleado para contrarrestar la verdadera palabra que el Diccionario de la Lengua Española reserva para dicha “especie”: CONTRARREVOLUCIONARIOS.
En Matanzas, durante el BlogazoxCuba (Encuentro de Blogueros Cubanos en Revolución), conocí personalmente a Mariela Castro y pude conversar con ella durante algunos minutos. Entonces no fue este el tema de conversación, pero me resulta gratificante leer esta nota pues dicho por ella da más fuerza a nuestro reclamo por re-conquistar el término.
Lamentablemente varios medios, entre ellos algunos cubanos, lo siguen empleando para referirse a los “vendepatrias pro-yanquis” que solo quieren ver a Cuba convertida en una posesión más del imperio. Poco a poco eso irá cambiando, lo sé. Mientras tanto seguiré, como Capote, Mariela Castro y otros colegas defendiendo nuestro derecho a la crítica oportuna contra lo mal hecho.
Estoy seguro que somos unos cuantos los que, como Mariela Castro, hemos asumido el adjetivo de DISIDENTES pero no solamente para “ver frente a la tele” lo que pasa a nuestro alrededor. Lo hacemos con la responsabilidad de combatir de forma enérgica a quienes, desde posiciones pseudorevolucionarias, entorpecen la obra de la Revolución.