Sandra Álvarez Negra cubana tenía que ser / El desarrollo de las Olimpiadas Londres 2012 es el momento propicio para que reflexione acerca de la participación de las mujeres, en especial de las cubanas, en deportes que en este país solo han recibido la atención mayoritaria de los hombres, entiéndase el boxeo, las pesas y la lucha.

Que hayan sido los hombres quienes primero se acercaron a estas disciplinas en nuestro país, no significa que no existan mujeres que las prefieran. Sin embargo, la práctica por parte de ellas de dichas especialidades deportivas fue impedida hasta hace relativamente poco, y a pesar de su aprobación aún reciben el rechazo abierto de varios comentaristas deportivos, en su mayoría hombres y sexistas, que reproducen en su profesión los estereotipos presentes en el imaginario social. Ellos se llenan la boca de alabanzas a la belleza de una saltadora rusa en vez de ofrecer datos sobre su carrera atlética.


Partimos del hecho de que la práctica del deporte de alto rendimiento es una actividad para personas transgresoras, no importa cual sea su género, quienes no creen en los limites físicos del cuerpo humano.

En este sentido, las mujeres deportistas, en su quehacer diario, son progresistas, pues el deporte fue hecho para y por los hombres. Considerar entonces a la mujer deportista como doblemente transgresora es mas que un acto de justicia es percatarse también de la arrojo individual de ellas en la decisión de dedicarse a extremar sus potencialidades físicas y psicológicas puestas a disposición del desempeño deportivo.

Todas y cada una de las disciplinas, por más reforzadoras de la feminidad tradicional que sean, como es el caso de la gimnasia rítmica, le aportan al cuerpo femenino la musculatura y destreza que para nosotras no ha sido prescrita. “Parece un macho” es el argumento más contundente de quienes pretenden desvalorizar a las mujeres deportistas.

En los deportes de combate es donde más se vilipendia la participación de ellas. Comprendo que si Ud. no gusta de los golpes y la agresividad rechace también su práctica por parte de los hombres. Ud. no considera válido, entonces, que hombres y mujeres se especialicen en golpearse. Le entiendo. Sin embargo, por lo general quienes se oponen a la participación de las mujeres en los deportes de combate —o en las pesas por lo que estas representan para la supuesta masculinización del cuerpo femenino—, si disfrutan a los hombres cuando se pegan las fuertes patadas al pecho del Taekwondo o los ganchos a la mandíbula en el boxeo: “eso no es para las mujeres”, he escuchado decir.

Como en otros ámbitos de quehacer humano, las mujeres llegamos con cierto retraso al deporte, pero en algunos de combate, así como en la halterofilia, al menos en Cuba, ha conllevado la lucha contra los prejuicios, al punto de que hoy en día son pocas o nulas las transmisiones sobre las cubanas que participan en dichas disciplinas.

El mito de la fragilidad de las mujeres ha sido violentado por ellas mismas de manera sistemática. Cargar un hijo enfermo de 80 libras nos hace buenas madres, cargar el valor de 50 kilos en pesas nos hace rudas y masculinas. ¡Hábrase visto hipócrita sociedad!

La realidad es que colombianas, ecuatorianas y venezolanas son las mejores representantes de las pesas en el continente, de nada nos sirvió ser una (la) potencia deportiva en este lado del mundo, país que con 11 millones de habitantes obtuvo, en más de una ocasión, más medallas que cualquier gigante (como Brasil, Argentina o Canadá) en los juegos continentales.

No quisimos poner en riesgo nuestro paradigma de feminidad, anquilosado en el esencialismo burgués, en su lugar ganó terreno el prejuicio y las falsas creencias sobre lo que una mujer debe o no debe hacer.

No nos percatamos de que tal paradigma, por suerte está feneciendo y ya, en contra de todas las banderas, hay muchachas levantando las pesas que quieren alzar y aprendiendo con rapidez las técnicas del boxeo. ¡Ahora solo falta que lo televisen!

Entonces si “el deporte es un derecho del pueblo” y en Cuba la televisión es estatal, yo tengo derecho a ver pesas, boxeo y lucha femeninas.

La Columna
Sandra Abd´Allah-Álvarez Ramírez - Blog "Negra cubana tenía que ser" / Cubainformación.- El término sororidad llegó a mi vida en el contexto de mis inicios como feminista, aún cuando ni siquiera sabía que existía algo llamado activismo y mucho menos...
Sandra Abd´Allah-Álvarez Ramírez - Blog "Negra cubana tenía que ser" / Cubainformación.- El Directorio de Afrocubanas viaja de nuevo a la isla, para partcipar en el II Coloquio-Taller “La nación que estamos imaginando: Nuevas geografías de la racial...
  Sandra Abd´Allah-Álvarez Ramírez - Blog "Negra cubana tenía que ser" / Cubainformación.- Aracelis aún recuerda con estupor cómo sus vecinos se organizaron para decorarle su balcón a huevazos, cuando estos se enteraron que ella y su familia se iban ...
Lo último
Gravedad: Con Filo
Con Filo.- Hace tiempo que la contrarrevolución se ha dedicado a esperar, simplemente a esperar. Sin proyecto, real o al menos simulado, han apostado por la vieja táctica de la “fruta madura”: que la gravedad de la situaci&o...
Ver / Leer más
La Columna
Al héroe Bastidas
Gerardo Moyá Noguera*.- La comisión de prensa de la asociación cubana de Naciones Unidas peregrinó hasta el cementerio Colón en La Habana  en homenaje a Carlos Bastidas Arguello, asesinado por los esbirros de B...
La Revista