En este caso, el del ZunZuneo, llama la atención que insistan en afirmar que es totalmente legal y de acuerdo con las leyes internacionales y la de los Estados Unidos, cuando es mentira de la Usaid y ellos saben que miente cuando hacen ese tipo de afirmación. Servidores en diferentes países, cuentas clandestinas en Gran Caimán, compañías fantasmas en España y robo de números telefónicos, no puede ser legal en ninguna parte del mundo. De entrada, es ilegal el enviar mensajes no solicitados a celulares y aún más ilegal si se le hace a celulares de otros países. Además es un robo de alta calidad cuando se apoderan de información personal de los usuarios. Aquí el congreso hace años aprobó una ley que específicamente prohíbe el envió de dichos mensajes y el robo de ese tipo de información. Sin embargo, Radio Martí se vanagloria públicamente en Miami de tener un servicio de mensajería hacia Cuba, sin importarle a nadie la ilegalidad en que incurre un organismo gubernamental violando impunemente la ley de este país, y cuando menos, también las leyes imperantes en la República de Cuba.
Marco Rubio va más allá de Menéndez y propone, no solamente la necesidad de alabar el proyecto, sino que hay que restablecerlo y ampliarlo. El pintoresco senador por La Florida que se las da, como decimos en buen cubano, de bonitillo, hizo un gesto de valentía incalculable y envió un mensaje a Cuba desde el mismo salón del Senado en donde se llevaba a cabo la audiencia con el director de la Usaid, para afirmar con voz firme, "Si hago esto en Cuba, estoy preso". ¿En qué mundo viven estos personajes de pacotilla? ¿Del teatro vernáculo cubano? Es decir que, cuando en Cuba ETECSA acaba de inaugurar un nuevo servicio para la telefonía celular que amplía la mensajería de texto, este payaso senador anticubano afirma en Washington, sin tan siquiera sonrojarse, que si manda un mensaje en Cuba, termina en la prisión. Hay que tener fuerza de cara para hacer una declaración de ese tipo. Bueno, ya sabemos que fuerza de cara es lo que les sobra a todos estos legisladores que de una forma u otra descienden de cubanos.
Las declaraciones en el Senado de Washington, tanto de Menéndez como de Rubio, son una raya más para el tigre. El odio que esta gente le tiene a Cuba y a su pueblo es un tema viejo, pero el daño que le tratan de hacer a los que allá viven, es constante y malévolo y no se limita a un simple ZunZuneo.
*Lázaro Fariñas, periodista cubano residente en EE.UU.
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