Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- En Cuba: activados agentes del Carril II coloqué como resumen “El Lobo se viste de Caperucita Roja y reanima la subversión ideológica. Hemos de responder con más Cultura”, y llamé la atención de mis lectores/as sobre la retahíla de trabajos que por estos días han venido publicando El Nuevo Herald y EL PAÍS, en Miami y Madrid, para engordar la duda acerca de la legitimidad de la posición de la Revolución Cubana en el nuevo escenario de civilización relativa con el vecino del Norte; al tiempo que prometí abordar al respecto. Aquí va mi palabra.


Antes de imbuirme en los elementos que a mi juicio revelan cómo en la Guerra Mediática contra el pueblo cubano están participando activamente los rotativos miamense y madrileño arriba citados, le significo a mis lectores/as que al calor del show armado por Tania Bruguera —pretendida líder del mercenarismo espiritual y ¿en especie? que ahora puja por establecerse en la Isla, aunque su eco exhibió un coro opaco en el lugar de los hechos— quedó confirmado quién está detrás de esta artista plástica de origen cubano y residente en Estados Unidos: me refiero a que el Departamento de Estado, precisamente porque defendemos a la inmensa mayoría de cubanos/as, emitió un comunicado en el que expresa su condena al supuesto “acoso continuado del gobierno cubano y el uso repetido de las detenciones arbitrarias, en ocasiones violentas, para silenciar a críticos, intervenir reuniones pacíficas e intimidar a sus ciudadanos”, según el periódico de la Florida.

Ahora, me adentro en lo prometido.

Resulta que la repercusión de los anuncios de los Presidentes Raúl Castro y Barack Obama sobre las mudanzas sorprendentes en los vínculos La Habana-Washington, trajo un sinnúmero de interpretaciones en prácticamente todo el universo, especialmente en medios de comunicación del Norte del Estrecho de la Florida y de la Madre Patria. Para el caso que me ocupa, me detengo en Contra los yanquis vivíamos mejor de Carlos Alberto Montaner y en Cuba y los espejismos de la libertad de Mario Vargas Llosa.

Para el terrorista de apellido Montaner, debió ser lo más natural del mundo el título que nos brindó en esta oportunidad. Por eso, pienso que él sintetiza en el párrafo que sigue la médula de cómo asume, en definitivas, las mudanzas en cuestión, a saber:

“El equívoco está fundado en lo que en inglés llaman wishful thinking o juicio basado en ilusiones. El sorpresivo anuncio de Obama y Raúl Castro era el inicio de un largo, complejo y deseado proceso de deshielo, y casi todos los factores afectados dieron por hecho que la reconciliación ya se había producido y, en consecuencia, la transición hacia la democracia había comenzado. La percepción ha sido de final de partida, no de comienzo” —las negritas son mías.

¿Qué nos anticipa Mr. Montaner, el mismo personaje que fue “condenado en Cuba en 1961 y denunciado en múltiples oportunidades como agente de la CIA, [y que] prestó un vehículo a un comando terrorista que intentó asesinar en París al Comandante de la Revolución cubana Ramiro Valdés Menéndez”, de acuerdo con lo divulgado por su par y compinche de Posada Carriles “[Orlando] Bosch en su libro de memorias Los años que he vivido, publicado en Miami”?

Pues algo muy simple: como para este delincuente político “casi nadie cree en los presupuestos teóricos del sistema. Todos saben que el marxismo leninismo fracasó rotundamente y la nación se está cayendo a pedazos” y “la mayor parte de los cubanos, como los soviéticos en la etapa final de Mijail Gorbachov, están convencidos de que el sistema no es reformable y hay que reemplazarlo”, entonces apenas será algo así como vivir para ver que el resultado del mencionado anuncio de Raúl y Obama devendrá adiós al Socialismo en Cuba —según la percepción del susodicho. Más adelante retorno a este asunto.

Por su parte, el padre de Álvaro Vargas Llosa y Premio Nobel de Literatura en el trabajo citado sobre los espejismo en la Mayor de las Antillas expuso lo que considero clave de su punto de vista en el tema Cuba-Estados Unidos de América: “Me alegra el acuerdo entre Obama y Castro; me entristece si eso aleja la recuperación de la libertad”, y luego precisa:

“Mi esperanza es […] que el castrismo haya perdido del todo la fuerza ideológica que tuvo en un principio y que en todos estos años se ha convertido en mera retórica, una propaganda en la que es improbable que crean incluso los dirigentes de la Revolución. La desaparición de los hermanos Castro y de los veteranos de la Revolución, que ahora ejercitan todavía el control del país, y la asunción de los puestos de mando por las nuevas generaciones, menos ideológicas y más pragmáticas, podrían facilitar aquella transición pacífica que auguran quienes celebran con entusiasmo el fin del embargo” —las negritas son mías.

Es decir, el mismísimo Mario Vargas Llosa que es consortes de los ultraderechistas aliados del Águila Imperial ex mandatarios de España y Colombia que responden a los nombres de José María Aznar y Álvaro Uribe, respectivamente, quizás con un tanto más de raciocinio que Mr. Montaner, también apuesta a que la Revolución Cubana sucumbe, al final de cuenta, con los nuevos vínculos La Habana-Washington.

Por mi parte, grosso modo, comparto con mis lectores/as a qué condiciono las predicciones de los agoreros Montaner y el Vargas Llosa cuyos escritos aludidos están en ediciones recientes de los periódicos El Nuevo Herald y EL PAÍS.

Ante todo, significo que, justo de cara al nuevo escenario que se abre paso desde el 17 de Diciembre último, redacté Cuba-EEUU: extraordinario avance; enorme desafío con una referencia a la distensión que desde entonces se abre paso y al incremento del Carril II; al tiempo que resalté que sin Guerra Económica será cada vez más y mejor las condiciones de vida para cubanas, cubanos y muchas personas a quienes les llegará también nuestra Solidaridad, y que la Cultura de las presentes y futuras generaciones del patio será capaz de garantizar nuestra Marcha Triunfal.

En este orden de pensamiento, subrayo que debemos deshacernos de cualquier idea que implique la ilusión de que en la etapa que emerge podemos confiarnos de las bondades (con y sin comillas) provenientes de la Casa Blanca. Amén de que nadie puede acreditar a ciencia cierta que en adelante la Administración norteamericana nos favorecerá cuanto pueda en el apartado económico, ni siquiera en el supuesto de la desaparición del Carril I hemos de pifiar y echar nuestra suerte comercial-financiera-inversionista a un sistema que jamás nos ha dejado obrar por cuenta propia.

A la tesis anterior incorporo el testimonio histórico que devela el altísimo costo que el pueblo cubano tuvo que pagar por depositar (con y sin comillas) su desarrollo en manos gringas. Si a ello le sumamos el enorme pago que tuvimos que dar por cuenta de la dependencia económica a Moscú y otros socios del Este europeo —con la salvedad de que ello resultó una estrategia de sobrevivencia cuando el Águila Imperial intentó asfixiar al Caimán Verde—, entonces sin el menor margen a la vacilación tenemos que apostar a progresar por pies y pensamientos propios —so pena de hipotecar la prosperidad y felicidad de las presentes y futuras generaciones.

Hablando en otros términos, debemos elevar la convicción de que solo aplicando creadoramente los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución; solo  dejando a un lado justificación alguna amparada en el incuestionable Bloqueo Made in USA y ultrapasando el Bloqueo interno (chapucerías, insuficiencias, deficiencias, burocratismo, corrupción); solo teniendo en cuenta el latir-opinión de cubanas y cubanos, incluyendo las percepciones de Economistas competentes y del patio que brindaron sus consideraciones apenas meses atrás en ¿Qué está pasando en la economía cubana? —más allá que no se coincida con cada una de sus ideas, reitero; solo siendo consecuente con el postulado según el cual “el principio de los principios y es no violar ningún principio”; solo por este camino es que la economía dejará de ser la asignatura pendiente de nuestra Revolución y marcharemos “definitivamente hacia el desarrollo sostenible e irreversible del socialismo en Cuba” —en palabras del Compañero Raúl Castro. Pero ni siquiera ello es garantía de tal irreversibilidad.

En última instancia, será eso que hemos llamado Trabajo político-ideológico o, si usted lo prefiere en otras señales, la aprehensión de Valores en todas las generaciones de cubanas y cubanos; la aprehensión de la máxima del Héroe Nacional José Martí que reza “Ser culto es el único modo de ser libre. Ser bueno es el único modo de ser dichoso”; la aprehensión de la filosofía del Compañero Fidel Castro de acuerdo con el cual “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado…”; la aprehensión de lo mejor que ha creado la Humanidad, incluyendo el legado positivo de la obra de quienes piensan diferente a nosotros; la aprehensión de que la desaparición de la lucha de clases, básicamente en el plano ideológico, está condicionada a un larguísimo y tortuoso camino recorrido; todo eso junto será lo que nos lleve a la edificación de una sociedad cada vez más inclusiva y donde la persona encuentre cabal realización.

Entretanto, hago mío el título Días raros y, sobre todo, sus últimas ideas: “Sin miedo, con ímpetus, con lealtades y esperanzas, la hora de dejarles el camino a los jóvenes llegó. No se valen pretextos (por ejemplo, atribuirles inexperiencia): nosotros éramos inexpertos y aquí estamos. Si hemos sabido tolerar errores y seguir confiando; si hemos sido testigos de grandes momentos dolorosos y nos hemos levantado; si supimos valorar con intensidad el placer del sacrificio, debemos mostrar a nuestros hijos que si un mundo mejor es posible, son ellos los encargados de construirlo. Bienvenidos los cambios, y bienvenida sea la nueva Cuba”.

No obstante, a las líneas anteriores deseo agregarle una acotación que considero decisiva para no repetir errores: ahora el asunto no debe ser darle todo el poder a los jóvenes en detrimento de la experiencia de las generaciones fogueadas en más de cinco décadas y medias, si verdaderamente huimos del bandazo —so pena de coronar a los agoreros y sus mentores.

En resumen, considero que los elementos sucintamente abordados son contornos que nos conducirán a evidenciar la superioridad del frente al Capitalismo en el tema de una aproximación al futuro de Cuba.

 

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