Rolando Inerárity* - Cubainformación.- El discurso de clausura de las sesiones del Parlamento cubano suponen un antes y un después. El Presidente tocó todas las teclas y es un llamado al combate en todas las estructuras del gobierno, en todas las organizaciones, en todo el pueblo.
Nadie puede sentirse feliz, ni satisfecho con lo hecho. Nadie debe albergar desaliento por lo que queda por hacer. Todos debemos trabajar por hacer de Cuba un lugar próspero, allí donde te encuentres.
Ningún funcionario debe estar acomodado. Hay que velar por la corrupción, un cáncer que no puede acabar haciendo metástasis en el cuerpo de la nación. Hay que combatirlo con todas las fuerzas porque es el principal alimento del desaliento y la derrota. No es fácil, porque el corrupto se disfraza de revolucionario, enarbola las consignas de moda y en silencio va corrompiendo a todos a su alrededor. Las redes sociales deben ayudar a desenmascararlos.
Hay un tema que me preocupa, cómo se eligen a los directivos de las empresas estatales en este nuevo escenario. Hay que poner en esas posiciones claves a profesionales capaces que sepan asumir el reto gigante que tienen ante sí. Aquí ya no es quedar bien con los jefes de arriba, es que las cifras queden bien con la gente de abajo. Cuba necesita de sus profesionales entregados que sepan trabajar como se ha hecho para combatir la pandemia. Que los resultados hablen más que los informes.
Las rendiciones de cuenta en el Parlamento deben ser a camisa quitada y las comisiones parlamentarias deben ser como abogados del diablo, nada de zonas de confort.
Los medios de prensa deben estar al nivel que se exige y en los noticieros, que constituyen un arma poderosísima si se utilizan bien; deben tener una redacción balanceada, mostrando los indudables éxitos alcanzados, con los problemas que se van detectando. Qué el pueblo se vea reflejado en cuerpo y alma allí.
Es tan importante reflejar tanto lo que sale mal, como lo que sale bien.
Las organizaciones de masa deben despertar de su letargo y hacer un trabajo casa por casa, centro por centro. Esas herramientas que sirvieron de pequeños motores en su momento deben ponerse de nuevo en marcha, poniendo a jóvenes comprometidos a la cabeza de las mismas y tratando de movilizar a todos. Ellos deben convertirse con un discurso veraz en los verdaderos influencers de la sociedad cubana. Tienen que tener sus canales en YouTube y hacer directas. Se han dejado robar la iniciativa y hay que rectificar eso.
Hay que promover con mayor fuerza a los intelectuales y artistas que apoyen a la Revolución. Los medios han sido pasivos con esto.
Hay una narrativa malsana de negar todo lo alcanzado en 62 años y que llama a que la Revolución caducó. Les recuerdo que el capitalismo lleva varios siglos y sigue ahí asqueroso y resiliente. La Iglesia más aún, cambia y se mantiene.
La Revolución cubana evoluciona y se mantiene. Es mentira que todo siga igual. Esta tarea Ordenamiento más el redespliegue empresarial niega esa falacia.
Cubanos en nuestras manos está hacer nuestro país más próspero, ningún sistema es más justo que el nuestro, se los digo yo que llevo 12 años residiendo fuera y mi honda sigue siendo la de Cuba Socialista!
¡Vayamos todos casa por casa, pegado al pueblo!
¡Viva Cuba Socialista!
Barcelona, 30 de Noviembre de 2020
* Máster en Big Data y Business Analytics.