Por Hedelberto López Blanch*/Foto Virgilio Ponce.- Tras la operación especial militar de Rusia para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania, fueron descubiertos en esa nación, cerca de 20 laboratorios de armas biológicas bajo la dirección y control de agencias estadounidenses.
A partir del golpe de Estado contra el gobierno de Víctor Yanukovich en febrero de 2014, Ucrania se convirtió en la punta de lanza de Estados Unidos contra Rusia y en ese país, Washington, el Pentágono y empresas transnacionales establecieron laboratorios militares para la creación de diversos tipos de patógenos biológicos.
En reiteradas ocasiones varios medios de prensa han denunciado que la Agencia de Estados Unidos para la Reducción de las Amenazas (DTRA por sus siglas en inglés) gestionaba más de 20 laboratorios biológicos a lo largo de Ucrania.
A partir de 2016, Ucrania empezó a realizar investigaciones sobre armas biológicas en los biolaboratorios construidos por la DTRA y bajo el control de esa agencia.
Después de haber analizado los proyectos que se desarrollaban en 15 laboratorios ocupados por las tropas rusas en regiones ucranianas, el ex teniente general Ígor Kirílov, que antes de su asesinato era jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica (NBQ) de las Fuerzas Armadas de Rusia había denunciado esas peligrosas actividades.
Kirílov murió el pasado 17 de diciembre, junto con su ayudante, por la detonación de un artefacto explosivo cuando salía de su apartamento en Moscú y que fue colocado por un ciudadano de origen uzbeco, reclutado por los servicios especiales ucranianos.
En marzo de 2022, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajárova, denunció la implicación de la élite política estadounidense en la construcción de armas biológicas en Ucrania, y recordó que “en el 2016, se detectó un brote de la fiebre porcina entre los militares ucranianos que custodiaban el laboratorio biológico en Járkov dejando 20 muertos, pero el incidente fue tapado”.
Recientemente, el jefe adjunto de la NBQ, mayor general Alexei Rtishchev afirmó que el programa militar biológico de Estados Unidos viola los requisitos de la convención sobre la prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas y tóxicas y representa una amenaza para la población civil y la seguridad mundial.
Señaló que el Pentágono vigila cuidadosamente que las informaciones sobre su papel en la investigación biológica en Ucrania no se divulguen y cualquier publicación sobre el tema se declara como desinformación y se elimina.
Medios de inteligencia rusos aseguran que todos los casos de fugas intencionales o accidentales de agentes causantes de enfermedades peligrosas se disfrazaron como brotes naturales y fueron eliminados por instituciones sanitarias y epidemiológicas controladas.
El subjefe de la NBQ, denunció que Washington está creando una red de laboratorios biológicos en África y los documentos que Rusia tiene a su disposición confirman que la presencia militar y biológica de Estados Unidos en el continente africano está creciendo a un ritmo rápido.
En ese sentido indicó que la conformación de una red de laboratorios ha afectado a países como Ghana, Kenia, Nigeria y Senegal”.
Detalló el alto jefe militar que las sucursales del centro médico militar de las fuerzas navales de Estados Unidos están ubicadas en Ghana y Djibouti, donde se realiza un trabajo activo en focos naturales de enfermedades, aislamiento y secuencia de patógenos.
En Kenia, el centro médico militar estadounidenses ha desplegado una red de estaciones de campo para monitorear la propagación de enfermedades infeccionas en los Estados de África Ecuatorial, y en Nigeria, en 2024, se fundó un centro conjunto de investigación médica y un laboratorio médico militar de las fuerzas armadas de ese país, en cuyo personal se incluyen permanentemente especialistas militares estadounidenses.
En Senegal, informó Rtishchev, se está completando la construcción de un nuevo complejo de laboratorio por 35 millones de dólares, proyecto que involucra a las mismas compañías contratistas del Pentágono del espacio postsoviético: Armenia, Georgia, Kazajstán y Ucrania.
La peligrosidad de esos experimentos entre estos el programa “genomas de patógenos”, que involucra a más de 20 instalaciones biológicas en 18 países, tiene como objetivo estudiar la resistencia de los patógenos a los fármacos.
En conclusiones, un enorme peligro se cierne, no solo para África sino para los habitantes de todo el planeta por la implementación de los programas biológicos militares estadounidenses en territorio de terceros países.
Las denuncias oportunas en organizaciones internacionales, serán necesarias para alertar y tratar de eliminar esas peligrosas amenazas que ponen en riesgo la vida humana en el planeta.
*Hedelberto López Blanch, periodista, escritor e investigador cubano, especialista en política internacional
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