Mariela Pérez Valenzuela - Revista Mujeres.- El método cubano Yo, Sí Puedo, de probada eficacia en el aprendizaje de millones de hombres y mujeres, niñas y niños de todas las edades en casi una treintena de naciones, también se utiliza como proyecto en naciones desarrolladas de habla inglesa, como Canadá.

Para la aplicación del Yo, Sí Puedo en esa nación, en abril de 2007 se inició el desarrollo del programa “ArrowMight Learning for Live” con la llegada del primer grupo de asesores cubanos a ese territorio.

El método para Canadá, que difiere de los aplicados en otros países por el uso más avanzado de la tecnología, fue presentado en la XIV Convención y Feria Internacional Informática 2011, celebrada en Cuba en febrero último con la participación de unas 20 naciones.

Matilde L. Patterson Peña, de la Universidad de Ciencias Pedagógicas (UCP) Félix Varela, Digna Grisel Ponce Suárez, del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (IPLAC) y Miriam López Serrano, de la UCP Enrique José Varona, son integrantes de los equipos que desarrollaron el diagnóstico, la elaboración y el pilotaje del Programa ArrowMight Learning for Life, concebido para ser seguido desde la casa de forma más individualizada o con pequeños grupos en el entorno familiar.

Las teleclases se presentan en esta ocasión, explican en un trabajo presentado en la Feria, en formato de DVD y son impartidas por cuatro tele-profesores que a partir de la interacción con un alumno imaginario en representación de todos, llegan a cada uno de los hogares de los matriculados, no solo para trasmitir el contenido académico, sino también con mensajes educativos e información cultural e histórica de los pueblos originarios fundamentalmente de esas tierras.

Las lecciones en DVD se complementan, manifiestan, con los cuadernos de trabajo y otros materiales docentes que son entregados al estudiante, entre estos diccionario, enciclopedia y libro de escritura cursiva.

Al destacar la responsabilidad del “facilitador” en el éxito de todo el proceso indican sus autoras que éste tiene la función de apoyar y orientar al alumno en la fase de aprendizaje; maestro o no, debe ser miembro de la comunidad; conocer las características del área que atiende y recibir el entrenamiento necesario para cumplir con su función.

Los asesores cubanos que participaron en la primera etapa de diagnóstico profundizaron en el conocimiento del país y las necesidades específicas en el área de alfabetización y la enseñanza de adultos en general; analizaron las estadísticas reflejadas en documentos gubernamentales y no gubernamentales, así como otros cursos de adultos diseñados y

aplicados en diferentes provincias y territorios canadienses con el objetivo de mejorar las habilidades básicas de su población.

También intercambiaron con profesionales de instituciones de la educación de adultos, de colegios y universidades, así como con líderes comunitarios dentro y fuera de las reservas aborígenes, la cual resulta ser la población más necesitada.

Esta primera etapa exploratoria, consideran, fue muy importante para determinar algunos de los temas a tratar y la forma en que debían ser enfocados y fue desarrollada en tres provincias: Nueva Escocia, La Isla del Príncipe Eduardo y Manitoba.

Explican que en la segunda etapa del proyecto se elaboraron los materiales que serían utilizados posteriormente por los alumnos, a la vez que se incorporaron al trabajo equipos de diseño gráfico, escritores, y un equipo de televisión con tecnología avanzada del país.

Un elemento importante dentro de la etapa de elaboración, sostienen, es el diseño y montaje del Sistema de Gestión del Aprendizaje (Learning Management System: LMS), que no puede simplificarse a considerarlo como una especie de base de datos que recopila información, sino que dos de sus objetivos principales es lograr una organización eficiente del trabajo y apoyar la misión de las personas involucradas en la alfabetización.

Mientras, la etapa de experimentación, en la que se pone en práctica el programa, demanda del asesor cubano un dominio total del producto para entrenar a su contraparte canadiense: los centros promotores, los facilitadores y los coordinadores regionales.

El pilotaje se ejecuta en la actualidad en tres provincias: Columbia Británica, Manitoba y Ontario con matrículas provenientes no solo de la población aborigen, sino también de canadienses blancos e inmigrantes.

Trascendió que se ha logrado un alto por ciento de retención y resultados muy positivos hasta el momento, manifestados no solo por los resultados que se van obteniendo, sino por los criterios aportados por parte de estudiantes, facilitadores, centros promotores y líderes de las comunidades.

Entre las pretensiones está que este programa se extienda a un mayor número de estudiantes y a otras provincias y territorios en Canadá. Actualmente y por peticiones de varias provincias se realizan las coordinaciones para su implementación en un futuro cercano.

Para los ejecutores de este programa la experiencia del proyecto ArrowMight constituye un ejemplo de lo que Cuba ha logrado en el asesoramiento de la alfabetización no solo en América Latina y el Caribe, y ha demostrado la calidad de la educación en la Isla.

CASI CINCO MILLONES DE ALFABETIZADOS CON MÉTODO CUBANO

Adiós a la ignorancia han dicho casi cinco millones de personas en una treintena de países después de aprender a leer y a escribir con los métodos cubanos de enseñanza Yo, Sí Puedo y Yo Si Puedo Seguir.

Son individuos de todas las edades y sexos, provenientes de distintas zonas del planeta, que tienen en común el haber sido víctimas de la desigualdad social, al no permitírseles el derecho al conocimiento durante décadas.

Algunos de ellos han decidido continuar los estudios para graduarse de sexto grado y luego de bachiller.

Miguel Livina, representante de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), destacó en La Habana que “la acción meritoria de Cuba en la lucha mundial por la alfabetización debería tenerse más en cuenta por los gobiernos, organismos y organizaciones internacionales, ya que, subrayó, está dejando ricas y apreciables experiencias con resultados altamente positivos”.

El Yo, Sí Puedo ha sido utilizado con éxito en casi una treintena de naciones, entre ellas Venezuela y Bolivia, declaradas libres de ese flagelo en el 2005 y en 2008, respectivamente, con la asesoría de Cuba, que modestamente trasmite su experiencia en la educación a varios países.

Cuba fue desde 1961 y hasta el 2005 el primer y único país de América Latina en ser declarado territorio libre de analfabetismo.

Algunas de los cubanos que participaron en la histórica misión de enseñar a leer y a escribir a sus compatriotas han participado en el asesoramiento de las campañas de alfabetización en varias naciones, como Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Venezuela, tierra esta última donde se graduaron un millón y medio de ciudadanos.

En Bolivia, el programa fue empleado para la enseñanza de más de 820 mil ciudadanos, de los cuales casi 30 mil recibieron los conocimientos en sus lenguas originarias, quechua y aymara.

Los dos métodos han sido utilizados fundamentalmente en territorios de América Latina y el Caribe, en algunos casos a nivel nacional y en otros de forma local, en municipios o departamentos.

También se han empleado en lugares distantes como Angola o en el distrito Oe-cusse, convertido recientemente en el primero de Timor Leste en ser declarado libre de analfabetismo en ese país, después de obtener sus diplomas de graduados17 mil 597 personas.

A fines del año pasado se hizo oficial el lanzamiento en Paraguay de una campaña nacional de alfabetización bajo la asesoría de Cuba.

Para millones de personas se terminaron los tiempos en que estampaban su huella dactilar en algún que otro documento sin saber su contenido, o en las boletas que les entregaban para votar, sin conocer por quien lo hacían, porque no sabían leer ni escribir.

Sin embargo, falta mucho por hacer para acabar con la ignorancia en el mundo y alcanzar uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados en el año 2000 por 189 Jefes de Estado y Gobierno: lograr la educación primaria universal.