María Julia Mayoral - Prensa Latina.- Nicaragüenses y cubanos conmemoraron este miércoles el aniversario 58 de la acción insurreccional que marcó el renacer la lucha popular en esa nación caribeña a mediados del siglo XX y condujo al triunfo revolucionario de 1959.
El 26 de julio de 1953 un grupo de combatientes, encabezados por Fidel Castro, asaltaron los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, importantes fortalezas militares, en el extremo oriental de Cuba, y símbolos entonces de la opresión nacional, con el respaldo de Estados Unidos.
Recordar aquella acción es motivo de fiesta para América Latina porque fue un despertar de la lucha, un nuevo rumbo para nuestros pueblos, destacó el secretario de Relaciones Exteriores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Jacinto Suárez.
En opinión del también diputado al Parlamento Centroamericano, ese espíritu de rebeldía crece en la región entre hermanos "que tenemos una posición común" contra el imperialismo.
La creación y el desarrollo de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) constituye una respuesta antimperialista y revolucionaria, que dejó de ser un sueño para convertirse en realidad, ilustró.
Una nutrida representación de las agrupaciones nicaragüenses de solidaridad con la Isla y de colaboradores cubanos en este territorio centroamericano participó en el encuentro, al cual asistió la titular de Gobernación, Ana Isabel Morales, y otras destacadas personalidades.
El ministro consejero de la embajada de Cuba, Hugoberto Fornaris, recordó que el 26 de julio es una fecha celebrada por incontables "amigos y seguidores de la Revolución en todo el mundo".
"No se trataba de asaltar el poder para disfrutar de prebendas y beneficios particulares, como había sido la norma de los partidos políticos tradicionales, sino de producir las condiciones para llevar a cabo la más profunda revolución social en la historia de Cuba", argumentó el diplomático.
La condena al bloqueo económico, comercial y financiero también se reiteró en esta jornada de solidaridad, así como el reclamo de libertad para cinco luchadores antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González. Sobre ellos pesan severas sanciones por prevenir la ejecución de actos terroristas contra su patria, organizados en el sur de la Florida, con un saldo histórico de aproximadamente mil mutilados y más de tres mil muertos.
La injusticia se ha hecho paso en los Estados Unidos y están agotados todos los recursos legales posibles para demostrar su comprobada inocencia, precisó Fornaris.
"Solo queda que la fuerza de la solidaridad internacional haga comprender al Presidente de los Estados Unidos que libere a esos cinco héroes ya, sin condicionamientos y sin dilaciones", resumió.
