"Año 50 de la Revolución"
Querido Fidel:
No podemos negar que su mensaje nos estremeció profundamente, es una nueva demostración de su grandeza, inteligencia, extraordinaria visión política y altruismo.
Respetamos y apoyamos su decisión, tomada a plena conciencia, con sentido del momento histórico y de la necesidad de garantizar esa continuidad, que usted ha forjado y que está asegurada para siempre, pero la autoridad que emana de su historia y de su ejemplo, el cariño entrañable e infinito que le profesamos, la confianza que hemos depositado en usted, nada tienen que ver con los cargos, los grados o las disposiciones constitucionales.
Usted Comandante, es el Jefe de la Revolución. No hacen falta ni títulos, ni nombramientos, y junto a Raúl, al Partido, a todo su pueblo sigue presente, activo y vigilante en la batalla, instándonos a reflexionar sobre los problemas de adentro y de afuera, desenmascarando y denunciando al enemigo que ha derrotado siempre, infundiéndonos ánimo, optimismo y seguridad en la victoria, señalando el camino con su experiencia, sagacidad, perspicacia y sabiduría.
Junto a usted hemos superado los más increíbles obstáculos y sabemos que cada día la contienda será más difícil e intensa. Sus ideas son imprescindibles, arma estratégica, decisiva, para triunfar aun en las condiciones más adversas. Hemos aprendido a hacer revolución desde su altura y el prisma de su verde olivo guerrillero.
Cuente con nosotras, querido Fidel, somos continuadoras de Vilma, cuya estirpe de eterna combatiente nos inspira a la entrega permanente, a la disciplina férrea, a no creer en imposibles.
Comandante, tenemos el privilegio y la alegría de vivir en su tiempo, de compartir su misma trinchera, defendiendo la justicia, los sueños y el porvenir socialista. Lo hemos seguido y lo seguiremos siempre. Continuaremos en la vanguardia, trabajando duro, defendiendo la unidad y la ideología que nos hacen invencibles. ¡Nada ni nadie nos hará retroceder!
Federación de Mujeres Cubanas