El mayor frigorífico de la provincia avileña mantiene uno de los mejores avales de eficiencia del país en el uso racional de la energía eléctrica

Ortelio González Martínez - Trabajadores.cu.- Siempre califiqué a los frigoríficos como almacenes gigantes, derrochadores de energía eléctrica. Sustentaba la afirmación luego de haberme parado frente a una de las puertas abiertas, por donde salía la energía congelada y abofeteaba el rostro.

Es muy importante la forma de ubicar las estibas dentro de las cámaras refrigeradas”, asegura Bienvenido.


El constante entra y sale de camiones, las rastras cargadas y los equipos en funcionamiento deben atentar contra el ahorro, pensé. Una mañana, con la cabeza y la agenda llenas de dudas, aparecí en el establecimiento marcado con el número 802, de la ciudad de Ciego de Ávila, el mayor de la provincia y uno de los más eficientes de Cuba entre los 31 pertenecientes a la Empresa Nacional de Frigoríficos (ENFRIGO).

QUE NO ESCAPE NI UN GRADO

La máxima allí es que el derroche no tenga un segundo de descanso, en aras de que no se malgaste la energía que necesitan los productos para que se mantengan en estado óptimo.

La dedicación de José Manuel es constante en el ahorro de energía.

Pero detrás de los buenos resultados siempre se esconde mucho esfuerzo. Lo primero que da la bienvenida al visitante es el llamado Mural Energético, donde aparece registrado el consumo de gasolina, diésel, aceite y la corriente eléctrica (está última representa el 99 por ciento del total de energía utilizada en esa Unidad Básica).

Bien legible, como para que todos lo vean, está el enunciado: Tecnología de los puestos clave, donde existe más consumo de corriente: la sala de máquina, la de carga de baterías y las cámaras refrigeradas.

José Manuel Rodríguez es un hombre energético, no solo por la labor que realiza, sino porque cuantifica y chequea con paciencia cada detalle para que no se escape un solo grado centígrado, que pueda representar más gasto de electricidad y petróleo para el país.

Explica las principales tareas desarrolladas en bien del ahorro: cambio en el sistema de bombeo de agua de condensación, reordenamiento de los circuitos de alumbrado en las cámaras refrigeradas, desconexión de transformadores secos, reconstrucción de los bancos de capacitores, automatización del arranque y la parada del bombeo de agua del pozo a la cisterna y de esta al tanque elevado, y la modificación en el sistema de extracción de amoníaco.

SUSTITUCIONES Pertinentes

Como si eso no bastara, varios trabajadores y directivos participaron en un seminario vinculado al ahorro, impartido por especialistas del Centro de Estudios de la Energía y Medio Ambiente de la Universidad Carlos Rafael Rodríguez, de Cienfuegos.

Según precisiones de Bienvenido González Cáceres, jefe de Mantenimiento de la UB, en el ahorro tuvo gran influencia la sustitución (en las cámaras de refrigeración) de 48 motores eléctricos sobredimensionados; el montaje de tres compresores de tornillos y la construcción de los compensadores de arranque de las máquinas de dichos compresores.

Para la próxima etapa se prevé el cambio de dos torres de enfriamiento de tiro inducido, y de seis condensadores verticales enfriados por agua, por dos evaporativos.

Más allá de anuncios, las cifras hablan por sí solas de la excelencia de este frigorífico que lleva dos décadas en explotación. El pasado mes de enero el plan de consumo era de 169 800 kiloWatts/hora, y se utilizaron 158 300.

Una búsqueda en files y modelos (aún no disponen de computadoras), revela que hace ocho años fue cuando más energía eléctrica gastaron, con 3 millones 198 000 kiloWatts/hora y, a la vez, fue el peor periodo en eficiencia energética.

PERO ALGUNOS CLIENTES¼

José Manuel explica que cuando más llenas están las cámaras, el ahorro es mayor. En caso de emergencia, a plena capacidad, pueden apagar los motores hasta 24 horas, sin que sufra el producto almacenado.

Sin embargo, varias causas atentan contra el ahorro.

Una es que por razones lógicas del bloqueo y la desintegración del campo socialista, con el cual Cuba mantenía el 85% del comercio, es bien difícil satisfacer la capacidad de estos almacenes de congelación.

Mas existen otras deficiencias que dependen del hombre y, de solucionarse, el impacto sería menos fuerte en el tortuoso camino para evitar el despilfarro.

José Manuel y Bienvenido ponen como ejemplo la campaña de la papa. En la mayoría de las ocasiones el tubérculo llega con tierra y materias extrañas, a una temperatura de más de 30 grados, por estar expuesto al sol durante mucho tiempo. "Ello obliga, asegura el primero, a un mayor esfuerzo para mantener la temperatura óptima, que en el caso de la papa debe ser de cuatro a seis grados centígrados.

"Si ese producto llegara bien temprano fuera mejor", asevera, sin dejar de reconocer las limitaciones existentes en la transportación, sobre todo en la etapa pico de cosecha.

Sucede también que algunos organismos no utilizan con eficiencia la capacidad disponible, como la empresa PESCAVILA. En enero, por ejemplo, de los 66 154 metros cúbicos contratados, empleó solo 19 996, algo que se repite con frecuencia. La prueba es que el pasado 11 de febrero utilizaba solo el 32% de lo conveniado, con la agravante de que los productos del mar deben estar separados por no ser compatibles con el resto de los alimentos.

BUSCAR RELEVO

Fernando Hernández Pineda, trabajador social, explica que ese frigorífico fue uno de los 49 lugares escogidos en la provincia para aplicar el Sistema de Gestión Total y Uso Eficiente de la Energía en los Puestos Clave.

En tal sentido, acometen otras labores urgentes como la puesta en funcionamiento de los llamados condensadores evaporativos y el cambio de luminarias. "Debemos tapar todos los escapes por donde se pierda energía, sean grandes o pequeños", asegura.

Ahora, según precisiones de José Manuel, el punto neurálgico es el relevo de quienes están en los puestos de mayor importancia. "Nos falta el personal calificado y cuando nos jubilemos los más experimentados esto puede repercutir en el funcionamiento integral de la unidad. Tendrá su impacto en el trabajo técnico", advierte.

Pese a ese "lado flaco", nada los hace detenerse y mantienen el coeficiente de disposición técnica de los viejos equipos del antiguo campo socialista al 99 por ciento, toda una proeza en tiempos de carencias materiales.

A lidiar con estas fábricas de frío no se aprende de hoy para mañana. Me lo demuestra la máxima de Bienvenido: "Llevo 40 años aquí y me queda mucho por conocer para congelar con eficiencia toda la energía que producimos."

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