Un cúmulo de falsedades tejieron los medios informativos de la burguesía para desvituar los sucesos acaecidos hace 55 años.

Evelio Tellería Alfaro - Trabajadores.cu.- Al producirse los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, la autotitulada "prensa seria"  en Cuba reflejó los hechos acorde con los intereses de la dictadura de Fulgencio Batista,  instaurada en el poder mediante una asonada militar el 10 de marzo de 1952.


Toda una urdimbre de falsedades tejieron los medios de prensa burgueses para desvirtuar las reales motivaciones que impulsaron a los combatientes revolucionarios liderados por el joven abogado Fidel Castro Ruz, quienes inspirados en el ideario de José Martí,  asumieron con decoro la misión de retomar las doctrinas del Apóstol y proporcionarle al país la sociedad justa e independiente por la cual ofrendó su vida.

La censura de prensa y la clausura definitiva del periódico Hoy, órgano al servicio del Partido Socialista Popular y de la clase obrera,  fueron dos de las primeras medidas adoptadas por la la tiranía con el fin de ocultarle a las masas populares la verdad de lo acaecido en esos enclaves militares ubicados en las ciudades de Santiago de Cuba y Bayamo, respectivamente, ambos en el oriente de la Isla.

Al ofrecer las primeras noticias, en horas de la noche del propio día 26 , el ministro de Información del régimen implicó al depuesto presidente Carlos Prío y a diversas figuras políticas como autores intelectuales de los asaltos.

Fulgencio Batista lanzó su megalomanía y, como era habitual en él, se colocó en el centro de los acontecimientos. Hizo declaraciones a los cuatro vientos y, entre otras calumnias, calificó el coraje de los combatientes como una "obra de  locos",  reveló la existencia de un plan para asesinarlo y aseveró haber hallado un alijo de armas para ese fin en un cayo próximo a la costa norte de Cuba.

El periodista Ramón Vasconcelos, director de diario Ramón Vasconcelos,  sentenciaba que los responsables de aquella acción  "están confortablemente instalados, unos en sus residencias en Miami y agazapados otros en la seguridad física de sus hogares de Miramar y el Vedado. (...)Lanzar a la muerte a un puñado de insensatos es un crimen abominable. Hacer caudal sectario de un hecho desventurado sería rebajar la condición noble de nuestro pueblo...Que nunca jamás unos cubanos se maten con otros cubanos por pasiones políticas que con cordura y mutua tolerancia tendría satisfactoria solución."

Ni él ni ningún otro personero mencionó la verdadera raigambre de los jóvenes del Centenario Martiano, como los denominó el pueblo del cual procedían. En combate o asesinados posteriormente cayeron obreros de diversos sectores, estudiantes, trabajadores por cuenta propia y profesionales: hombres con vocación libertaria, desvinculados de los partidos políticos tradicionales, imbuidos de nobles ideales para erradicar la degradación que corroía las estructuras de una República neocolonial.

El martes 28 de julio todos los periódicos recogían las noticias de Santiago de Cuba y Bayamo. Aparecieron las listas de los detenidos y declaraciones de representantes del gobierno que manipulaban los sucesos al asegurar que se traba de pugnas entre partidos políticos y acusaban a los revolucionarios de poseer antecedentes penales por estar involucrados en homicidios, robos y otros graves delitos comunes.

Mientras continuaban los asesinatos y las persecuciones a los sobrevivientes, el ultrarreacionario Diario de la Marina reportaba absoluta normalidad en la otrora provincia de Oriente.

Para desviar la atención de la opinión pública nacional, por aquellos días fueron desplegadas  informaciones sobre la firma del armisticio en Corea y los créditos del Senado estadounidense.

Por último imperó un silencio total en torno a tan trascendentales acontecimientos. El quietismo, el llamado a la cordura y el antipatriotismo y el servilismo al régimen inundaron las páginas de los medios informativos.

El pueblo no pudo aquilatar con exactitud la proeza de aquel puñado de jóvenes. Con el triunfo de la Revolución Cubana las acciones del 26 de julio de 1953 fueron conocidas en su totalidad. Desde entonces podemos apreciar el sacrificio de aquella generación que no dejó morir al Apóstol en el año de su centenario

 

Cuba
New York, 26 abr (Prensa Latina) El 65 aniversario de la visita de Fidel Castro a esta ciudad tras el triunfo revolucionario fue evocada hoy como un momento clave para la historia de Cuba y de las relaciones con Estados Unidos....
Canal Caribe.- El miembro del Buró Político del Partido y Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba, (CTC) Ulises Guilarte de Nacimiento, junto al integrante del Comité Central y primer secretario de la organizaci&...
La Habana, 21 abr (Prensa Latina) El 21 de abril de 1964 cayó combatiendo por la revolución latinoamericana en su natal Argentina, el periodista Jorge Ricardo Masetti, fundador y primer director de Prensa Latina....
Lo último
Gravedad: Con Filo
Con Filo.- Hace tiempo que la contrarrevolución se ha dedicado a esperar, simplemente a esperar. Sin proyecto, real o al menos simulado, han apostado por la vieja táctica de la “fruta madura”: que la gravedad de la situaci&o...
Ver / Leer más
La Columna
La Revista