Nelson García Santos - Juventud Rebelde.- Los trabajadores sociales han entregado 22 millones de equipos, la inmensa mayoría electrodomésticos, a núcleos familiares como parte de la Revolución Energética, tarea que debe concluir el próximo año.
Enrique Gómez Cabeza, jefe del Programa Nacional de los Trabajadores Sociales, comentó también que el cambio de equipos permitió mejorar la calidad de vida de una parte importante de la población y lograr un considerable ahorro de electricidad.
Al intervenir aquí en un Taller regional sobre lo realizado en la Revolución Energética, Gómez Cabeza destacó el esfuerzo realizado en la entrega de los módulos de cocción eléctrica y refrigeradores, televisores, y acondicionadores de aire, que aún continúa.
Sobre el particular subrayó la necesidad de estar preparados para avanzar más rápidamente a fin de concluir el próximo año los cambios de equipos que faltan.
Gómez Cabeza precisó que la Revolución Energética ha sido una escuela para los trabajadores sociales y ponderó la organización y responsabilidad con que asumieron la tarea los jóvenes, así como el apoyo recibido por el Partido, Gobierno, organismos y empresas.
A pesar de ello, enfatizó, hubo errores en el trabajo, que fueron subsanados, y se sacaron las experiencias pertinentes para evitar su repetición.
En el Taller, delegados del occidente, incluida la Isla de la Juventud, y del centro del país expusieron sus experiencias sobre más de diez misiones de la Revolución Energética, entre las que se destacan el estudio del potencial de ahorro, el control del combustible y la sustitución de equipos.
Sobre la importancia de esta última tarea vale destacar que Villa Clara redujo el consumo en 230 679 mW/h en un año, equivalentes aproximadamente al consumo de la provincia durante 80 días. Este resultado significó que se dejaron de emplear 65 568 toneladas de combustible, lo que representó un ahorro de millones de dólares en el territorio, uno de los mejores en las tareas de la Revolución Energética.
Bajo voltaje desaparecerá en el 2009
Ciego de Avila.- Las áreas de bajo voltaje en Cuba, las cuales alcanzaban 17 000 zonas, deben erradicarse a comienzos del 2009, dentro de las prioridades de la Unión Nacional Eléctrica.
Vicente de la O Fernández, director general de la entidad, expresó que el pronóstico era eliminarlas este mes, pero los daños de los huracanes obligaron a posponer el fin de los trabajos para marzo de 2009.
«Hoy en el país quedan 64 000 clientes en zonas de bajo voltaje, contra los más de 300 000 que se hallaban afectados al iniciarse la rehabilitación de las redes», dijo el directivo en el Consejo Nacional de la UNE, que sesionó en la ciudad de Ciego de Ávila.
Hoy las redes de transmisión en los territorios de Las Tunas, Pinar del Río, Ciego de Ávila y La Habana están libres de zonas de bajo voltaje, las cuales afectan el funcionamiento de los equipos electrodomésticos, en especial los nuevos módulos de cocción de alimentos.
El directivo apuntó que el 2008 concluirá con 800 MW de nueva generación, dentro de un programa para instalar 1 753 mW con plantas de fuel oil, a mantenerse los próximos dos años.
Dentro de las proyecciones para el 2009 se encuentran continuar con las acciones para disminuir el consumo eléctrico, sobre todo en el sector estatal, donde se registra el 51 por ciento del consumo, contra el 49 por ciento en el sector residencial.
También el próximo año, con la instalación de un segundo parque eólico en Gibara, provincia de Holguín, entre otras acciones, se crecerá en la obtención de energía con fuentes renovables al alcanzar, por ese concepto, los 80 mW de generación conectados al Sistema Electroenergético Nacional. (Luis Raúl Vázquez Muñoz)
