Joel Mayor Lorán - CubaAhora.- La Revolución Energética sigue llevando luz a toda Cuba, no sólo con la entrega de millones equipos electrodomésticos más económicos sino con la rehabilitación de redes, postes y otros aditamentos. 

No se trata de petróleo, ni siquiera de oro o diamantes. Tampoco llevará a Cuba a convertirse en un país del Primer Mundo, al explotar ese yacimiento. Pero le garantizará disponer de apreciables recursos que antes se dilapidaban. El ahorro, a partir de la eficiencia energética, puede cifrarse en cientos de miles de toneladas de combustible equivalente, o en decenas de millones de dólares.

Ricardo González Dunn, director de Uso Racional de la Energía de la Unión Eléctrica, reveló que durante 13 días del año 2008, el consumo de combustible destinado a la generación de electricidad en el país no salió de las arcas del Estado, sino del ahorro conseguido en comparación con el 2007: más de 150 000 toneladas de combustible equivalente o 50,4 millones de dólares que no fue preciso emplear.

La instalación de más de 2000 megawatts en grupos electrógenos de menor índice de consumo, ha incrementado la eficiencia. La nueva generación distribuida por todo el archipiélago propició la cercanía entre el sitio donde se genera la electricidad y el lugar donde esta se consume, lo cual permite reducir las pérdidas en la transmisión.

También contribuye el cambio de cables con calibres inadecuados y transformadores sobrecargados, entre otros trabajos de la rehabilitación de redes.

Las pérdidas han disminuido, tanto en la transmisión como en la distribución: de un 18,8% en el 2007 al 17,7% un año más tarde. Si lo medimos en toneladas de combustible equivalente, significa un ahorro de más de 48 000; si lo tasáramos en dólares, serían 15,9 millones. Desde luego, el trecho por recorrer es largo aún.

GRANDES RESERVAS

La sustitución de equipos ineficientes en los hogares (entre ellos 2,5 millones de refrigeradores, casi 10 de bombillos incandescentes y más de uno de ventiladores) compensó el incremento del consumo por el uso de los módulos de cocción distribuidos. Su impacto fue tal que, sumado al cambio de la tarifa eléctrica con tal de estimular el ahorro, en el año 2008 el sector residencial redujo su consumo eléctrico.

Difícilmente otro país pudiera emprender un proyecto semejante a escala nacional, dirigido y financiado por el Gobierno… y con un profundo carácter social. En su aplicación, el Estado cubano concibió incluso la posibilidad de créditos para quien los necesitara, según sus ingresos. El cambio de equipos ineficientes fue efectuado casa por casa mediante los trabajadores sociales. Y después de los experimentos previos, se realizó un monitoreo constante de los resultados.

En contraste, el sector estatal elevó el consumo en 3,4%. Denota la necesidad de explotar potencialidades para ahorrar: unos 1700 centros laborales (hoteles, hospitales, grandes industrias, frigoríficos…) emplean el 45% de la energía de todos esos clientes.

El afán de tornarles más eficientes incluye diversas medidas especiales para la regulación de la demanda y acomodo de carga en estos, entre ellas la capacitación de los responsables del control de la energía y el cambio de bombas de acueducto, además de la instalación de más de 650 000 tubos fluorescentes de 32 watts en sustitución de los de 40, y de balastros electrónicos por los electromagnéticos.

A la par, prevé la planificación de manera central y operativa, identificación de puestos clave del consumo en cada centro, y la supervisión al control de la electricidad. Debido a estas acciones, el consumo de este grupo apenas creció en 0,5%. Mientras, en el resto del total se elevó en 5,4.

Con el mismo fin de economizar, y por resolución del Ministerio de la Construcción, resulta ya de obligatorio cumplimiento la norma NC 220, que establece el diseño bioclimático y eficiente de las edificaciones.

El Frente de Proyectos, de conjunto con los inversionistas de los organismos, trabaja por lograr que las obras a ejecutarse para el 2010 cumplan este parámetro: el diseño ha de propiciar al máximo el aprovechamiento de la luz y la ventilación naturales, seccionar los circuitos eléctricos, y evitar que se sobredimensionen los sistemas de clima y refrigeración.

HALLAZGOS PROMISORIOS

Por supuesto, entre las mayores reservas está la educativa, dirigida principalmente a las nuevas generaciones, de modo que se formen con una mentalidad diferente. El Programa de Ahorro de Energía Eléctrica del Ministerio de Educación (PAEME), con una labor sostenida desde 1997, constituye una herramienta muy útil en semejante propósito.

También las comisiones de ahorro en los centros laborales deben desempeñar su papel. El pasado año se detectaron 5 000 violaciones en los horarios pico. Si cada quien conoce cuánto gasta, cuánto puede ahorrar, cómo hacerlo, y existe alguien que controle, el cambio será sin dudas notable.

El funcionamiento eficiente de la climatización constituye otro promisorio hallazgo. Un apreciable giro se experimentará cuando el 60% de los más de 1000 centros laborales visitados por trabajadores sociales y reguladores de la Unión Eléctrica, durante el 2008, resuelvan sus problemas: filtros sucios, puertas y ventanas mal selladas, locales sin quiebrasol, ajustes de temperatura muy por debajo de 24 grados.

Y, como estos, existen otros recursos. ¿Uno esencial? Analizar los indicadores con los obreros que intervienen directamente en el consumo de energía, y vincular los sistemas de pago a su mejora. Además, habrán de seccionarse los circuitos para que no esté encendida una sala completa, cuando basta con colocar suficientes interruptores que determinen la iluminación sobre cada mesa de trabajo.

Por si no bastara, es preciso evitar los salideros de agua, vapor o aire comprimido y aprovechar toda la energía de un proceso productivo (no solo la eléctrica)…

La supervisión a 378 centros detectó que su potencial de ahorro equivale a la electricidad que consumen 30 000 viviendas en un año.

Lo anterior resulta ilustrativo: las oportunidades de transformar la realidad actual en beneficio del país parecen inagotables. Añádase que la subutilización de las capacidades productivas, en una textilera o frigorífico, por ejemplo, y la falta de hermeticidad en cámaras frías, también propician que se nos escape un soplo de la economía entre las manos.

El Comandante en Jefe Fidel Castro aseveró el 5 de mayo de 2006 que hemos encontrado un gran yacimiento en el ahorro de energía. Ya fue explorado y comienza a explotarse. Pero hemos de convertirlo en la inmensa fuente de recursos que puede ser.