Se refería así a la notable popularidad de ritmos a partir del son cubano y de otros géneros latinoamericanos, que eclipsan la brillantez de composiciones de alto vuelo de nombres como Ignacio Cervantes, Ernesto Lecuona, Laureano Fuentes y José María Vitier.
Acompañada del percusionista cubano residente en París Joel Hierrezuelo, la prestigiosa pianista concertista hizo sus primeras apuestas con un cofre ya reconocido, su disco "Danzas, contradanzas, habaneras y danzones".
Un CD sobre el cual ha transitado varias veces en España y que también alguna vez deslizó en la Ciudad Luz en sus presentaciones alternas a las funciones de diplomática de la UNESCO que desarrolló en Francia hasta fines de 2009.
De Cervantes, amigo de Lizt y Rossini, interpretó Las Ilusiones perdidas, Improvisaciones, los Tres Golpes, entre otras danzas que son expresión característica del período romántico del autor.
Asimismo, deleitó con Zapateo Cubano, de Gisela Hernández; de Carlos Fariñas, Seis Sones y Alta Gracias, en homenaje al Che Guevara.
Aunque se extendió más de lo previsto por la insistencia del público, recreó canciones de José María Vitier como Preludio a Sofia, Habanera del Angel, Danzón para un Domingo y otras.
El embajador de Cuba en Francia, Orlando Requeijo, y autoridades de Enghain-les-Bains asistieron al concierto.