La lectura es un hábito que hay que formar desde la niñez. No es lógico pedirle al niño o niña que lea, si a su alrededor ve personas que jamás toman un libro en sus manos. El mundo de los libros es algo que los padres pueden utilizar para despertar el interés de los niños por conocer muchas cosas. La lectura de cuentos infantiles, fomentará en los infantes el deseo de aprender a leer.

Nunca olvido que en mi familia la lectura estaba tan enraizada, que nadie se iba la cama sin llevarse un libro, una revista o un periódico antes de dormir.

Novelas, biografías, cuentos, poesías, ensayos. Leer es entrar en un universo fascinante donde se dan cita la fantasía y la realidad, a la par que constituye un vehículo cultural íntimo y portador de conocimientos disímiles. Una obra de ficción, además de interesar por sus valores anecdóticos, puede ilustrar sobre la geografía, las costumbres, la historia de los pueblos.

Me encanta el cine, disfruto un buen programa de televisión, la actuación de mi equipo de pelota favorito (Industriales) en el Estadio Latinoamericano, un paseo con la familia y un rato de calma, oxigenándome con la brisa marina de nuestro emblemático Malecón habanero, pero siempre dedico un espacio para la lectura.

Entre mis favoritos, están las obras de la Literatura universal, los volúmenes referidos a la II Guerra Mundial y la Gran Guerra Patria, la narrativa cubana, desde Carpentier a Lezama Lima, pasando por los textos que honran nuestro proceso revolucionario en la Sierra Maestra y nuestros días, y los temas de corte policiaco; si bien no descarto cualquier buen libro. A fin de cuentas, la lectura es un proceso sin fin, como lo son las posibilidades del ser humano para crear o descubrir algo nuevo cada día.