Alexis Triana - Cubainformación .-   La verdad es que los despachos de los diarios españoles llegaron a estremecerme: Marcha opositora en Banes, y yo a creerme que, a una hora y media de Holguín, cientos de personas habían desafiado el llevado y traído poder gubernamental en Cuba: Y no lo que pasó y ocultan nuestros estimados corresponsales internacionales, que nunca llegaron a tiempo a la ciudad del entonces verdadero dictador Fulgencio Batista y ahora del fallecido “Zapata”, desgracia de la persona que, para colmo, era un preso convertido en político con semejante apellido.


Y como la radio de Miami nos dice que hemos permitido el asesinato de un holguinero en La Habana, me pasa que conozco a la maestra de cuarto grado de Zapata, que tenía que pedir ayuda, a la edad de su discípulo en cuarto grado, para que guardara la cuchilla con que amenazaba a esa edad a sus correligionarios. Se llama Norma Suárez Peña, y está disponible en Antilla para la prensa internacional; pero supongo que sucederá como cada tema que necesita la prensa española para su libertad de prensa contra la Revolución Cubana.
Para colmo, me leo en El País a esta mujer que dice haber sido Yosvany Sánchez, Premio Ortega y Gaset, Premio de Periodismo de no sé qué y no sé cuánto, con todo lo que ya sabemos le respalda -incluso quien fue mi amigo, Reinaldo Escobar, su esposo, antes sagaz reportero de la revista Cuba Internacional, perestroiko hasta la destrucción de la URSS, y hoy antiFIDELista, que es decir, profundamente gusano, como jamás pude imaginar en quien construyó su casa nada menos que en  micro-brigada, y aún me quedo atónito: 
En la nueva etapa, ni el que muere puede ser respetado, si ya eres sujeto del tema anticubano, y aún si te mueres, peor para ti, porque ya estás muerto. Poco importa si tu propia madre comparece ante las cámaras del NTV y explica que su hijo sí tuvo atención médica especializada, y que lucharon los médicos cubanos por salvar su vida. Cuanto más servirá para levantar una nueva campaña contra los que se deben morir, porque esta oposición al régimen es de lo más carismática: mete cuatro gritos una noche, y al amanecer está más tranquila que estate quieto, a lo largo y ancho, de Baracoa a Maisí. Es el mejor negocio que uno puede imaginar; te pagan por un ratico, te vistes de blanco, y si te mueres, mejor. Estás bien muerto, y ellos necesitan a toda costa un héroe, como no saben ser ellos. Ni el dolor de una madre es respetado…
¿A quien verdaderamente le importaba la suerte del ciudadano Zapata, si antes, mucho antes, nuestra afamada bloguera no dejó testimonio directo del “mártir”,  y poco le importó la suerte del preso negro, ni de los negros que mueren todos los días en  Haití, ahí al ladito de Cuba, o al menos esta vez ella manifestó que su honda preocupación llegara hasta los que mueren a diario en la franja de Gaza, o en las pobres aldeas de la frontera de Afganistán y Pakistán, o en el Congo Brazaville?   
Ella, tan ágil y novedosa, tan creativa y valiente, a tal velocidad  narró en su blog la terrible desgracia de la madre del preso común en cuestión, y olvidó un detalle elemental, (filóloga al fin, y nunca periodista como Reinaldo),  es que Banes ya no es la ciudad del sargento oportunista y taimado del “Gran Amigo” a noventa millas, que traumatizó a las anteriores generaciones de cubanos con la continua amenaza de intervención de los norteamericanos.
Lo comprobé, al simple detalle de los cuatro Damas Sin Blanco que salieron al nuevo boulevard de Banes para protestar, cuando no había otra alma que las acompañara, aparte de los sentidos familiares y los ya afectados, y que se llevaron tamaña sorpresa cuando la Banda Municipal de Conciertos de Banes los recibiera en plena calle, con el Himno Nacional y la Marcha del 26 de Julio, sin aviso o indicación previa, que me lo jura el director de Cultura, que él andaba en pleno consejo de dirección a kilómetros del lugar.
Y cuando ayer volvieron “a marchar” los cuatro gatos, y se asomaron a la Casa de la Trova, el conjunto de música campesina en Banes empezó a tocar, nada menos que El Caguairán, y comenzó a dar vivas a Fidel, que es de esas cosas que Reinaldo y Yoani no pueden soportar, que el cubano habla y critica, pero cuando le tocan la patria, salta…  Es que me ha dado por leer ciertas cosas del sargento Fulgencio, que escribe Paco Ignacio Taibo II en un libro extraordinario que se nombra “Tony Guiteras: Un Hombre Guapo”. Por suerte, se trata de un mexicano, porque Reinaldo Escobar siempre me dejó la duda de si eran cierto los muertos de aquella dictadura…
He entendido por fin lo que me pudieron explicar mejor: el por qué Banes era ya territorio de la United Fruit Company, y Julio Antonio Mella decidió llegar hasta ella para hacer campaña contra el propósito yanqui de separar a Isla de Pinos de Cuba, y convertirla en otra colonia del Caribe; el por qué en este país mataban a adolescentes en plena calle, a quemarropa como a Sergio y Luis; y mucho antes el sargento Fulgencio dijo que actuaba en nombre de una revolución, con bandera propia y todo, y fue el que mandó a ametrallar a los que asistían al entierro cubano de las cenizas de Mella.
He entendido el por qué un hombre lúcido como Tony Guiteras y su generación decidieron andar con metralleta Thomson por las calles de La Habana en los años treinta, cuando comprobaron que los acorazados gringos otra vez aguardaban la orden de entrar al puerto de La Habana. Y otra vez la desunión de los revolucionarios, como si fuera la angustia de nuestra joven historia, y otra vez la socialdemocracia a hacer de las suyas, mientras masacraban a los humildes en los bateyes. Y otra vez la traición, la más ruin, que nos hundió la nación por casi otras tres décadas.
Lo escribe Paco Ignacio, que en una casa de La Habana, Guiteras emplazó al sargento Fulgencio, con otros compañeros armados, delante de aquel blando presidente que fue Grau San Martín. Y Batista sudaba de miedo el uniforme y hasta las botas, y juraba que él sólo era un guajiro, nacido en un pesebre en Banes, porque le estaban demostrando que andaba en los peores acuerdos con el amanerado embajador norteamericano. Y Tony Guiteras le advirtió a Grau San Martín que si aquel miserable salía con vida, los mataría más tarde o temprano.
El resto de la historia hay que conocerla: Grau murió de viejo pedigüeño, y el asesinato a mansalva no sólo de Guiteras junto a Aponte en El Morrillo, si no de cientos de jóvenes que aparecían tirados en cualquier calle. Es la única manera de entender el por qué nuestra bloguera mayor acaba de firmar el certificado de defunción de su credibilidad (¡otro certificado falso!), sobre  la muerte de Zapata y la postura de la sufrida madre. Porque ya no se esconde en su libelo con las fotos de nuestra ración de pan, que ya engordó, o viceversa. Es que escribe una gusana sin peluca, destilando rabia, o escribe el  Reinaldo que ahora es y no conozco, de prestroiko a lider contrarrevolucionario que ahora quiere ser
En Banes, en Antilla, en La Habana o en Holguín, el asunto es como en los tiempos de Guiteras: con la Revolución, o contra la Revolución. En Cuba siempre fue imposible estar fuera, ni andar con medias tintas, porque terminas de Fulgencio en Palacio o en Miami, disfrutando el dinero que te pagan o haciendo programitas de televisión. Y estos que hablan de derechos, si toman el poder que ahora critican, terminarán como aquel miserable, lamiendo botas del vecino, y dando la orden de asesinar a mansalva, como mínimo, querido Reinaldo, a veintitrés hermanos míos durante las Pascuas Sangrientas en la ciudad donde lucho, sufro, fundo y escribo.
Por eso saludo a los antillanos, que terminaron ayer los metros de túnel que estaban comprometidos, me comunicó el negro director de cultura del municipio más pequeño de Cuba, director de cultura del municipio más pequeño de Cuba, como respuesta  a  los grupúsculos reunidos por el fallecimiento de “Zapata”. Que hasta otro nombre deberían buscarle para la publicidad, por dios. Que los zapatistas en Chiapas son de los que no les quedó más remedio que echar mano a las armas en nombre de sus ideas. Y los de aquí, del sucio blog, la plata alante que viene del Norte, y la gritadera, no hay forma que pasen. Ni en Banes, esa ciudad que admiro, prefactura mambisa, reconstruyéndose una y otra vez por sobre el huracán, la misma que nunca ha aceptado ser la ciudad de Fulgencio Batista.

Cuba
Sancti Spíritus, Cuba, 14 may (Prensa Latina) La carretera que une a Trinidad, en esta provincia central de Cuba, con la ciudad de Cienfuegos, muestra hoy un hermoso paisaje rojizo por los miles de cangrejos que la invaden con la llegada de la...
Díaz-Canel condecora a Presidente de CPA Paquito González con Título de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Foto: ACN....
Lo último
Celia, todo detalle
Monumento a Celia Sánchez Manduley en Manzanillo Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres.- Media Luna, tierra bañada por las aguas del Golfo de Guacanayabo y patria chica de Celia Esther de los Desamparados Sánchez Mandule...
Ver / Leer más
La Columna
La Revista