Tras el fallido intento de colocar la estructura con forma de cúpula sobre el suelo marino el fin de semana pasado, los equipos de trabajo de BP bajaron una nueva tapa, más pequeña, con un peso de 1,6 toneladas y unos 2,4 metros de altura.
Mientras, la fuga de petróleo continúa vertiendo al mar y causando severos daños ecológicos a la zona, en tanto la mancha se extiende frente a las costas de Louisiana y amenaza el hábitat terrestre y marino no solo de ese estado, sino también de Mississippi, Alabama y Florida.
Fuentes ecológicas han advertido que la mancha negra representa una amenaza para más de 400 especies animales, entre estas,ballenas, delfines, 110 tipos de aves neotropicales migratorias, mariscos, entre otras, indica Telesur.
Los animales mencionados corresponden apenas a una parte de los amenazados, pues se trata de una zona con un ecosistema de gran diversidad medioambiental, según el Departamento de Fauna, Flora y Vida Marina de Louisiana.
Entretanto, las autoridades mexicanas manifestaron su temor de que el crudo derramado en el Golfo de México alcance las costas nacionales si no se detiene la salida del hidrocarburo para cuando las corrientes marítimas cambien de dirección, señala AP.
Funcionarios de la Armada de México y la Secretaría de Medio Ambiente informaron que hasta ahora las corrientes han llevado el crudo hacia el norte y este, lejos del país azteca y hacia las costas de Estados Unidos, sin embargo, advirtieron que las actuales corrientes en el Golfo solo duran hasta agosto y el patrón se revierte por completo en octubre para desplazarse hacia el sur.
Ante esta situación, el secretario de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira, dijo el martes que el Gobierno mexicano prevé demandar a la empresa BP por el derrame.