La banda adolescente sevillana DOT se encargaría de romper el hielo y de iniciar la fiesta interpretando temas de rock de los años 70, 80 y 90. Y, tras su excelente representación, les tocó el turno a los jóvenes cubanos, que no tardaron en terminar de calentar el ambiente con su repertorio de música tradicional y son.
Robertico y Carolina se convirtieron en las grandes estrellas de una noche realmente mágica, poniendo voz a las canciones de trovadores cubanos consagrados como Silvio Rodríguez o Pablo Milanés y a grupos del prestigio de la Orquesta Matamoros y, sobre todo, de los Van Van. Por momentos uno no sabía si se hallaba ante los verdaderos autores o ante sus intérpretes; si se encontraba en Sevilla o cerca del malecón de La Habana, disfrutando en la misma Piragua de uno de los tantos eventos musicales que allí se celebran al aire libre.
Durante más de hora y media el público sevillano no paró de vibrar y balancear sus caderas al ritmo marcado por estos chicos y chicas, a los que, como a los grandes artistas, hubo que suplicarles un tema más cuando ya se marchaban. Una petición que ellos, gustosamente, satisfarían brindando a los asistentes La historia de las sillas, de Silvio, y uno de los popurrís más famosos de los Van Van.
El espectáculo del jueves supone el colofón al conjunto de actuaciones que La Colmenita viene protagonizando desde hace un par de semanas en la capital hispalense. En estos días han hecho las delicias de pequeños y mayores allá donde han intervenido y desplegado su talento. Son muchos los carteles de “aforo completo” que se han colgado en los centros cívicos sevillanos, en los que la compañía ha representado su obra Meñique, la versión cubana del cuento de Pulgarcito que el héroe nacional José Martí popularizara en su libro La Edad de Oro.
Esta electrizante pieza teatral no ha dejado indiferente a quienes han podido verla en directo, al acompañarse de un sinfín de juegos, adivinanzas, trabalenguas, canciones y bailes a través de los cuales los asistentes se implicaban y participaban activamente a lo largo de toda la trama.
En este periplo por la ciudad, los componentes de La Colmenita cubana han compartido también escenario con sus hermanos de La Colmenita sevillana. Y es que la admirable experiencia caribeña ha dejado una huella importante en la capital andaluza, donde ha servido de inspiración a un proyecto de iniciación artística y de carácter socioeducativo que la Fundación DeSevilla está impulsando con niños y niñas del barrio del Cerezo, en el Distrito Macarena.
Y no sólo eso. El conjunto que comanda Carlos Alberto Cremata ha tenido tiempo también de ejercer la solidaridad, visitando algunos centros de salud y hospitales, donde han alegrado el día a muchos pacientes pequeños con su presencia y sus canciones. Por algo La Colmenita es la primera compañía infantil en el mundo nombrada Embajadora de Buena Voluntad por UNICEF.
Con éste son ya varios los años que este grupo teatral lleva visitando la capital hispalense para profundizar sus vínculos de amistad y de intercambio cultural con el municipio, una relación que desde 2007 vino a experimentar un salto cualitativo a raíz del hermanamiento suscrito entre el Poder Popular de La Habana y el Ayuntamiento de Sevilla. Una vez finalicen su estancia en Sevilla, los integrantes de la delegación cubana continuarán su gira por España. Granada, Peligros, Huelma y Santander serán sus próximos destinos.