La Habana, 13 abr (ACN) - Videos: Canal Caribe / TV Cubana.- Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la República, afirmó hoy que el comercio tiene que continuar haciendo cosas para mejorar la calidad de vida del pueblo, con alternativas o soluciones que amplíen las ofertas, brinden un servicio con eficiencia, bajen precios y atiendan como se merece a las personas vulnerables, entre otros imperativos.

Marrero: el comercio debe hacer más cosas para bien del pueblo

Fidel Rendón Matienzo

Foto: Marcelino VÁZQUEZ HERNÁNDEZ

La Habana, 13 abr (ACN) Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro de la República, afirmó hoy que el comercio tiene que continuar haciendo cosas para mejorar la calidad de vida del pueblo, con alternativas o soluciones que amplíen las ofertas, brinden un servicio con eficiencia, bajen precios y atiendan como se merece a las personas vulnerables, entre otros imperativos.

Sus palabras en la reunión anual de trabajo del Ministerio de Comercio Interior (Mincin) estuvieron dirigidas a señalar cuán imprescindible resulta lograr la necesaria transformación de un sector responsabilizado con la distribución de la canasta familiar normada, con la gastronomía y los servicios técnicos y personales, en los cuales subyacen deficiencias.

Aunque estas y las proyecciones aparecen en el informe y audiovisual presentado en el encuentro, y también se escucharon en las intervenciones de directivos del organismo central y desde las provincias, Marrero dijo que es hora de comenzar a frenar la generalización de las malas prácticas y que incluso no basta con esforzarnos si el pueblo no se siente satisfecho de los resultados.

En presencia de Jorge Luis Tapia, vice primer ministro, y de Betsy Díaz, titular del Mincin, el Primer Ministro manifestó que el organismo debe consolidar su función estatal y metodológica dirigida a un mayor control y conducción de la política y de los programas del sector, en aras de darle al municipio, a la empresa estatal y a los restantes actores económicos el papel que a cada cual corresponde.

Criticó fenómenos como la chapucería, la falta de autogestión para ampliar y diversificar las ofertas dirigidas al pueblo aun cuando los productos en inventario escaseen, el maltrato, y el desvío o robo de alimentos destinados al Sistema de Atención a las Familias (SAF) con lo cual se afecta la alimentación de los ancianos y demás personas en situación vulnerable que se atienden allí.

Todo pasa por la exigencia, por la cultura, el nivel de preparación de directivos y demás trabajadores, acotó y orientó ponerle mayor énfasis a la gastronomía ligera, esa a la cual por sus precios suele tener acceso un número alto de cubanos, y que en algunos lugares la oferta y calidad de los productos y del servicio es mala y siguen habiendo los mismos precios, expresó.

El Primer Ministro recordó que las Mipymes y demás formas de gestión no estatal surgieron como complemento de la empresa estatal socialista, pero por deficiencias de éstas ha habido irregularidades, cuyo impacto no ha favorecido al pueblo y a la economía, por lo cual pidió revisar este asunto allí donde esté ocurriendo.

También llamó a continuar fomentando el combate contra el delito, el robo y la corrupción; el desarrollo y aplicación del comercio electrónico, el encadenamiento dirigido a que las partes involucradas aporten soluciones, y a establecer orden en el alquiler de espacios o locales por particulares que con sus precios abusivos crean irritación en la gente.

A su vez exigió mayor control y exigencia en los Registros de consumidores, mejorar la imagen y servicios de los SAF y de que en las comunidades rurales, donde la situación del transporte público es bien crítica, la bodega se convierta en un punto en el que también se ofrezcan otros servicios como la distribución de los medicamentos controlados por tarjetas.

Pese al recrudecido bloqueo estadounidense contra Cuba, y al aumento del precio de los alimentos como resultado de conflictos geopolíticos, en 2022 fueron asegurados los productos con destino a la canasta familiar normada, las dietas médicas y a los programas priorizados, señaló la ministra de Comercio Interior en la reunión, en la que se analizaron varios programas.

En el encuentro se expusieron las proyecciones para el actual año, entre ellas, concluir la Política del Comercio, diseñar e implementar el perfeccionamiento del comercio mayorista, y evaluar el impacto de las transformaciones en el minorista de subordinación local.

Alcanzar un servicio de calidad en el comercio es una prioridad

Para este año, los retos se centran en concretar la descentralización de facultades a las unidades empresariales de base

Susana Antón Rodriguez

Granma

Para Cuba y, en particular para el Comercio Interior, 2022 fue un año cargado de desafíos y de intensa labor de búsqueda de alternativas, que permitió enfrentar agudos problemas y limitaciones que impactan en la población, consecuencia de una economía bloqueada y un entorno internacional exacerbado por viejos y nuevos problemas.

Así lo destacó Betsy Díaz Velázquez, titular del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), en el balance anual de trabajo del organismo, presidido por Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político y primer ministro, y Jorge Luis Tapia Fonseca, vice primer ministro, ayer en la capital.

Dentro del sector, consta en el informe, fueron insuficientes las ofertas en el comercio mayorista y se mantuvo el déficit de productos en el mercado minorista, con inestabilidad en los suministros fundamentales de la canasta familiar normada y el fraccionamiento en sus entregas a la población.

Por ello, para este año, los retos se centran en concretar la descentralización de facultades a las unidades empresariales de base, diseñar e implementar las líneas de trabajo para el perfeccionamiento del comercio mayorista y desarrollar las cadenas de suministro de los alimentos, con los principales grupos de productos que circulan por los canales de distribución (canasta familiar normada y programas priorizados).

Otras propuestas son disminuir en un 50 % los inventarios de lento movimiento y ociosos en valores absolutos, con relación al año 2022, y gestionar financiamiento para la recuperación de las instalaciones frigoríficas, entre otros asuntos.

En el caso del comercio minorista, las prioridades se centran en desarrollar los proyectos de colaboración aprobados en la cartera de gestión de recursos para la cooperación que Cuba recibe, y que incluye el fortalecimiento de capacidades de las Oficinas de Registro de Consumidores y el apoyo a la mejora de la calidad de vida de personas en situación de vulnerabilidad (postrados).

En el perfeccionamiento del comercio minorista de subordinación local se concreta el perfeccionamiento de las estructuras estatales, municipales y provinciales y se realizarán las transformaciones previstas en la venta de mercancías, la gastronomía popular, los servicios personales, técnico-comerciales y de uso doméstico y el Registro Central Comercial.

Asimismo, concluirá el proceso de informatización de las Oficinas de Registro de Consumidores, el desarrollo de la bodega virtual y la libreta de abastecimiento digital, y la implementación del pago exclusivo por canales electrónicos en las actividades y establecimientos seleccionados.

De forma general, precisó Marrero Cruz, estas propuestas se ajustan a los planes para tener un mejor comercio en el país.

AVANZAR DESDE LOS TERRITORIOS

Solucionar los problemas que impactan de forma directa en la población es una tarea ardua y compleja del Mincin, precisó el Jefe de Gobierno.

Agregó que 2023 inició con las mismas limitaciones existentes, «pero se deben identificar los problemas que impiden la búsqueda de soluciones. ¿Cuánto pudiéramos hacer, si lográramos frenar la generalización de las deficiencias y avanzar en aplicar lo que hemos sido capaces de demostrar en los territorios?».

El Primer Ministro recalcó que los Sistemas de Atención a la Familia –una de las esencias fundacionales de la Revolución– continúa siendo una prioridad social del país, sobre la que el Gobierno actuará con mayor impacto este año.

Señaló que se debe fomentar la implementación del sistema de gestión de la calidad en las diferentes actividades del sector, en el cual no tenemos la mentalidad de que, más importante que recaudar, es prestar un buen servicio.

Llamó a afianzar el perfeccionamiento del comercio, la gastronomía y los servicios, una tarea que consideró imprescindible, e indicó revisar las políticas de autogestión que impactan en los precios de los productos que se venden a la población.

Marrero Cruz expresó que se deben diversificar los servicios y lograr que el municipio sea responsable de cumplir las demandas de la población, a partir de la gestión local. Esta, dijo, sigue siendo una asignatura pendiente.

Asimismo, orientó consolidar el cumplimiento de las funciones estatales y rectoras del Ministerio, con un énfasis en lo local. «No podemos estar satisfechos con las formas en las que se conducen los procesos», resaltó.

Precisó que la dinámica demográfica, con el envejecimiento poblacional, sumado a la situación actual del transporte público, hace necesaria la ampliación de los servicios de mensajeros y vendedores ambulantes, una responsabilidad, también, de los gobiernos territoriales.