La Jiribilla.- Con un tremendo fildeo de Navas, sacando la bola del hueco, para forzar a Enriquito Díaz en segunda base, no solo se coronaba campeón Santiago de Cuba, sino que finalizaba la 46ta. Serie Nacional de Béisbol. A poco más de un año de ocupar Cuba el segundo lugar en el Clásico Mundial —con lo cual quedó demostrada para los escépticos la clase de pelota que se juega en la Isla— una temporada de las mejores que se recuerdan sube más el techo al pasatiempo nacional.