Por Iris Hernández Rodríguez/Periódico 26.- Desde que se fueron los primeros cubanos, hubo alguno con deseos de regresar. Pero ese proceso durante décadas rozaba el imposible y el derecho a hacer reversible la partida se concedía por razones humanitarias y suman casos muy contados. Justamente esta es una de las novedades del Decreto-Ley 302 de enero del 2013 que modificó la Ley Migratoria de la República de Cuba:


 

"Artículo 48.1: Los ciudadanos cubanos emigrados que pretenden establecer su residencia en el territorio nacional lo solicitan ante las representaciones diplomáticas o consulares, o ante la oficina de trámite del Ministerio del Interior que corresponda, cuando se encuentran en Cuba".

Mi amigo Eddy ha decidido repatriarse en Cuba. Cuando lo dijo a su familia nadie se atrevió a recriminarlo, a recordarle que no le gusta hacer colas y que no soporta el calor. Tampoco, como refieren testimonios publicados en internet, alguien se atrevió a molestarse porque ya no ocurrirá como ahora que él manda puntualmente las remesas y sus días de visita son de puro jolgorio en el barrio. Todos se mostraron contentos, porque finalmente estaría entre los suyos, pendiente de sus tías más viejitas y presente para cualquier circunstancia.
Las causas para que alguien decida fijar la residencia de vuelta acá pueden variar tanto como el número de personas que ya tienen su carnet de identidad otra vez o están en proceso para recibirlo.

Hay quienes nunca se han adaptado a otro país, a otro ambiente. Los traspiés económicos, la crudeza del clima, las expectativas incumplidas del sueño para emigrar... suelen ser motivos comunes en muchos. Pero, no faltan a quienes les ha ido bien lejos de su tierra y aun así se ponen una fecha límite para volver. Entre los repatriados predominan las personas de la tercera edad, aunque igualmente se encuentra diversidad.

"Llevo fuera desde el 2004. Estoy haciendo nuevamente los trámites para obtener el carnet de identidad pues mis planes futuros son pasar mi jubilación en mi país y, hasta ese momento, pasar más tiempo acá, explica Eddy. Aún no asumo la separación de la familia. Me fui para ayudar a los míos económicamente. También por mi condición sexual que no me hacía sentir aceptado en mi tierra. Ahora estoy casado con un ciudadano europeo y ambos deseamos residir aquí, porque hay más aceptación hacia los homosexuales. Con las modificaciones de la Ley Migratoria puedo obtener una vivienda y volver a tener la categoría de residente permanente y así estar con mi familia."

Cada vez conocemos a más cubanos que un día emigraron por diversos motivos y hoy han decidido regresar. De esta manera obtienen nuevamente los mismos deberes y derechos que usted y yo. Otros vienen tanto a estar con los suyos que casi permanecen más aquí que allá. Y es que nunca dejaron de ser cubanos.
Los cambios que otorgan mayor apertura a la inversión extranjera y la flexibilización del cuentapropismo favorecen asimismo el retorno de algunos con la idea de aportar capital a negocios familiares.

Por muchos motivos, el Decreto-Ley 302 fue acogido con beneplácito, pero sin dudas es apreciable la cantidad de coterráneos que estaban listos para venir a vivir a su país de origen. Datos publicados en internet fijan la cantidad de repatriados en más de mil al año. Cada uno de ellos tiene su propia razón, su historia, pero en común muchos llevaban la idea al partir de que no sabían el cuándo o cómo, pero sí que un día regresarían.

Martianos-Hermes-Cubainformación

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