El diputado en el Congreso habla de Cubainformación.
- ¿Qué es Cuba para José Luis Centella y qué es Cuba también para el Partido Comunista de España?
- Cuba es un ejemplo de que se pueden hacer las cosas de otra manera, de que la teoría puede llevarse a la práctica y de que, en un país pequeño, en un país con recursos limitados, se puede poner la economía, la cultura, al servicio de las personas. Eso, para quienes defendemos un modelo de sociedad alternativo, tiene una importancia fundamental, porque las ideas se deben ver plasmadas en la práctica. Y para el Partido Comunista, Cuba es una parte más de nuestra lucha, no es una cuestión de solidaridad sino que compartimos la misma lucha, en diferente trinchera. La Revolución cubana, sus logros, también sus dificultades, forman parte de nuestra política cotidiana y por eso nos consideramos una parte más de esa Revolución.
- ¿En qué campañas o proyectos de solidaridad con Cuba están enfrascados tanto el Partido Comunista de España como Izquierda Unida?
- En un doble nivel. En lo institucional, intentamos frenar las agresiones, el intento de criminalizar a Cuba y su Revolución, intentamos que en el Parlamento del estado y en los parlamentos autonómicos se oiga una voz diferente acerca de Cuba. Luego está la otra parte, la de conseguir que el pueblo español siga siendo un pueblo tremendamente ligado al pueblo cubano. Eso ha hecho que incluso en los peores momentos de campaña anticubana el pueblo no la haya seguido. La derecha ha intentado movilizar a la gente contra Cuba y siempre se ha encontrado con el desprecio de la mayoría de la ciudadanía. Ha habido manifestaciones de millones de personas contra la guerra de Irak, de solidaridad con Palestina, con el Sahara, pero nunca la derecha ha conseguido, a pesar de tener fuerza, dinero y votantes, una manifestación significativa de apoyo a la gusanera.
En lo más concreto, hacemos causa en la defensa de los cinco héroes cubanos, exigiendo la pronta vuelta a Cuba de los que están aún presos, porque representan la dignidad y la verdadera lucha antiterrorista, contra los terroristas que actúan en los propios Estados Unidos. Y también participamos en la difusión de lo que significa el criminal bloqueo, explicando cómo a un pueblo se le ha condenado a más de cincuenta años de bloqueo injusto, inhumano. Y es importante que se conozcan sus impactos, para dar más valor a los logros del pueblo cubano, porque mantener un nivel de desarrollo como el que mantiene Cuba a pesar del bloqueo, es algo que tiene todavía mucho más mérito.
Tenemos otros muchos proyectos específicos. Por ejemplo, una colaboración con la Fundación Nicolás Guillén en la edición de un libro sobre el gran escritor cubano. También recuperamos la relación entre Miguel Hernández y el brigadista internacional cubano en la Guerra Civil española Pablo de la Torriente Brau.
Nosotros no queremos hablar de solidaridad, sino de una lucha común, no se trata de solidaridad de un pueblo con otro, sino que formamos parte de una misma lucha, la lucha contra el imperialismo, la lucha contra lo que es la doble vara de medir en las relaciones internacionales, desde trincheras diferentes pero en la misma lucha.
- Los medios de comunicación internacionales nos pintan una Cuba desdibujada, mezcla por un lado de pobreza y fracaso económico, y por otro de represión ¿Qué podrías decir acerca de estos dos aspectos?
- Un día dijimos en el Congreso de Diputados que si las imágenes que vimos en Madrid, con policías apaleando a manifestantes, en lugar de haber sido en la Plaza de Neptuno, hubiesen sido en la Plaza de la Catedral de La Habana, la Sexta Flota de EEUU estaría desembarcando en Cuba. Si la represión que vemos aquí la hubiésemos visto alguna vez contra las Damas de Blanco, a estas alturas Cuba estaría arrasada. Esto significa que hay una clara doble vara de medir.
He comido en Cuba en un restaurante con los llamados “disidentes”. En el franquismo es evidente que eso no pasaba, porque los que estaban contra el franquismo estaban en la cárcel. Un diputado llegó a decir que Cuba era “un parque de atracciones del terror”.
A Cuba quieren dibujarla con represión y con fracaso económico. No tiene sentido hablar de fracaso económico en un territorio que está bloqueado, que si un barco lleva mercancía a Cuba no puede ir a EEUU, o comerciar con productos que tengan un tornillo de EEUU, algo impensable en cualquier país del mundo. Pasear por Cuba es la mejor propaganda que se puede hacer de la Revolución. Sin negar que hay dificultades, pero también reconociendo que no existe la miseria que uno encuentra incluso en este Primer Mundo. Uno ve una dignidad en un pueblo que efectivamente, de forma modesta, supera dificultades, no todo funciona bien, Cuba no es el paraíso, pero sí es un gran ejemplo de dignidad. En Cuba puede haber corrupción, un ciudadano que intente burlar la ley, pero es que en esta Europa, en este Primer Mundo, a lo que estamos asistiendo es al saqueo permanente. Querer hablar de corrupción en Cuba, querer hablar de mala gestión desde este Primer Mundo es algo muy cínico. Cuba es una isla con unos recursos limitados, no tiene recursos naturales para ser un país rico. Por eso tienen mucho más valor sus logros en sanidad, en educación, en cultura.
- Has estado en repetidas ocasiones en Cuba, sobre todo en los últimos años, e incluso has tenido reuniones con el propio presidente de Cuba, Raúl Castro ¿Como fueron estos últimos encuentros?
- La última visita de trabajo fue en el mes de junio pasado, y fue una visita de trabajo del grupo de la Izquierda Plural, donde tuvimos una entrevista con el Canciller, Bruno Rodríguez, para ver el trabajo preparatorio de Naciones Unidas con respecto al bloqueo. Se consiguió una declaración por escrito del Gobierno español condenando el bloqueo con todas sus letras. Ha sido la primera vez que el Gobierno español ha hablado de bloqueo -y no de embargo- y la primera vez que lo condena en una respuesta parlamentaria. Luego también nos entrevistamos con la Asamblea del Poder Popular para hablar del tema de Los Cinco. Por último nos entrevistamos con Raúl y con Machado Ventura, y estuvimos –ya como PCE– analizando las relaciones del Partido Comunista de España y el Partido Comunista de Cuba. También estuvimos hablando de un proyecto que tiene Raúl de escribir un libro sobre su viaje a Europa acompañado del Historiador de La Habana. Evidentemente fue una satisfacción para nosotros y un orgullo que Raúl pudiera tener este hueco en su agenda. Fue un viaje muy productivo donde se consiguieron avances respecto a la postura del Gobierno español, a pesar de la influencia de la extrema derecha y de la presión que ejerce el lobby cubano.
- Dentro de la izquierda, en concreto de la izquierda europea, ¿se ve de la misma manera, en las distintas familias de esa izquierda, el asunto de Cuba, o existen diferencias?
- Claro, hay que hacer un trabajo importante. Ahora es más fácil que hace tres años, pero sí es verdad que en la izquierda nórdica había una idea que era hacer un patrón de lo que es la democracia según se entendió después de la Revolución francesa. No hay que olvidar que la democracia que implanta entonces la burguesía cuando, dentro de la propia revolución, gana a los sectores de clase obrera, les ha funcionado bien durante dos siglos y medio: una democracia formal, una democracia “representativa”. Eso que ha funcionado bien en el Primer Mundo era un patrón que había que exportar y todo lo que se saliese de ese patrón la izquierda europea no lo entendía. Esa lectura chocaba ya con los procesos latinoamericanos y con los procesos de otros lugares del mundo donde no ha habido Revolución Industrial, donde no se veía de ese modo el esquema de democracia “representativa”, que ahora enseña todas sus miserias, porque mucha gente se da cuenta que es una democracia vacía de contenido, una democracia donde los parlamentos juegan un papel supeditado a los mercados. Por eso hoy es más fácil. También planteaban entonces que Hugo Chávez era “populista”, y que por muchas elecciones que ganase no dejaba de ser alguien extraño a la “democracia”.
Pero ha habido debate y hemos tenido que defender la Revolución cubana sin complejos, porque en estos temas lo peor es acomplejarse, hay que reconocer que pueden estar equivocados, que pueden tener errores, que no defienden el paraíso, pero no hay que tener complejos.
Hace años la derecha se creció. Poco después de la guerra de Irak, para compensar convocó en Madrid una manifestación en contra de Cuba y a favor de la gusanera, y algunos de los compañeros decían que había que ir, al igual que se había estado en la de Irak había que estar también en esa, y fueron. Allí la ultraderecha les pegó en la propia manifestación, y fue un escándalo, porque no había más de 200 personas, y fueron porque creían que había que equiparar. Poner en un lado a los verdugos con las víctimas siempre es un error.
Ahora mismo el tema de Cuba ha ganado en hegemonía, la defensa del derecho del pueblo cubano a decidir. Es verdad que ha habido momentos en los que no se ha entendido, y todavía pasa a veces. Está muy bien lo de Evo Morales, pero lo de Cuba no, pero lo primero que hace Evo es ir a hablar con Raúl. O Lula, cuando sitúa a Raúl y Fidel como sus referentes, entonces uno se da cuenta de que todo forma parte de un proyecto, con matices y diferencias pero un gran proyecto, y por tanto hay que seguir haciendo mucha pedagogía con la propia gente de izquierda. La derecha y el imperialismo siempre han intentado dividir, estamos en guerra, no estamos en una situación de normalidad.
La declaración que no sea clara con respecto a Cuba, que se haga en una tertulia de televisión, acaba en los medios como una diferencia de calado de la izquierda española respecto a Cuba, aunque lo que haga simplemente sea una crítica constructiva y sana. Por eso mientras haya bloqueo, mientras estén Los Cinco encarcelados en EEUU, en esta situación hay que defender a Cuba y hacer las críticas donde hay que hacerlas, que es en lo interno. Hay cosas que criticar, pero siempre en lo interno, porque uno no le puede dar ni una miguita a la gusanera, porque estamos viviendo en una situación de continuo intento de agresión a Cuba y a su Revolución.
Entrevista: José MANZANEDA
Transcripción y redacción: Jon GARCÍA