Y como siempre ocurre por estedía, desde que se celebró por primera vez en 1911 en Dinamarca, Alemania, Austria y Suiza, y en Cuba, 20 años después de aquella primera jornada, aunque sin carácter público, habrá festejos, reconocimientos y flores, así como el necesario recuento para seguir adelante. Eso ocurre en nuestro país y en muchos otros donde la mujer ocupa el lugar que le corresponde en la sociedad.
Desgraciadamente, no sucede igual en gran parte del mundo, donde las mujeres tomaran las calles y plazas, si se les permite, para protestar y clamar por las necesarias reivindicaciones, oportunidades y derechos que una vez más demandaran este día, como tantos otros de su amargada existencia
En Cuba, este 8 de marzo se nos muestra especial. ¿Será porque el venidero 23 de agosto celebraremos el aniversario 55 de la constitución de la FMC y en abril, los 85 años del nacimiento de nuestra querida Vilma Espín, la eterna Presidenta de la organización femenina cubana? ¡Será acaso que todavía andamos con la divisa de estar donde se es más útil? o¿ quizás porque empezamos a recoger nuestra cosecha de futuro, dilatada por años de desigualdades y obstáculos, prejuicios y tabúes que limitaban la participación, desarrollo y protagonismo de la mujer?.
Lo cierto es que, esta mujer que hoy se crece en su entrega, es la misma parte de esa fuerza vital que estos años ayudó a cimentar con su esfuerzo la obra de la Revolución, la que le da a la vida, según nuestro Héroe Nacional José Martí, un sabor singular e imperecedero.
Origen de cuanto fruto hermoso da la vida, las cubanas muestran cada día que saben armonizar trabajo, casa, esposo, hijos, familia, superación profesional y tareas de dirección en diferentes niveles .Empeño para nada fácil, pero son capaces de lograr.
Cumplidos los sueños de la precursora de la mujer en Cuba, Ana Betancourt, quien en 1869 se atrevió a alzar su voz y pedir para la mujer un sitio digno dentro de la sociedad, demandandoque tan pronto fuera establecida la República se le concediese los derechos de que eran acreedoras, encontramos a la mujer en cada conquista revolucionaria, abriéndose paso entre vicisitudes y triunfos en la forja de la patria nueva.
En este octavo día del tercer mes del año, recordamos a aquellas que desbrozaron caminos, tejieron barricadas y fundaron el presente soberano. Contexto en el cual ellas y el pueblo todo, viven tiempos de desafíos nuevos, pero también de optimismo y andar seguro, ocupandoel lugarmerecido enla sociedad