Paquito el de Cuba.- Irregularidades en la detención de personas presuntamente homosexuales en el viaducto de la ciudad de Matanzas motivaron la adopción de medidas disciplinarias con los militares responsables, según comunicó la máxima dirección de la Policía al Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

Manuel Vázquez Seijido, jefe del grupo asesor jurídico del Cenesex, informó sobre la respuesta que ofreció la Jefatura de la Dirección General de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) a una queja que tramitó esa institución, a nombre de los ciudadanos Mario Israel Guerrero Cabrera y Armando Pacheco Pacheco, quienes denunciaban el maltrato que sufrieron durante la noche del 31 de enero de este año, cuando se dirigían hacia el centro recreativo Las Ruinas, una discoteca que frecuenta la comunidad LGBT yumurina.

Los detalles sobre aquellos sucesos los conocí en primera instancia a través de un correo electrónico de la teóloga y activista lesbiana Elaine Saralegui Caraballo, quien envió una carta de denuncia a diversas instancias religiosas, políticas y estatales que fue hecha pública en febrero por la bitácora HOMOsapiens@CUBA.

Según confirmó la PNR en misiva del 25 de junio último a la cual tuve acceso visual, ambos ciudadanos fueron detenidos en el área del viaducto y trasladados a la estación de policía, donde estuvieron retenidos por unas horas y a Armando le impusieron una multa por presentar su carné de identidad deteriorado, para luego dejarles marchar.

Explica Vázquez Seijido que la PNR identificó irregularidades durante el proceso de detención, pues aunque ambos ciudadanos se encontraban en una zona caracterizada por las autoridades policiales como de ocurrencia de hechos delictivos, en este caso —reconocieron— no mediaron indicios de que alguno de ellos se estuviera manifestando de forma incorrecta o violando la ley.

De acuerdo con el informe policial que recibió el Cenesex, apuntó el asesor jurídico, se adoptaron las medidas disciplinarias correspondientes con los militares responsables y se evaluó el incidente de manera puntual con la Jefatura del territorio y el resto de las fuerzas de enfrentamiento, en función de evitar que hechos similares se repitan.

La Policía añadió que brindaron respuesta a las dos personas que promovieron la queja, quienes firmaron un acta donde expresaron estar de acuerdo con el resultado de la investigación.

Amplió Vázquez Seijido que estas conclusiones policiales demuestran que todavía pueden ocurrir irregularidades en los métodos para intervenir en áreas que las autoridades identifican como proclives a la ocurrencia de delitos, por lo cual este es un punto que merece prestarle atención.

El propio término con que caracterizan a tales zonas pudiera generar prejuicios contra determinados hechos o dinámicas sociales que nada tienen que ver con actividades delictivas o con peligrosidad alguna, valoró el jurista.

Por eso es importante —concluyó— que ante este tipo de situaciones las personas realicen la reclamación pertinente, en aras de una rectificación que permita además tomar las medidas necesarias para prevenir y erradicar cualquier actuación policial incorrecta.

Hasta aquí la información que me brindó el Cenesex.

Por mi parte, quedo con la insatisfacción de no poder saber ni la cantidad de agentes policiales involucrados en los acontecimientos, ni sus nombres, grados y cargos, ni cuáles fueron las sanciones que les aplicaron.

No obstante, la lección me parece válida.