Lissy Villar Muñoz - Revista Mujeres.- Hace un año me gradué, y no sólo pertenezco a la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) desde la edad establecida para ello, sino que también desde el momento en que recibí mi título universitario, la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana me insertó en la Editorial de la Mujer y aquí ejerzo como periodista.

De ahí mis consideraciones y valoraciones sobre la organización, las cuales comparto para dialogar.

En un trabajo conjunto de la Federación de Mujeres Cubanas con sus dependencias, se celebraron los 55 años que cumplió esta ONG. Una jornada intensa donde las actividades programadas enriquecieron el quehacer de realizadores, trabajadores, periodistas y activistas sociales.

Fue además la primera vez que participé en una estrategia global en las redes sociales. Un asalto a los sitios Facebook y Twitter en una emisión continua de mensajes, los que recordaron lo que fue la FMC en sus inicios y los nuevos retos que deben asumir.

Esta estrategia de comunicación está montada en los presupuestos de destacar, a partir del aniversario de la FMC, los derechos humanos alcanzados por las cubanas y aprovechar que el tema de género tiene una amplia acogida en las redes sociales por su relevancia en la agenda de los gobiernos de Naciones Unidas y de los movimientos sociales.

Entre las temática de los mensajes estuvieron: la voluntad política del Estado cubano de potenciar la igualdad de género; la FMC como espacio de unidad de las mujeres para lograr sus objetivos individuales y sociales, los desafíos que se enfrentan para lograr esa plena igualdad y los retos actuales en ese sentido.

Otras de las actividades desarrolladas fue la proyección del polémico filme Vestido de novia, el cual suscitó un debate entre generaciones, con perspectivas disímiles de cómo educar a las personas sobre el respeto a la orientación sexual y a la manera que asume una identidad de género cada individuo.

La directora de la película, Marilyn Solaya, la directora de la Editorial de la Mujer, Isabel Moya, y el público que asistió a la sala Alfredo Guevara del Pabellón Cuba, conversaron sobre la creación audiovisual, y cómo las mujeres y en especial las educadoras deben asumir herramientas educativas en la formación de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Solaya comentó sus pasos en el desarrollo de la trama de la película, la cual está inspirada en hechos reales y obtuvo el premio de la popularidad en el 36 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano.

“Comienzo una investigación en la Clínica del adolescente, apunta Solaya, y al encontrarme con el profesor Lázaro Hernández este me acerca al tema del transgénero”. Después en un programa de televisión la primera transexual reasignada en Cuba, Mavi Susel se acercó a la cineasta y compartió su historia.

Los debates en torno a las problemáticas actuales, temas muy sensibles a tratar, son de los objetivos principales, de la Editorial de la Mujer, como órgano de prensa de la Federación de Mujeres Cubanas.

En estos 55 años de creada la FMC muchos cambios han acontecido, por eso seguir estableciendo los diálogos entre las nuevas y las generaciones de mayor experiencia debe ser prioridad.