Teresa Amarrelle, secretaria general de la organización e integrante del Buró Político, hizo énfasis en el las herramientas con que se cuenta como las Casas de Orientación a la Mujer y a la Familia, las alianzas con educación, los programas de adiestramiento, las brigadistas sanitarias, sociedades científicas y Cátedras de la mujer en las escuelas y universidades.
Agregó que la FMC suma a su trabajo la red de Apoyo a la Mujer Rural y las participaciones en la pesquisa activa en coordinación con los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) que permiten atender desde la comunidad a diferentes grupos de riesgo de una manera más efectiva en todas las esferas sociales.
Amarelle consideró que el problema se sabe, se conoce y está identificado, reconoce que quedan debilidades en el enfrentamiento, en la actuación por lo que llego el momento de preparar mejor el sistema de encuentro de las Secretarias de los Bloques, las Brigadistas Sanitarias, facilitarles más herramientas para el trabajo. Consideró, además, de sumar al trabajo a promotores jóvenes, de las univocidades, hacer todo lo posible para lograr un mayor impacto en la formación de las conductas de las personas y en su percepción de riesgo.
En el encuentro se evaluó la atención a los territorios, la efectividad de su actuar y se redefinieron, en los casos que era necesario, las estrategias de trabajo. Conocer signos de alarma y las principales manifestaciones, el uso más efectivo de materiales creados por la Editorial de la Mujer y la importancia de que los mismos lleguen a todas las comunidades del país fueron parte de los reclamos. Se subrayó, además, la importancia del trabajo preventivo en coordinación con los centros de Salud mental, acciones que deben ser más sistemáticas para lograr un mayor rechazo social ante estas actitudes.
Estadísticas demuestran el incremento del uso del alcohol y hábitos de fumar en edades cada vez más tempranas, es por ello que se hace indispensable trabajar en las comunidades para romper las cadenas, malos hábitos que pasan de padres a hijos y a nietos.
El informe presentado explica que la provincia de La Habana tiene una incidencia particular por sus características de ciudad cosmopolita en la que se manifiestan las indisciplinas sociales que propician la multiplicación de estos malos hábitos por lo que se precisa de un seguimiento más cercano a este territorio.
Al respecto Lizette González García, secretaria de la FMC de La Habana precisó el seguimiento que se le hacen a los casos en la provincia desde el 2014 reconociendo que aún no se llega en la atención a todos los barrios, aunque si se mantiene un activo trabajo junto con los CDR de la capital y los Consejos de Menores por la importancia del trabajo con adolescentes.
González precisó que se prepara un plan integral de la provincia con las organizaciones e instituciones que trabajan de conjunto para definir lo que le corresponde a cada quien. Pero la labor que ya se realiza cuenta con el apoyo de especialistas de Salud Provincial capaces de dar un tratamiento profesional en las comunidades y centros educacionales donde irán a trabajar.
La Secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas en La Habana valoró altamente la misión que cumplirán las representantes ante el Consejo de escuela, trabajadoras sociales y los cuadros de la organización en la atención a mujeres afectadas por el consumo de drogas o sus familiares. Entre otras acciones se proponen, llevar el Proyecto “Con tus propias Manos” de la Editorial de la Mujer a una de las comunidades de Municipio de Centro Habana para empoderarlas y reinsertarlas a la sociedad.
Estas acciones son parte de una Estrategia Nacional en la que la FMC es ente activo por el rol que juega en todas las comunidades de país.
