Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Hace unos días, encontré Visita de Obama a Cuba/ Más España que Vietnam rubricado por Marc Bassets en la capital de Argentina y publicado en EL PAÍS, de la Madre Patria. El autor, con una mezcla de certeza e ¿ignorancia suprema?, afirma: “EE UU desea que la apertura en Cuba lleve a una transición política, más que a un modelo de sistema autoritario con capitalismo./ La Casa Blanca carece de un plan para democratizar Cuba […]./ Cuba, en definitiva, será más España que Vietnam”.
Continuando con la misma mezcla de certeza e ¿ignorancia suprema?, Bassets afirma: “Cuba no es satélite de nadie./ Ni Vietnam ni la Europa central y oriental: la Casa Blanca prefiere mirar el modelo español […]./ España ofrece un esquema de transición de una dictadura a una democracia útil para entender lo que a Obama le gustaría ver en Cuba […]./ El modelo español ofrecería otra lección: el cambio no debe consistir en una ruptura sino en una transición […]”.
Y concluye el susodicho, en un intento de dejar atrás su poco tino: “¿Pura quimera? Más bien una apuesta. Puede salir bien. O mal. Obama, que ha llegado este miércoles a Argentina, no se hace ilusiones sobre la voluntad democratizadora del gobierno cubano [a contrapelo de su legítima pretensión]./ Durante sus tres días en Cuba, el presidente cubano Raúl Castro ha querido dejar claro un mensaje. Todo está atado y bien atado [por nuestro pueblo]”.
Por mi parte, dejo constancia de las ideas que sostengo —a grandes zancadas.
No tengo la menor duda de que el principal inquilino de la Casa Blanca SÍ anhela para Cuba el Capitalismo. Si no, ¿por qué en sus impresiones del viaje a Cuba resaltó “Recordaré el espíritu innovador de los empresarios cubanos, en particular los cuentapropistas que administran sus propios pequeños negocios como renta de habitaciones con desayuno incluido, peluquerías, barberías, y servicios de taxi” y nada de la obra bienhechora de la Revolución?
También, siento pena por el hecho de que el despacho del periódico madrileño, amén de pasar por alto el enredo que vive su país con la formación de un Gobierno, parece que no se ha enterado que el Financial Times a principios de Agosto de 2015 señaló: “Los salarios han disminuido en todos los ámbitos, pero especialmente para quienes se ven obligados a moverse en el sector temporal”. “España está creando un montón de puestos de trabajo, pero sólo una pequeña fracción de ellos son para puestos estables”. “En junio, por ejemplo, casi uno de cada cuatro nuevos contratos duró una semana o menos”.
Pregunto: ¿Acaso alguien con sentido común ante las denuncias de este Times pudiera creer que la ex metrópoli constituye un espejo para la Mayor de las Antillas?
Aprovecho para significar un secreto a voces: Cuba fue capaz de liberarse de España con pies propios; de dejar atrás el Neocolonialismo que nos impuso el Imperialismo de EEUU; de agradecer eternamente la Solidaridad que encabezó Moscú en momentos difíciles en extremo; y de aplaudir la obra de Hanói, incluyendo su acompañamiento a nuestro quehacer en estas memorables décadas. Todo ello, sin Jamás ser un satélite ni exhibir vocación de imitadores.
No obstante, subrayo a los cuatro vientos lo que quizás sea la más grande muestra de Internacionalismo en la Historia: me refiero a que el Caimán Verde logro construir los últimos 25 años con más Gloria que penas —resistimos, creamos y compartimos lo que escasamente teníamos—, cuando prácticamente todo Occidente apostó a que seríamos la próximo víctima tras el derrumbe del Socialismo soviético y la Guerra Económica Made in USA contra nuestro pueblo se multiplicó por el infinito. ¡Qué clase Ejemplo ofrecimos al Mundo!
Entonces, pienso que tal vez Marc Bassets estaba acompañado de una dosis de alcohol cuando elaboró su reporte para EL PAÍS desde el Buenos Aires del mandatario Mauricio Macri, el desmontador del progreso en su nación, y apostó a que Washington logrará una democracia en La Habana al estilo de Madrid —manera extraña de relacionar a Cuba, Obama y España desde Argentina.
