María Josefina Arce - RHC.- Saldar la deuda histórica y moral con miles de iletrados salvadoreños es una meta que se ha trazado el gobierno del presidente Mauricio Funes, por lo que impulsa una campaña de alfabetización con el método cubano “Yo, sí puedo”.

De acuerdo con las autoridades, la tasa de analfabetismo en esa nación es de casi 18 por ciento, que equivale a 682 mil 399 personas, de quienes 420 mil son mujeres, el sector poblacional más afectado por décadas de políticas neoliberales.

Avalado por resultados concretos en varias naciones, fundamentalmente de Centroamérica, llega el programa cubano con el que se aspira a reducir ese indicador a cuatro por ciento al término del mandato del gobierno, el 31 de mayo de 2014.

La administración salvadoreña está convencida del éxito de la aplicación del “Yo, sí puedo” que tiene en su haber la alfabetización de más de tres millones de personas en el mundo, y que ha recibido el elogio de organismos internacionales y de los gobiernos de otros países.

Es así que Dennis Alonzo, ministro de Educación de Guatemala, señaló que el “Yo, si puedo”, aplicado desde 2007 en su país, es uno de los ocho métodos utilizados por el Consejo Nacional de Alfabetización y es el más eficiente por sus técnicas y la rapidez en llegar a los resultados apetecidos.

En el caso de El Salvador el sistema será extendido a todos los departamentos y tendrá como complemento el actual Programa de Alfabetización y Educa.

Ya en estos momentos aprenden a leer y escribir 39 mil 808 personas, en más de ocho mil círculos en los que laboran igual número de voluntarios, jóvenes en su mayoría, y que reciben la ayuda de universidades, organizaciones no gubernamentales, religiosas y otras.

El plan diseñado por las autoridades salvadoreñas abarca tres niveles, el primero de ellos enseñar a leer y escribir, y los otros dos pretenden lograr que las personas continúen con su formación hasta llegar a la fase superior.

Ambiciosa podría parecer la meta que se ha trazado San Salvador, pero los resultados que exhibe el método cubano permiten avizorar un exitoso cumplimiento. Ahí están para atestiguarlo los ejemplos de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua.

Mediante la implementación del “Yo sí puedo” y la voluntad política de sus autoridades, Venezuela fue declarada libre de analfabetismo en 2005. Tres años después la seguiría Bolivia, mientras que en 2009 se sumarían a esta lista Nicaragua y Ecuador.

Por tanto, El Salvador ha apostado por un método eficaz que se adapta a las características de cada región y que es una contribución de Cuba a las aspiraciones de desterrar el analfabetismo y devolver la dignidad y esperanza a numerosas personas que en el mundo aún lamentablemente, NO saben leer ni escribir.

Fuentes: RHC, AIN, GRANMA, TRABAJADORES, JUVENTUD REBELDE, PL, REUTER, EFE, IPS, ANSA, AFP, XINHUA, TASS, DPA, AP.